El gobierno recibe noticias de que en San Isidro de General, al sur del país se prepara una revuelta. Sabe que en la finca del agricultor José Figueres, miembro activo de la oposición, y uno de los tantos que han sufrido vejámenes en su persona del oficialismo, existen almacenamientos de armas (región de San Cristóbal, en la ruta panamericana hacia San Isidro). Cuando envía un cuerpo de la Brigada Móvil (unidad militar mecanizada), cae esta en una emboscada, sufriendo el Gobierno su primer derrota. De este combate existen varias versiones. La oficial afirma que varios jefes de la brigada fueron fríamente asesinados; parece que en verdad recibieron con tiempo aviso de rendirse al ser encerrados todos sus hombres, unos 32, en un recodo de la carretera, mas no obedecieron el alto y comenzaron a pelear. El Presidente Picado declara la Ley Marcial, suspende las Garantías individuales por treinta días. Brotan levantamientos en otros puntos del país. El Gobierno silencia todas las radioemisoras de la oposición, confisca toda su prensa, y permite que se amordace a varios corresponsales extranjeros.
