Dia de la toma de San Isidro del General
Jorge Ekikett Alfaro Alpízar
El excombatiente más joven de dicha toma de San Isidro
12 de marzo de 1948
En el año de 1947 se realizaba la campaña electoral entre don Otilio Ulate Blanco y el Dr. Rafael Ángel Calderón Guardia.
En esa época, aunque era muy joven para votar, participé ya de lleno vendiendo bonos para el candidato Ulate, los cuales iban desde un colón hasta cincuenta colones. Por ese entonces era mal visto trabajar en favor del candidato opositor, por lo que fui detenido por la policía y llevado a la cárcel donde me azotaron.
Así continuaron persiguiéndome por mucho tiempo, hasta el colmo que no permitían que me acercara ni a las ventanas de los billares porque me volvían a detener. Todo eso provocó que les tomara miedo y odio e hiciera que me integrara a trabajar de lleno con el comité político de don Otilio Ulate.
El día de las elecciones me “partí el alma” trabajando, y para mí fue una gran satisfacción saber que habíamos ganado las elecciones libres. Por lo tanto, me causó una gran sorpresa al pasar los días que la Asamblea Legislativa de ese entonces anulara las elecciones diciendo que había fraude.
Esto fue lo que provocó que don Pepe Figueres se uniera con varios hombres honestos y amantes de la libertad y en “La Lucha” decidieran pelear contra la corrupción cometida por el gobierno calderocomunista.
Se comunicó entonces a los señores Piquín Fernández y Manuel Camacho —que en paz descanse— para efectuar reuniones con la gente de San Isidro que había estado con Ulate, reunión en la cual participé a pesar de que era muy joven.
Al principio la gente desconfió por mi corta edad, pero algunos, entre ellos el señor Romilio Durán Picado, dieron fe de mi hermetismo y añadieron además que yo había sido un gran colaborador en la campaña, por lo que tenía derecho a estar en esa reunión.
El once de marzo de 1948 se iniciaría la toma de San Isidro, pero un gran aguacero que se desató en la finca La Lucha impidió que dicha toma se efectuara el día once de marzo; al día siguiente, o sea el doce por la mañana, mandó Figueres a Frank Marshall y a unos amigos para avisarnos lo del aguacero y que en la noche se tomaría San Isidro.
Se llegó al acuerdo de que el día doce de marzo de 1948 teníamos que estar en La Tolba a esperar los refuerzos que venían de La Lucha para tomar San Isidro. Sin embargo, ese mismo día en la noche los calderocomunistas, posiblemente previendo nuestros movimientos, llenaron las calles de San Isidro de barricadas, y a eso de las diez de la noche iniciaron una balacera, causando gran pánico entre la población.
Me encontraba yo en el negocio de don Jorge Ramírez llamado La Casa Amarilla; al oír los disparos salí y me dirigí muy asustado a la plaza, donde me tuve que tirar al suelo para no ser alcanzado por las balas. Permanecí inmóvil durante aproximadamente media hora, pensando que posiblemente el operativo nuestro se había adelantado a lo previsto.
Repentinamente escuché unos pasos, y descubrí que era un amigo llamado Mario Garbanzo, a quien le pregunté qué sucedía, contestándome él que era la gente del Resguardo Fiscal, quienes junto con una ametralladora que se encontraba en la casa de los comunistas —o sea, la casa de Rómulo Salas—, eran los que iniciaron el tiroteo.
Le dije que tenía que trasladarme a La Tolba (hoy Barrio San Luis), que quedaba en la entrada de San Isidro, pero que no podía hacerlo por el camino principal porque había gente contraria y podían apresarme.
Garbanzo entonces dijo que nos fuéramos por un guayabal al cual se entraba por la casa del señor Otoniel Ceciliano, saliendo a un lugar donde ahora se encuentra la Escuela 12 de Marzo, donde debíamos reunirnos con la gente que venía de La Lucha y mandada por don Pepe.
Como yo era el único que faltaba, estaban ansiosos y cuando llegué elogiaron mi esfuerzo y el valor que mostré por haber salido del tiroteo de San Isidro, y en broma me dijeron que esperaban que yo “…no me obrara en los pantalones cuando me silbaran los primeros tiros, porque ahora sí íbamos en serio…”.
Al ser la una de la madrugada, divisamos las luces del primer vehículo con los muchachos que mandaba Figueres y que venía al mando de Carlos Gamboa, y lo formaban entre otros:
Tista Gamboa, Max “Tuta” Cortés, José Luis Cubero, Harold Mora Gómez, Marcelino Jiménez, Carlos Luis Castro, Arturo Sotillo, Julio César Mora, Fernando Ortuño, Miguel Ángel Flores, Carlos Luis Fernández, Juan José Moya, Jorge Romero Calderón, Domingo García, Ricardo Arana, Domingo Chacón, Enrique Jiménez Canoza, Aníbal Monge y Eladio Bonilla.
Edmond Woodrich, Juan Arrea, Roberto Valdeperas, Roberto Fernández Durán y los pilotos capitán Guillermo Núñez y Otto Escalante, que se quedaron en La Tolba hasta que cogieran San Isidro, para que no fueran heridos o muertos, ya que se necesitaban para traer las armas de Guatemala, se conformaron tres grupos de acción: uno tomaría el Resguardo Fiscal, el otro la casa de los comunistas (del señor Chacón) y el último las oficinas de la Jefatura Política.
Se me pidió que guiara al grupo que tomaría la Jefatura Política, dado que —como expliqué— ya sabía el camino. Así llegamos a la iglesia que para ese entonces tenía muchos árboles y enramadas, lo que permitía ocultarnos de los calderocomunistas.
En consecuencia, le correspondió a nuestro grupo con la toma de la Jefatura iniciar lo que conocemos ahora como “La Revolución del 48”, y a mí —y esto lo digo sin la menor vanidad— me correspondió ser el combatiente más joven que participó en el inicio de la Revolución y en la toma de San Isidro del General.
Posteriormente se enrolaron muchos más jóvenes, entre ellos don Miguel Zúñiga Díaz, más conocido como Miguel Salguero (el periodista), y el joven Bernardo Jiménez.
En la mañana del 12 de marzo, se logró capturar un avión de TACA que llegaba a las seis de la mañana. Luego se procedió a la detención del radio-operador de TACA; se le encomendó que enviara mensajes, y el primero que envió fue: “Hay buen tiempo.”
Rato después aterrizaba el primer avión de TACA; fue entonces cuando se envió un segundo mensaje diciendo que el avión había aterrizado con el tren de aterrizaje con problemas, que mandaran otro avión, lo cual, una hora después, llegó: justo lo que necesitábamos, dos aviones y mecánicos.
Días antes de lo descrito, había llegado a San Isidro un camión cargado con combustible de avión, que los señores Cruz Ramón escondieron muy bien, lo que permitió que los capitanes Núñez y Escalante fueran en los aviones capturados a Guatemala en busca de armas. Los acompañó de regreso un grupo de exiliados de otros países residentes en Guatemala, conocidos con el nombre de Legión Caribe, dispuestos a morir por la libertad de nuestro país.
Entre los que podemos citar al general Miguel Ángel Ramírez Alcántara, el mayor Morazán, el capitán Tercero, teniente Rivas, teniente Báez Bone, el indio Sánchez, el indio Godoy, Jacinto Castro, el capitán Ornez, Presentación Ortega y el coronel Isaula E., que con un grupo de hombres que se entrenó en Santa María de Dota salieron a tomar Limón con gran éxito.
Los señores Carlos Castro Solano y Rafael Montenegro nos esperaban con un grupo de Rivas en el Alto de Alonso, para entrar por el sur de San Isidro.
Nota:
Grupo de compañeros de San Isidro del General que tomaron San Isidro esa madrugada del 12 de marzo de 1948:
MANUEL CAMACHO
PIQUÍN FERNÁNDEZ
ROMILIO DURÁN
RAMÓN SEGURA
ANÍBAL BARBOZA
RAMIRO BARBOZA
JOSÉ NITOS TABASH
ISMAEL MORA
JUAN CORDERO
JUAN BARBOZA
ARTURO MUÑOZ
VÍCTOR BADILLA
RIGO INFANTE
MARIO GARBANZO
BERNARDO AMADOR
ADOLFO PEREIRA
AQUILÉO BARRANTES
DIMAS BARRANTES
OLDEMAR CHAVARRÍA
MANUEL MADRIGAL
ARTURO ALTAMIRANO
JORGE RAMÍREZ
Y el que les escribe, Jorge E. Alfaro Alpízar, y otros muchos que se me escapan de la memoria en este momento.




Comentarios Facebook