José Tavío y Silva
Nombre completo: Juan José Tavío y Silva
Nacionalidad: Cubano
Ocupación: Militar
Cargo en Costa Rica: Director General de la Policía (1947–1948)
Años de actividad en Costa Rica: 1946–1948
Fallecimiento: Ejecutado en Cuba, posterior a 1959
José Tavío y Silva fue un militar cubano que desempeñó un papel relevante —y controvertido— durante la Revolución del 48. Proveniente de Cuba, donde había servido durante la presidencia de Fulgencio Batista, llegó a Costa Rica como parte de un grupo de oficiales extranjeros contratados por el gobierno del presidente Teodoro Picado para reforzar sus fuerzas de seguridad, en un contexto de creciente tensión política.
Tavío fue nombrado Director General de la Policía, con rango de coronel, convirtiéndose en una figura clave de la represión gubernamental contra sectores opositores durante la huelga de brazos caídos de 1947 y los meses previos al conflicto armado.
Durante la guerra civil, su nombre se asoció con actos de violencia política, como el asesinato del opositor Nicolás Marín Conejo, capturado, torturado y ejecutado por él y fuerzas bajo su mando en marzo de 1948. También se le vincula con el ataque a la residencia del Dr. Carlos Luis Valverde Vega, líder opositor, que llevó a su muerte. Estos hechos incrementaron la percepción de brutalidad del régimen caldero-picadista y fortalecieron el apoyo al movimiento insurgente liderado por José Figueres Ferrer.
Tras la victoria del Ejército de Liberación Nacional, Tavío fue condenado a 30 años de prisión por homicidio calificado. Sin embargo, no cumplió la condena, ya que había salido del país. En 1958 fue beneficiado por una amnistía general decretada por el gobierno de Mario Echandi, pero nunca regresó al país.
Regresó a su natal Cuba, pero tras el triunfo de la Revolución Cubana (1959) fue arrestado por sus vínculos con el régimen anterior de Batista y se dice que fue ejecutado por las nuevas autoridades revolucionarias.
Tavío representa el lado más oscuro de la intervención extranjera en la política costarricense de mediados del siglo XX. Su actuación como jefe policial durante el conflicto armado de 1948 lo convirtió en símbolo de la represión del bando oficialista, y su figura es un ejemplo de los peligros del militarismo importado.
Aunque poco recordado en la memoria popular, su historia ilustra cómo actores foráneos jugaron papeles significativos, en este trágicos, en la historia nacional.
Comentarios Facebook