El Nido del Aguila
El nido del Aguila más allá de Adolf Hitler el pintor de cazas, cabo y buitre
Muy apreciados amigos:
Hay águilas, halcones, zopilotes y zanates. Todos tienen su nido. Según un autor americano hablaba del halcón y la golondrina cuando hablaba de don Pepe y de los Dulles en EEUU.
El pintor colombiano San Vicente en los años cuarenta en su obra pintó en Costa Rica dos cuadros grandes realmente impresionantes: «La Iglesia de Orosi«, y «El Nido del Aguila«. El segundo mostraba la vieja casona de la Lucha Sin Fin que fue quemada por las fuerzas gubernamentales.
Ambos cuadros fueron adquiridos por miembros de la Junta Fundadora de la Segunda República, el primero lo habrán apreciado los visitantes a la casa de Papá (Benjamín Núñez) y bajo sus colores nos reunimos los firmantes del “Manifiesto Democrático Para una Revolución Social” (Patio de Agua). «El Nido del Aguila» fue adquirido por don Pepe, años después este cuadro fue quemado, coincidentemente, en un incendio en la casita de huéspedes de don Pepe en la Lucha adonde lucía.
Por principio e higiene mental nunca leo la columna «Al grano» del Sr. Espinoza. Prefiero leer el buzón sentimental en otro diario de mayor circulación. Pero el articulista no conoce tampoco la historia del cuadro.
No puedo sentirme impresionado por un artículo de la columna mencionada en el periódico La Nación, por cuanto su autor dudo que conozca la similitud que se achaca con el dictador que se menciona. Don Pepe fue enemigo a muerte de las dictaduras y amigo cercano de Ben Gurión y del Estado de Israel.
Solo una mentalidad muy limitada puede sorprenderse por el atractivo que en el mundo existe por don Oscar Arias, quien como Presidente de un pequeño país nos puso en el mapa político y en las líneas de tiempo de la historia. Si los turistas buscan la dirección de don Pepe es porque reconocen la grandeza de los seres humanos sin fijarse en los pies de barro que inventan y que todos los seres humanos tenemos. Dios nos hizo de barro no nos hizo de oro y piedras preciosas.
Es una lástima que para reconocer a nuestros personajes tengan que llegar los extranjeros a enfrentarse a ataques de iconoclastas que desconocen la grandeza de la historia. Personajes como los expresidentes que un partido político a dado a Costa Rica sin excepción son respetados por los grandes autores y extranjeros que les conocen.
El respeto a don Pepe en el mundo puede medirse en el número de citas bibliográficas en todo libro que sobre pensamiento americano se editó en los años entre los cincuenta y los ochenta.
El nivel de respeto a la grandeza de don Chico y don Daniel en el mundo vino a ser el suelo sobre el que don Luis Alberto pudo reconstruir a Costa Rica después de uno de los períodos más oscuros de la historia del país. La grandeza de los cuatro inspiró a los dirigentes de todos los partidos democráticos de izquierda de América Latina y otras latitudes incluyendo Africa y Asia. Sin Luis Alberto, Europa nunca hubiese prestado atención a don Oscar en su titánica labor, que con su gobierno logró coronar el camino de la paz para centroamérica.
Hay muchas águilas, pero también muchos zanates que destruyen los nidos y los sueños desde su mezquindad y tendencia a andar revolviendo la mugre por extrañar su hedor.
Rodrigo X. Carreras
—o—
Martes 4 de Mayo, 2004.
Querido Rodrigo, estimados amigos:
Sin la Historia que nos explique los actos de heroísmo, y presente los reconocimientos, no hay Partido Político; solo queda una maquinaria para hacer Señoras Diputadas y Señores Diputados, elegidos por LAS Costarricenses y LOS Costarricenses (como diría con necedad el Presidente Fox).
Antes de entrar en el tema, es necesario reafirmar lo que tú dices de los hermanitos Dulles. De ellos y de los hermanitos Hoover, tienes que acordarte que como buen Roosveliano, don Pepe consideraba a esos cuatro hermanos unas verdaderas ratas.
Al tema:
El Nido del Águila del Pintor Colombiano, San Vicente, era una remembranza de los restos quemados de la primer casa de don Pepe en La Lucha, después de que, lo que se llamaba el caldero-comunismo, le pegara fuego. Así los llamaba la estación Alma Tica, que era la voz del pueblo en ese entonces.
No comentemos por qué el cuadro de San Vicente se llamó el Nido del Águila, relacionado con la épica de don Pepe, y no se llamó el Nido de la Paloma, que quizá no le hubiera ido tan mal ese nombre tampoco.
Incendiaron esa primera casa “del hombre”, en el bajo de La Lucha y don Pepe nunca pudo determinar qué le dolió más, si las máquinas retorcedoras de mecate, o la biblioteca de la casa. Le pegaron fuego los del Régimen ilegítimo, cuando don Pepe se replegó a Santa María de Dota.
Después vino el avance triunfal en la Marcha Fantasma a pie, desde Santa María de Dota, al Cedral, La Lucha, San Cristóbal Sur, las termas del Bajo del Salitre, San Cristóbal Norte, el Bajo de la Cangreja, Patio de Agua, San Isidro, el Tejar, y finalmente a la captura del Cuartel de Cartago. La Marcha Fantasma fue a pie, por trillos esquivando la Interamericana, y avanzaban en silencio de día cuando había neblina, o con la primera luz del día antes de que saliera el sol. Eran tan solo 83 hombres (Paco Calderón y el supremo Comandante del Gobierno, el “valiente Calufa”, (así le decía don Pepe), creían que eran unos mil hombres los que marchaban a tomar Cartago. En su plan táctico don Pepe tenía que esconderle al último Ejército de la República de Costa Rica, que solamente eran ochenta y tres: “Pa que les diera más miedo del que ya tenían”.
El Capellán del Grupo era tu Papá, y cuando bajaba la neblina de día, tu tata explicaba a don Pepe y a la tropa, que eso era el manto de la Virgen de los Ángeles que los cubría para que “la móvil del gobierno”, no los interceptara. En toda la Marcha, según algunos como Frank Marshal y Domingo García, dejaron relatado, don Pepe se lamentaba por los libros y las máquinas para mecate que le quemaron. Años después muchas veces lo escuché lamentarse de lo mismo: especialmente los “irrecuperables libros, y el cursor de mi regla de cálculo”. Cuando exista un museo como el que se merece “el hombre”, mi hijo entregará el marco logarítmico de esa Regla que nunca supo don Pepe cómo se salvo; es nada menos que una antigua Keufel and Esser hecha en 1926, en madera, con las marcas logarítmicas en laminitas de marfil en el bien conservado marco. Lástima el cursor. No existía el plástico.
En aquella primera casa del bajo, cuyas ruinas inspiraron al pintor Colombiano el “Nido del Águila”, se terminó de fraguar el pensamiento de don Pepe “leyendo a candela”, con muchos de los libros que él había traído de Boston y Nueva York en 1928. Por decirlo así, la biblioteca era ecléctica porque tenía los libros de mecánica, hidroeléctrica, Stuart Mills, Wells, Tolstoi, y unos Sur Americanos formando toda una nutriente y sabrosa ensalada, que después fue en parte reconstruida. Las ruinas de esa casa, fue la que inspiró el óleo de San Vicente en los cincuenta, con ese épico titulo; tal vez el cuadro de la Iglesia de Orosí que usted Rodrigo, custodia en Patio de Agua, indique algo respecto al año exacto.
Esas ruinas, restos del “Nido del Aguila Uno”, todavía están ocultas y cubiertas de zacate en el bajo de La Lucha, esperando otro gran pintor, y esperando la historia, que no falla en distinguir las Palomas de las Aguilas. Ese Cuadro a su vez, también fue destruido por las llamas como si hubiera llovido azufre ardiente, en el doloroso y curioso incendio de la Cabina de huéspedes, contiguo a la Segunda Casa de don Pepe, en La Lucha. La segunda casa de don Pepe, todavía no se ha quemado.
Es posible que la Virgen de los Angeles, o quizá los dos Angeles que protegieron a Lot (Génesis 19, 1 al 29), protegen esa casa. Depende.
El fuego que en 1975 devoró la Cabina de huéspedes y el cuadro del Nido del Aguila, fue otra lamentable incineración, porque muchas personalidades pernoctaron en “La Cabina”: Adalai Stevenson, don Rómulo Betancourt, Haya de la Torre, tu Papá, Adolf Berle, Hubert Humphrey y otro gran número de personalidaes. Un premio Nobel de La Paz, durmió en esa Cabina de ciprés en 1972, y en la salita frente al óleo, don Pepe “le hecho los caracoles a la Cubana, y le dijo”: “MR. GOVERNOR, YOU ARE GOING TO BE PRESIDENT OF THE UNITED STATES”. El Gobernador dijo algo con un espeso gruñido Confederado, que no le entendimos nada, pero la sonrisota iluminó la salita.
Esos dos óleos se separaron porque uno se lo regaló el pintor San Vicente a tu Padre, el de La Iglesia de Orosi (hoy en tu casa de Patio de Agua), y El Nido del Aguila se lo dio el pintor a don Pepe; fue a parar a la Cabina de huéspedes, y no permaneció a la par del cuadro de Bolívar en la casa principal, donde se hubiera salvado.
Es necesario repasar estos hechos, para que los más jóvenes del Partido, comprendan que hubo épica, y se requirió bastante sangre, mucho coraje y la valentía de muchos hombres que siguieron al Simbólico Guayacán, dispuestos al supremo sacrificio. Así se fundó el Partido: a sangre y fuego.
Hasta otro día,
Enrique Carreras
—o—
Muy estimados don Enrique y don Rodrigo:
Con gran cariño leo sus notas donde nos recuerdan las luchas por las que se pasó para formar nuestro partido. Nos enriquecemos con estos comentarios, que nos hacen pensar en lo que hemos logrado ahora las nuevas generaciones, gracias a esa visión que tuvo don José Figueres.
Un abrazo, Dra. Edine von Herold.
—o—
Concuerdo con usted. Los mensajes de Rodrigo y Enrique Carreras, me conmovieron. Por favor recobremos lo que hizo grande a nuestro partido y a nuestro país: LA SOLIDARIDAD Y EL AMOR ENTRE NOSOTROS. Dejemos a un lado el insulto y hagamos prevalecer la serenidad, la reflexión, la crítica constructiva, la comparación positiva y el respeto entre compañeros, cualquiera que sea su posición en el partido.
Angel Edmundo Solano.
—o—
Referencia: El águila – JUSTICIA A SU RECUERDO
Estimada Doctora von Herold;
El cariño es recíproco de nuestra parte. Gracias. Tiene usted razón en lo que el país le debe a don Pepe. Buscaremos un artista para que se reproduzca el óleo «El Nido del Aguila», que fue incinerado. El modelo de las ruinas es cuestión de escarbarlas un poco porque ahí están.
Estoy seguro que don Oscar levantará el Monumento que se merece el Hombre; la oportunidad es propicia para sugerirle AL PARTIDO Y A DON OSCAR, que además de una sección en el Nuevo Museo que se llame el Nido del Aguila, la Represa del Térraba debe bautizarse ==REPRESA DON PEPE==.
En la nomenclatura internacional lucirá muy bien el nombre «DON PEPE DAM».
El ubicó la Represa en el sitio llamado «CAJON», y estará situada en el margen inmediato del Río Térraba donde el río fluye por unos cinco kilómetros paralelo con la Interamericana, bajando a Palmar Norte. Don Pepe señaló el lugar en 1969, y se ve en el cuadrante CHANGENA del Instituto Geográfico Nacional, escala 1:50.000. Treinta años después de estudios y perforaciones, el ICE determinó hace poco que, el sitio ideal para la Represa del Térraba del PH Boruca, es el mismo exactamente que ubicó don Pepe.
El problema social y cultural indígena, se arregla sin hacer fiestas bajo toldos gringos, y el ambiental tiene remedio si se regionaliza la solución y se le pide permiso y opinión a los residentes del área, dejándolos presidir las reuniones, sin intervención de «sindicaleros» ni gentes que lleguen con aires de Ejecutivos. Que los técnicos oigan y opinen. Nada más.
Lo importante también es que en esas soluciones no intervengan directamente, Ingenieros del Banco Mundial que trabajan en oficinas viendo muy bonito el Río Potomac o el laguito de la Sabana.
En la página WEB: http://www.infoplease.com/ipa/A0001334.html, se comprueba que la REPRESA DON PEPE tendrá el respetable número 28 de capacidad en el Mundo.
La Número Uno en el Continente Americano es ITAIPU, en el Río Paraná (Brazil/Argentina), cerca de las cataratas del Iguazú. La Número Uno en el mundo es desde luego la REPRESA de LAS TRES GARGANTAS en el Yang Tze. Tendrá 28 Turbinas. Tres (3) de esas turbinas generan la capacidad instalada de Costa Rica. El HOOVER DAM en el río Colorado, es el 20% de las TRES GARGANTAS.
La ubicuidad geológica e hidrológica de la REPRESA en el Térraba la determinó el Hombre, en la campaña del 69-70. Tengo de testigo a «Pillique» Guerra, que, junto con Otto Escalante, eran los únicos que metían un avión en cualquier tempestad o cualquier estrecho que les pidiera don Pepe.
Tres veces nos metimos en CAJON a mas de 200 kilómetros por hora: Don Pepe explicaba a gritos a Mario Quirós Sasso (Q. de D.G.) en que forma se construiría la represa, -el Capitán Guerra tenso, agarrado de los controles y con un ojo en el paredón y el otro en los indicadores, y yo, bajando todos los Santos y sudando frío-. Al proponer la tercera vuelta, Pillique le explicó a don Pepe que para pasar cerca del paredón de la carretera, había que enrumbarse muy al Noreste, río arriba y que era posible que nos agarrara una corriente descendente, y NO SALDRIAMOS DEL CAJON.
Don Pepe, le dijo a Pillique: «no te preocupes, si no salimos del Cajón, salimos mañana en la Nación». Faltaban como seis o siete meses para que don Oscar Arias y don Mario Quirós fueran nombrados Ministros, y Pillique Viceministro de Seguridad.
Con afecto:
E. CARRERAS
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