Otilio Ulate Blanco, periodista – político y la Guerra del 48
Johnny Soto Zúñiga
El 11 de marzo de 1948 estalla la guerra civil, programada por el Caudillo José Figueres Ferrer. Los esfuerzos en San José por evitar la guerra eran infructuosos; don Otilio Ulate Blanco buscaba llegar a un arreglo, ya que era el más perjudicado con la anulación de las elecciones ganadas, que le impedía tomar la presidencia de la República. Se dice que el doctor Calderón Guardia no estaba cerrado a una solución pacífica. La situación política era candente y Figueres tenía claro que era difícil se le entregara el poder a Ulate; máxime con los antecedentes del fraude electoral de 1944 contra León Cortés, que impuso a Teodoro Picado Michalski en la Presidencia de la República.Don Otilio Ulate nació en la ciudad de Alajuela el 25 de agosto de 1891 y murió en San José el 27 de octubre de 1973. Sus padres fueron don Ildefonso Ulate y doña Ermida Blanco Rojas. Sus estudios primarios los realizó en Las Escuelas Comunes de la Ciudad de Alajuela. Cursó hasta el tercer año de secundaria en el Instituto de Alajuela; el cuarto y quinto año de secundaria en el Liceo de Costa Rica; que por razones de pobreza no pudo terminar sus estudios y no alcanza el título de Bachiller. Destacó como periodista y escritor, dueño del periódico Diario de Costa Rica. En 1917 electo diputado constituyente en una papeleta independiente por Alajuela, curul que renuncia en protesta al régimen.
Diputado al Congreso Constitucional de 1926 a 1930; reelecto diputado de 1930 a 1934. Entre 1944 a 1948 se convierte en el líder de la oposición y gana las elecciones de 1948, anuladas arbitrariamente por el Congreso. Posteriormente al gobierno de la Junta Fundadora de la Segunda República de 18 meses; asumió la presidencia de la República del 8 de noviembre de 1949 al 8 de noviembre de 1953. Nombrado Benemérito de la Patria el 2 de setiembre de 1974. Presidió el Partido Unión Nacional hasta su muerte. Sus seguidores ulatistas tuvieron una base política influyente en el país.
Sin duda, en la historia del poder y de todos los acontecimientos de la década de los 40s del siglo pasado, la figura de Ulate Blanco juega un papel de primer orden. Poseedor de dotes de gran orador y escritor, su pensamiento político destacó en los años 30s del siglo XX, siendo diputado discursaba a favor de ideas nacionalistas y antimperialistas. Se le consideró un liberal avanzado y progresista (recordemos era la época de los atropellos de la United Fruit Co., y otras compañías norteamericanas). Para los años 40s, Ulate Blanco se acerca y enlaza con los viejos sectores burgueses – comerciantes, cafetaleros y banqueros-; sin embargo se le reconoce la defensa de la soberanía nacional, era lejano del sector agroexportador y dio una fuerte lucha por la ampliación de las libertades públicas. (Otilio Ulate – su partido y sus luchas. José Luis Torres. Pág. 18 y 19)
En la década de los 40s Ulate Blanco coincidía con muchos planteamientos del Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales – de pensamiento socialdemócrata-, en la lucha contra la corrupción política, la crítica a la alianza de Calderón Guardia con el Partido Comunista; aunque Ulate era más conservador, lo unía al Centro la lucha por la transparencia electoral y las libertades públicas; inclusive prestó su Diario de Costa Rica para la difusión de las ideas del Centro. Planteaban una reforma del Estado; representaban a los pequeños y medianos burgueses de la época, rechazaban la lucha de clases; y estaban en contra de la explotación de grandes empresas norteamericanas y eran antimperialistas – existía gran influencia del líder peruano Víctor Raúl Haya de la Torre-; además no se opusieron a las garantías sociales por ser reformas de justicia social.
Para las elecciones de 1944, el expresidente León Cortés, pierde en forma fraudulenta la presidencia con Teodoro Picado. Ulate tenía muchas diferencias con Cortés, sin embargo se convierte en heredero electoral de los seguidores de Cortés. Como periodista y amante de la libertad de expresión discrepó con Cortés cuando prohibió las publicaciones comunistas del Bloque de Obreros y Campesinos, incluso en 1938, Cortés anuló la elección para diputado a Carlos Luis Sáenz, y destituyó a los miembros del Consejo Electoral. Ulate puso el Diario de Costa Rica a disposición de la opinión pública y del Bloque de Obreros y Campesinos. También se señala que era anti-nazi, mientras Cortés era amigo de los alemanes. (Op. Cit. Pág.167)
En 1945, después de la derrota de León Cortés en 1944, varios miembros de su Partido Demócrata, fundan el Partido Unión Nacional -PUN-, entre ellos Ulate, quien había apoyado a Cortés; y los sectores de clase media y alta se reagrupan en varios partidos políticos; y emerge como el líder de este nuevo partido el PUN (conservador y anticomunista). En 1946 en las elecciones de medio período el PUN participa por primera vez, y obtiene dos diputados, los señores Eladio Trejos y Fernando Lara Bustamante. El Diario de Costa Rica seguía con su plataforma política dura y crítica contra el gobierno de Picado, la influencia y alianza caldero- comunista. Los del Centro (socialdemócrata) atacaban desde su trinchera la Revista Surco y también desde el Diario de Costa Rica, que Ulate les puso a su servicio.
Entre 1946 y 1948, el gobierno de Picado atravesaba por un período difícil; tiene diferencias con Calderón Guardia por desacelerar las reformas sociales, así como impulsa medidas de reformas fiscales, de las cuales se oponían los sectores capitalistas. El 13 de febrero de 1947 la oposición realiza la convención interna de la cual sale triunfador Ulate Blanco, en segundo lugar queda Fernando Castro Cervantes y en tercer lugar José Figueres Ferrer (quien se preparaba a lo interno y externo para la Revolución Civil, incluso firmó el Pacto de la Alianza del Caribe el 16 de diciembre de 1947, convencido que había que luchar contras las dictaduras militares y que en Costa Rica los caldero-comunistas nunca entregarían democráticamente el poder)
Para las elecciones presidencias del 8 de febrero de 1948, como narra en forma sucinta el periodista y escritor Guillermo Villegas: “Llegó, así, en medio de derramamientos de sangre, de amenazas diarias, de bombas que estallaban y de temores sin cuento, el día de las elecciones. Se estrenaba un Código Electoral…Se estrenaban, igualmente los acuerdos a que se llegó para poner fin a la Huelga Nacional de Brazos Caídos.” (La guerra de Figueres. G. Villegas Hoffmeister. Pág. 226). Finalmente los datos del Tribunal Nacional Electoral con base en los telegramas que llegaban, se transmitían por una cadena de emisoras de la oposición, y desde el Salón Rojo de la Casa Presidencial a través de la Voz de la Víctor emisora amiga del gobierno. La victoria de la oposición liderada por Ulate es clara; para la madrugada del 9 de febrero los datos eran para Presidente el Partido Unión Nacional: 23.757 y el Partido Republicano Nacional: 20.474 (Dr. Calderón Guardia).
Ulate, sabedor de su triunfo envió un mensaje al Presidente de la República y otro al Secretario de Seguridad Pública reconociendo el buen comportamiento de las autoridades de seguridad pública. Pero el caldero-comunismo se lanza a las calles a protestar alegando que no habían podido votar; y la situación se torna caliente; se fueron afueras de la Casa Presidencial y Picado les responde a sus quejas: “si una mayoría de diputados lo pide, él convocará mañana mismo al Congreso para que aborde el problema” (Op.cit. pág.229) Después vino la barbaridad de la anulación por parte del Congreso de la República de las elecciones presidenciales (cuando la mayoría de diputados eran afín al gobierno y al caldero-comunismo, 27 en total contra 19 que se opusieron a la anulación)
Días tensos, de violencia, de insultos, de choques entre fuerzas gobiernistas y de oposición, y mientras se daba la sesión legislativa, los militares encabezados por Juan José Tavío, el coronel Diego López Roig, cercaban la casa del doctor Carlos Luis Valverde Vega, dentro de la cual estaba morando don Otilio Ulate y se encontraban también sus más cercanos colaboradores don Mario Echandi secretario general del PUN, Mariano Sánz, Gonzalo Solórzano, José Joaquín Zavaleta, Jorge Arguedas Truque y la esposa del doctor Valverde doña Amalia Guardia.
Los militares con ametralladoras, rifles y pistolas abrieron fuego contra la casa del doctor Valverde Vega y éste salió con un pañuelo blanco a pedir tregua y evitar más daños, al salir al jardín vilmente recibió un tiro que le causó una grave herida; Tavío no permitió que la Cruz Roja levantara rápidamente a Valverde, y solamente después de varias horas lo permitió, los cruzrojistas se lo llevaron al Hospital San Juan de Dios, donde él mismo laboraba; finalmente el 3 de marzo falleció el doctor Carlos Luis Valverde. La casa de Valverde fue allanada y violentada, cayó preso Ulate y enviado al Penitenciaría Central, luego fue liberado por orden de un Juez de la República.
Este fue el detonante para que Figueres iniciara de inmediato la lucha armada, de la cual salió triunfador; y establece la Junta Fundadora de la Segunda República, que gobierna durante 18 meses, emitiendo los Decretos-Ley, y realiza una serie de importantes transformaciones al país. Posteriormente, se convoca a elecciones para una Asamblea Nacional Constituyente que redacto la Constitución Política de 1949 -vigente- (conforme al Pacto Ulate-Figueres firmado por ambos el 1 de mayo de 1948, donde adquieren los compromisos y alivian tensiones entre ulatistas y figueristas, así como bajar el nivel entre los vencidos y vencedores de la Guerra Civil)
Después de redactada la nueva Constitución Política, cuya mayoría de diputados constituyentes eran afines a Ulate y al sector conservador del país, mientras que los socialdemócratas sacaron pocos diputados liderados por Rodrigo Facio Brenes. Finalmente en 1949, el poder se le entrega a Otilio Ulate Blanco, quien gobierna hasta 1953. (se caracterizó por ser un gobierno conservador, su principal reforma en materia de política económica, fue la creación del Banco Central por Decreto N° 1130 del 28 de enero de 1950 y al final de su gobierno deroga el impuesto del 10% al capital, que generaba bastantes rentas al gobierno, complaciente con el sector capitalista (empiezan las discrepancias con Figueres y su grupo, que duró muchos años después de todos los acontecimientos de 1948; al desfinanciar al gobierno entrante del mismo Figueres en 1953)
Posteriormente, al salir del gobierno en 1953, don Otilio se refugia en su Partido Unión Nacional, y se postula de nuevo para las elecciones presidenciales de 1962, contra el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia por el Partido Republicano y don Francisco J. Orlich por el Partido Liberación Nacional que triunfa; y don Enrique Obregón Valverde por el Partido Acción Democrática Popular. Por el resto de sus años entra en un duro conflicto con don Pepe Figueres y el Partido Liberación, a quienes acusa, demanda en los tribunales de Justicia y establece alianzas políticas con sus otrora enemigos del Partido Republicano, participando en una coalición en las elecciones de 1966. Don Otilio siguió fiel a sus postulados liberales, siendo un político conservador hasta su muerte en 1973.
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