Atentado contra Figueres por parte de Trujillo

Atentado contra Figueres por parte de Trujillo

Atentado contra Figueres por parte de Trujillo

El presidente Jose Figueres Ferrer, había sido uno de los críticos del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo. También, apoyaba la Legión del Caribe, una alianza entre varios líderes y militantes democráticos latinoamericanos (Guatemala, México, Costa Rica, Venezuela) unidos con el fin de ponerle fin a las dictaduras en la región y democratizar los países.

Además, Figueres le había dado albergue y cierto apoyo a varios líderes exiliados dominicanos, entre ellos, al general Juan Rodríguez, al militar Miguel Ángel Ramírez Alcántara, Horacio Ornés Coiscou y al propio Juan Bosch.

El 17 de mayo de 1957, las autoridades costarricenses detuvieron en San José a los sicarios cubanos Jesús González Cartas, alias El Extraño (hombre violento que después moriría acribillado en Miami), Herminio Díaz García (después sería guardaespaldas del gánster Santos Trafficante) y un tercer individuo apodado El Francesito. Este último podría ser Ernesto Puigvert Thron, de padres franceses. Era un individuo aventurero, agente político internacional de Trujillo quien anteriormente había sido oficial del ejército francés. Estaba casado con una dominicana y estaba internamente muy relacionado con el régimen.

Los tres eran agentes de Trujillo y fueron acusados de conspirar para matar al presidente Figueres. Por ser Costa Rica un país que se regía bajo una constitución democrática, al cabo de un tiempo, simplemente fueron deportados.

Adaptado de Historia Dominicana en Gráficas y ecured.

Internacional de las Espadas

 
En las décadas de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, cuando una buena parte de América Latina, con la anuencia explícita del Pentágono, se hallaba secuestrada por dictaduras militares, existía la Internacional de las Espadas. Don Pepe fue uno de sus más odiados adversarios.

Era una especie de fraternidad, sin declaratoria oficial, que ofrecía ayuda mutua al círculo de dictadores de turno para frenar los avances de los movimientos que intentaban reponer las democracias. Del selecto club formaron parte en algún momento Duvalier en Haití, Somoza en Nicaragua, Pérez Jiménez en Venezuela, Rojas Pinilla en Colombia, Trujillo en República Dominicana, Stroessner en Paraguay, Fulgencio Batista en Cuba y Manuel Odría en Perú.

Fue esta internacional la que se encargó ­a través de la mano Trujillo, el dictador sangriento y lascivo protagonista de La fiesta del chivo de Vargas Llosa­, de preparar los fallidos atentados contra José Figueres y Rómulo Betancourt, presidentes demócratas que le resultaban muy incómodos, porque habían erigido como doctrina internacional la negativa de mantener relaciones diplomáticas con gobiernos totalitarios, actuaran estos en nombre del comunismo, como el caso de Castro o “del orden, el progreso y el capital”, como el del matón dominicano.

El tirano venezolano Pérez Jiménez cayó en 1958, y la principal radio clandestina del movimiento insurreccional funcionó en “La Lucha”.

Este grupo intervino directamente en Costa Rica, ayudando a Calderón Guardia con soldados, armas y aviones, para la invasión al país de enero de 1955, conocida como la “Invasión del 55”.

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