“Si no soñamos no se hacen las cosas grandes”
Julio Carmiol
¿Sabían que el expresidente José Figueres Ferrer estudió en el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) ingeniería hidroeléctrica, hace 100 años?La abolición del ejército en Costa Rica, que celebramos hoy, se la debemos a Figueres Ferrer.
Pero quiero aprovechar para reconocer otro logro de Figueres: soñar que era posible alimentar de electricidad todos los rincones de un país usando de insumo solo la lluvia y las montañas.
Aclaro que no voy con ningún partido político, y creo que las dinastías hereditarias son una idea bastante mala. Habiendo dicho esto, honor a quién honor merece: ¡este señor fue un visionario!
Algunos extractos de esta entrevista a Figueres Ferrer:
«nací en un país de mucha lluvia y de muchas montañas».
«siempre tuve la ambición de electrificar a Costa Rica»
«en un discurso en el Teatro Nacional yo me puse a elucubrar, sin ningún papel, sobre lo que debiera ser una gran red eléctrica nacional … así nació la idea del ICE»
A Figueres, luego de ese discurso, lo cuestionó un amigo: que si sería conveniente comentar esas ideas tan ambiciosas en público (era el final de los 40s y el país tenía gravísimos problemas con su limitado suministro eléctrico). Que si no se verían como «promesas de campaña» que luego no iban a poder cumplir.
A lo que Figueres, entre otras cosas, le dijo:
«SI NO SOÑAMOS, NO SE HACEN COSAS GRANDES».
Gracias a este legado, tenemos hoy en día un país al que le sobra la electricidad: tenemos la capacidad de producir mucha más electricidad de la que usamos, con la ventaja (y rareza) de que entre más consumimos de nuestra red eléctrica, más barata nos resulta la tarifa. Ah, y el precio de nuestra electricidad es independiente del alza de los precios internacionales de petróleo y gas natural. En un momento en que por la guerra y otras crisis asociadas, el precio de la electricidad se ha disparado en muchas partes del mundo, en Costa Rica el precio de la electricidad más bien ha tendido a la baja.
Debemos agradecer a Figueres pero también al Instituto Costarricense de Electricidad, que con verdaderas proezas de ingeniería logró convertir este sueño en la realidad costarricense.
Deberíamos proponernos ser el primer país del mundo en electrificar TODO, incluyendo el calentamiento para usos industriales, toda la cocción de alimentos y sobre todo, el transporte terrestre.
Deberíamos volver a soñar en grande, y expandir este sueño de Figueres de electrificar a Costa Rica para que abarque realmente a todos los tipos de energía que usamos.
Gestor de energía, presidente de ACOGRACE
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