Guillermo “Macho” Núñez Umaña
1908 – 1992
Guillermo Núñez Umaña, conocido como el “Macho” Núñez, fue uno de los pilotos más audaces y decisivos de la Revolución de 1948, y una figura clave en el uso estratégico de la aviación durante el conflicto. Nació en Cartago el 11 de abril de 1908 y falleció en esa misma ciudad el 14 de mayo de 1992.
Se graduó como piloto en 1935, en una época en que la aviación era todavía una actividad pionera y de alto riesgo en Costa Rica. Esa temprana formación lo convirtió en uno de los pocos aviadores experimentados disponibles al momento del estallido de la guerra civil, condición que resultaría crucial para el desarrollo inicial del movimiento revolucionario.
A Núñez se le atribuye la concepción del llamado “Plan Maíz”, la operación que permitió la toma de la ciudad de San Isidro de El General, hecho que marcó el inicio efectivo del levantamiento armado. El control de esta zona estratégica aseguró al Ejército de Liberación Nacional una base territorial en el sur del país, indispensable para la organización del esfuerzo militar.
Uno de sus aportes más relevantes fue su participación decisiva en la organización y ejecución del puente aéreo con Guatemala, mediante el cual se logró el traslado de armas, municiones y pertrechos hacia Costa Rica. Este puente aéreo, realizado con recursos limitados y bajo condiciones de alto riesgo, fue fundamental para sostener el conflicto en sus primeros días y permitió equilibrar las fuerzas en el terreno.
Durante la guerra, Núñez participó en misiones aéreas de extrema peligrosidad, volando principalmente aviones Douglas DC-3 en operaciones de transporte y apoyo. En el curso del conflicto protagonizó también una acción aérea directa sobre San José, al lanzar una carga explosiva sobre la casa presidencial, en una operación de fuerte impacto político y psicológico que evidenció el alcance que la aviación podía tener en un conflicto interno.
Tras la finalización de la guerra civil, su figura fue quedando en un segundo plano dentro de la memoria pública. No obstante, Guillermo “Macho” Núñez Umaña representa al combatiente técnico y estratégico cuyo aporte fue determinante en el momento crítico. Su legado permanece ligado a la dimensión aérea de la Revolución de 1948, una faceta menos conocida, pero esencial para comprender cómo fue posible el inicio y el desenlace del conflicto.
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