Benjamín Núñez Vargas
1915-1994
Nació el 24 de Enero de 1915 en Pacayas de Cartago. Sus padres fueron Juan Núñez y Mariana Vargas.
El 9 de enero de 1938 se lleva a cabo su ordenación sacerdotal. Estudió sociología en EUA y en 1942 obtiene un Doctorado de la Universidad Católica.
Fue el fundador de la Confederación Costarricense del Trabajo Rerum Novarum. En agosto de 1943 inició un movimiento con alrededor de 75 sindicatos, desarrollando una tendencia ideológica cristiana, organizando fundamentalmente trabajadores de las plantaciones bananeras.
Durante la Revolución del 48 se desempeñó como Capellán del Ejército de Liberación Nacional, y tuvo un destacado papel como negociador plenipotenciario para la firma de la capitulación del Gobierno.
En 1948 ejerció el cargo de ministro de trabajo de la Junta Fundadora de la Segunda República. Fue fundador y rector de la Universidad Nacional de Costa Rica (UNA).
El Padre Núñez fue sacerdote, doctor universitario, ministro de Trabajo, embajador, profesor universitario, rector. Pero también fue, en una gran dimensión humana y espiritual, un patriota, un hombre que amó y defendió siempre su patria, pero a la patria de hombres trabajadores, que sufren y necesitan reivindicación permanente.
De gran influencia en el país durante la segunda mitad del siglo XX, se le considera uno de los gestores de la fundación de la Segunda República luego de la Revolución del 48.
Murió en San José, el 19 de Setiembre de 1994.
Fue declarado Benemérito de la Patria por la Asamblea Legislativa, según acuerdo 21.283 del 12 de agosto del 2021.
Galería
El padre Núñez
Alfredo Trejos Salas
El padre Núñez fue sacerdote, doctor universitario, profesor de sociología en la Cátedra de Estudios Generales de la Universidad de Costa Rica, ministro de Estado, embajador, rector de la Universidad Nacional, protector de los chilenos que llegaron a Costa Rica después del golpe de Estado que dieron los militares chilenos contra el Presidente Allende, y defensor del pueblo de Israel.
Escribió muchos discursos para el Presidente Orlich y para otros ciudadanos que llegaron a ser Presidentes de la República por el Partido Liberación Nacional. También escribió ensayos y artículos notables para la Revista Surco Nuevo, además de un bello libro titulado «Del Volcán Irazú al Monte Sión».
El Padre Benjamín Núñez falleció el 19 de septiembre de 1994. Hoy casi nadie lo recuerda en el Partido Liberación Nacional. Fue un verdadero socialdemócrata, teñido de social cristiano. Sus restos reposan en los jardines de la Iglesia de San Isidro de Coronado (costado norte), junto a unas piedras traídas expresamente de Israel y se grabó en su tumba una frase en latín que dice «O sacerdos, ¿tu qui es? Nihil et omnie» (Oh sacerdote, ¿tú que eres? Nada y todo
Mi hermano Gerardo tuvo desde jovencito una relación estrecha con el Padre Núñez. Le invitó, desde un inicio, a participar en la elaboración del «Manifiesto del Patio de Agua», a juicio de Gerardo, el documento político más importante – después del programa de gobierno del Partido Reformista de Jorge Volio – que se produjo en la Costa Rica del siglo XX. A su acogedora casa de habitación asistían, regularmente los sábados por la tarde, además de mi hermano Gerardo, Enrique Obregón, Matilde Marín y su esposo Enrique – padres de Ana Iztarú -, Luis Alberto Monge, Jorge Luis Villanueva Badilla, Rodolfo Solano Orfila, el doctor Chacón y algunos otros ilustres ciudadanos, a discutir los problemas del país y a proponer soluciones.
El Manifiesto fue suscrito por muchísimas personas cuando fue publicado en la prensa y provocó encendidos y apasionados debates en la opinión pública.
El Padre solía invitarlos a tomar una taza de café o de humeante chocolate después de la sesión, o bien a una «pichahelada» de refrescos, como solía decir con evidente malicia.
Años más tarde, cuando fue cofundador y Rector de la Universidad Nacional, designó a mi hermano «dedocráticamente», Director de la Escuela de Relaciones Internacionales de esa institución, para solucionar una crisis que se había estallado a raíz de una visita que hicieron a Panamá, universitarias, profesores y alumnos invitados por el presidente Omar Torrijos.
El último encuentro que tuvieron mi hermano Gerardo y el Padre Núñez fue el 8 de mayo de 1994, en la toma de posesión del presidente Figueres Olsen. Estaba ya muy enfermo y moriría pocos meses después. Su fallecimiento nos entristeció mucho.
El Padre Benjamín Nuñez fue, a mi humilde entender, un «malin», pero únicamente en uno solo de los significados que el Petit Larousse da a ese vocablo: «fin, rusé, habil».
Trejos Gerardo, Remenbranzas, Pequeñas Acuarelas» Editorial Juricentro, San José, Costa Rica, 2009, páginas 101 y siguientes.




















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