Sucedió en la Ceiba de Alajuela (Timoleón Morera)

Timoleón Morera

Sucedió en la Ceiba de Alajuela (Timoleón Morera)

El 13 de febrero es la fecha siniestra de la política costarricense
Alberto Martén Chavarría

Carlos Revilla Maroto

En una de mis columnas que titulé «El ‘muñeco’ de Llano Grande» hablaba de los hechos de 1944 que sucedieron en ese pueblo de Cartago el día de las elecciones, y que marcaron un hito en la convulsa década de los años cuarentas del siglo pasado.

Pues bien, repasando de nuevo ese tema con unos amigos, salió a relucir Timoleón Morera y los hechos ocurridos en La Ceiba de Alajuela, también durante las elecciones de 1944. Pero ¿quién fue ese señor oriundo de Sabanilla de Alajuela, qué fue lo que hizo, y por qué hay un monumento en su honor y la escuela de la Ceiba lleva su nombre?

El 13 de febrero de 1944, Timoleón junto con su hermano Jorge y acompañados de Genaro Carvajal, fueron los encargados de transportar una caja con los votos obtenidos de ese día hasta Alajuela centro. Venían tranquilamente caminando por la Ceiba de Alajuela, ya cerca de la ciudad, cuando en un cruce de caminos que había frente a la finca de la sucesión del Lic. Castro, fueron sorprendidos por hombres armados del gobierno quienes los intimidaron para que les entregaran el material electoral. Como los campesinos no les entregaron la documentación, un policía disparó desde un vehículo marca Jeep y mató a Timoleón (ese policía en esa época fue identificado), quien portaba en esa ocasión los votos.

Genaro Carvajal, que lo acompañaba, se abalanzó para recoger los documentos y también fue atacado quedando gravemente herido, pero Jorge (hermano de Timoleón) durante la refriega alzó el material electoral y por entre cercas y potreros (donde actualmente se ubica la Universidad Adventista) logró escapar, saltando acequias y pasando por debajo de los alambres de púas y finalmente pudo llegar a la oficina del cortesismo en Alajuela y depositar ahí el resultado de la elección.

La Ceiba, Alajuela

 
Estos fueron los acontecimiento de la Ceiba contados de una manera muy resumida.

El siguiente es el testimonio dado por el lic. Francisco Urbina González, sobre los acontecimientos de La Ceiba:

Yo estaba en Alajuela cuando esa fatídica noche del 13 de febrero de 1944 llegó a buscarme, herido en una mano, Jenaro Carvajal y me contó lo que había sucedido. Me enfurecí y me fui con él a recoger la documentación electoral que habían escondido, la encontramos, me la eché al hombro y solo, absolutamente solo, siguiendo las señas que Jenarito me dio, llegué a donde estaba tirado, muerto, Timoleón Morera Soto. Furioso me dirigí al Cuartel de la ciudad en donde, en consideración a que yo era diputado y miembro de la Junta Cantonal Electoral, me dejaron entrar. Increpé al Comandante don Humberto Soto Guardia y a quienes estaban con él. Los llamé asesinos, cobardes, no sé cuántas cosas más y les pedí que fueran a recoger el cadáver de Timoleón, del héroe caído. Así lo hicieron, trasladándolo a la Morgue del Hospital San Rafael.

Al día siguiente presenté una acusación penal contra los integrantes del pelotón que asaltó a Timoleón y a sus compañeros y el Juez Penal, licenciado Máximo Acosta Soto los indició a todos abriendo causa penal en contra de ellos pero, entonces el doctor Calderón Guardia emitió el Decreto Ejecutivo no. 1 que dice:

Con el fin de hacer desaparecer toda consecuencia del proceso eleccionario último que pudiera mantener o provocar situaciones de discordia entre los ciudadanos y con fundamento en lo dispuesto por el artículo 102, inciso 20, de la Constitución Política y los artículos 154, 155 y 157 del Código Penal vigente, DECRETA:

“Concédese amplia y general amnistía en favor de todos los procesados por hechos delictuosos cometidos con ocasión de las últimas elecciones verificadas en la República, siendo entendido que tal gracia no comprende el incumplimiento de la obligación de votar, el cual queda sujeto a las sanciones correspondientes.

Dado en la Casa Presidencial, San José, a los dieciséis días del mes de febrero de mil novecientos cuarenta y cuatro.

RAFAEL ANGEL CALDERON GUARDIA
EL SECRETARIO DE ESTADO EN EL DESPACHO DE GRACIA
ALBERTO ECHANDI”

De inmediato preparé y presenté un recurso de inconstitucionalidad contra el decreto citado, alegando que estábamos en presencia de un asesinato puro y simple, que nada tenía que ver lo electoral pues cuando se produjo el hecho ya las votaciones habían pasado. Invoqué doctrina, a varios tratadistas entre los que recuerdo a Jiménez de Asúa, en fin que no dejé resquicio abierto y logré que por una votación de catorce votos contra tres, los Magistrados de la Corte Plena me dieran la razón declarando inconstitucional el decreto del doctor Calderón Guardia y así se logró encausar a los comprometidos en el asesinato de Timoleón Morera. En el pelotón que trató de despojar a los muchachos de la documentación electoral que transportaban, figuraban Emilio Araya y Eugenio Rojas Vargas, ambos miembros del Resguardo Fiscal.

Timoleón Morera

Homenaje de recordación de Timoleón Morera, alrededor del monumento erigido en su honor en La Ceiba de Alajuela. Se conmemoraba el 2do aniversario de su muerte. Su madre es la 2da a la derecha, y su esposa la 5ta.

Timoleón Morera murió —al igual que los héroes de Llano Grande— defendiendo la pureza electoral. Con toda justicia la escuela de la Ceiba lleva su nombre y se erigió un monumento a la vera del camino en el lugar donde fue asesinado. En el hay una placa que dice “AQUI CAYO TIMOLEON MORERA DEFENDIENDO HEROICAMENTE LA LIBERTAD DEL SUFRAGIO EL 13 DE FEBRERO DE 1944”. Si alguna vez van por ese sector de la Ceiba o Sabanilla de Alajuela, pueden detenerse a admirarlo, que por cierto recientemente fue restaurado.

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