“De cien quizás vuelvan diez”

Testimonio de Eliseo Arredondo Blanco

“De cien quizás vuelvan diez”

Por Néstor Corrales Méndez

Esta es la frase con la cual don Eliseo Arredondo Blanco de 89 años de edad y oriundo de Bajo La Paz, nos hizo reír hasta el cansancio. Y es que él cuenta sus historias con una gran picardía.

Nació el 22 do mayo de 1913. Es hijo de don Eusebio Arredondo Bastos y doña Ersilia Blanco Villalobos. Contrajo matrimonio con doña Adela Rojas Arias y de esta unión matrimonial nacieron nueve hijos: cinco varones y cuatro mujeres.

La infancia de don Eliseo no fue tan fácil. “Imagínese don Néstor, aquí todo era montaña, lluvia y barreales. Para regresar a nuestro rancho tenía que cruzar tres ríos. Éramos nueve hermanos y todos andábamos descalzos. Mi tata solo trabajo nos aplicaba, de ahí que nunca pude estudiar. No pasé el silabario”.

El 48

Don Eliseo fue un gran protagonista de la Guerra del 48. “Don Chico (Francisco J. Orlich) y yo, éramos como hermanos. Para la Guerra del 48 mi casa se convirtió en cuartel y el aserradero de don Chico que se localizaba a cuatro kilómetros de mi casa, también. Recuerdo que un día don Chico me mandó a traer comedera y zapatos a Piedades Sur en yuntas de bueyes para preparamos para la guerra. Además en una ocasión me dijo que pusiéramos un teléfono en mi casa con alambre de púas y aisladores de pedazos de hule, así de esta manera nos comunicábamos. Chico era el Capitán” señala Arredondo.

Varios sustos se llevó don Elíseo en esta guerra. “En la madrugada pasó un avión volando bala sobre mi casa y tirando bombas, una de ellas cayó a 300 metros de donde estábamos los 21 soldados. En la tarde nos dimos cuenta que en Santa Elena cayó el aparato (seguro lo pegamos). Rápido se ganó la Guerra del 48″, asevera don Eliseo.

Otro de sus grandes amigos fue don José Figueres Ferrer. “A don Pepe nosotros lo llamábamos con el sobrenombre de ‘Tacones’. Él llegaba a mi casa directamente a la cocina a sacar frijoles. Era un hombre muy tenaz”.

Don Elíseo toda la vida trabajó en la producción de dulce.

El 55

Con orgullo este valiente varón manifiesta que su nombre se encuentra junto con otros de San Ramón en la Casona de Santa Rosa en una placa en homenaje a los héroes del 55. Con una mente muy lúcida nos narra algunas anécdotas. “Yo quería defender la patria de los invasores, de ahí que tomé mi vehículo rumbo a Liberia. Don Humberto Mora quien era el Jefe del Resguardo en San Ramón, me pidió que lo llevara. Partimos de madrugada rumbo a Liberia. allí en una plazoleta del tamaño de la parada de buses de San Ramón, nos reunieron a todos antes do partir a la guerra. Después de la bendición, el sacerdote nos dijo que de cien, quizás volvían diez. ¡Imagínese qué aliento nos dio! Y para cerrar con broche do oro, el cura señaló que al primero que tiraban era al chófer. Cuando este sacerdote dijo esto, muchos se desaparecieron de mi lado ya que yo era el chófer de la milicia. En esta lucha hubo compañeros que se orinaron y usted sabe lo demás ¡No sea tan ingrato, hay que estar en una guerra para saber lo feo que es!”, destaca el héroe.

Líder comunal

Arredondo no sólo ha tenido una excelente labor en el campo militar, toda su vida se ha distinguido por colaborar con el desarrollo de su comunidad. Él regaló el terreno de la escuela y del salón, como también luchó por conseguir la carretera para su pueblo. Además durante dos períodos fue síndico y en una ocasión regidor.

Sin pensión de guerra

Aunque usted amigo lector no lo crea, este gran héroe nacional que luchó en dos ocasiones por defender el derecho al sufragio y la soberanía nacional, ha sido victima de la indiferencia de parte de los gobiernos, ya que no tiene pensión de guerra. Esta situación es injusta y repudiable, por lo tanto hacemos un llamado al actual gobierno para que actúe justamente y se recompense a don Eliseo con lo que se merece: una pensión de guerra.

Fuente: Actualidad “La Revista de Occidente”