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El ideario nacional de Rodrigo Facio Brenes

El ideario nacional de Rodrigo Facio Brenes

El ideario nacional de Rodrigo Facio Brenes

Carlos Montenegro Ríos

Temas de Nuestra América
Vol. 15, Núm. 32 (1999)

Panorama histórico

«Esta nueva Costa Rica que estamos organizando, la organizaremos sobre la base de ideas y de principios de conveniencia para nuestra República». Rodrigo Facio Brenes (1917-1961).

Para entender la obra de Rodrigo Facio Brenes es importante conocer el contexto socio-histórico de Costa Rica de los años 1935 a 1960. El país se encontraba bajo la influencia del modelo liberal clásico agroexportador de crecimiento «hacia fuera» del siglo pasado, y había logrado una particular combinación de tenencia de la tierra, entre la hacienda cafetalera, la mediana y pequeña propiedad y una amplia frontera agrícola que permitía un régimen libre de fuertes tensiones sociales, que en otros países latinoamericanos se traducía en focos de desestabilización agraria, con rebeliones populares y dictaduras oligárquicas.

Esta República liberal cafetalera —todavía con escasa población— languidecía sin mayores sobresaltos políticos. La huelga bananera de 1934 logró que artesanos, trabajadores urbanos y obreros bananeros, lucran la base del incipiente Partido Comunista fundado en 1931, el cual reactivará una política de beneficios sociales, como la aprobación del salario mínimo en 1935 —entre otras cosas—(1). Por los efectos de la Depresión Mundial de los años 1929-30, el país se aboca a una serie de reformas bancarias, para tener mejor control sobre la oferta monetaria y manejar el pago de la deuda externa, así, 1935 es un año también electoral, con cierta bonanza económica, que es aprovechada por el nuevo presidente León Cortés Castro (1936-1940), para darle un fuerte empuje a la construcción de edificios públicos, tanto en el sector salud, educativo como administrativo del Estado(2).

Esto es aprovechado por la incipiente clase media para fortalecerse, tanto en la burocracia estatal, como en las profesiones liberales que observan en este crecimiento físico del aparato del Estado una oportunidad de ascenso social. Pero la Segunda Guerra Mundial interrumpe esta bonanza redefiniendo el comercio exterior, obligando a la oligarquía a reorientar la venta de su principal producto, el café, de Gran Bretaña y Alemania hacia los Estados Unidos(3). Este cambio de mercado provoca una baja en el precio del café, así como también problemas para la comercialización del banano. La baja en los ingresos fiscales no es obstáculo para que el gobierno de Rafael Angel Calderón Guardia (1940-1944) inicie el mis importante programa de reformas sociales que ha tenido este país, desde la ruptura del pacto colonial en 1824.

El presidente Calderón Guardia en su sui generis alianza con los líderes del Partido Comunista y el jefe de turno de los tonsurados de la Iglesia Católica quien le da el exeat —Sanabria Martínez— inicia un amplio programa de legislación social, que va desde la apertura del centro de educación universitaria más importante del país, pasando por profundas reformas a los sistemas de salud, transformaciones laborales y una amplia gama de garantías sociales Puede afirmarse que el gobierno de Calderón Guardia sentó las bases del Estado benefactor que estuvo vigente hasta el gobierno de Rodrigo Carozo (1978-82)(4). Sin embargo, la alianza con la emergente izquierda le trajo fuertes críticas de la oposición. Con la fundación en 1940 del Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales (CEN). dirigido por el joven estudioso de la política y economía Rodrigo Facio Brenes y el historiador Carlos Monge Alfaro, se le propone al gobierno que las reformas sociales que se imponen no prosperarían porque el Estado es obsoleto técnicamente y antes que reformas populistas, la asignatura pendientes la reestructuración estatal; podemos decir que esta postura aglutinó buena parte de la oposición al gobierno de Calderón que más por miedo a las reformas que por otra razón, permite unir al CEN al hacendado cafetalero José Figueres Ferrer, quien con su disidencia tendrá un papel protagónico en los hechos político-militares de 1948. La necesidad de profundizar las reformas caldero-eclesiales-comunistas hace que éstos en una coalición del partido Republicano Nacional y Vanguardia Popular, siempre con la bendición del altísimo, apoyen la candidatura de Teodoro Picado, quien gana las elecciones para el período 1944-48, iniciando su gobierno con el resurgimiento de los precios del café, al final de la Guerra Mundial. Es la medida más importante del gobierno de Picado, el nuevo código electoral de 1946, para garantizar la pureza del sufragio en las próximas elecciones.

Pero ya se iniciaba la fuerte confrontación ideológica y política en el marco de la guerra fría(5) y el gobierno de Picado se encuentra en la imposibilidad de continuar con las reformas calderonistas, primero por la presión de la burguesía cafetalera, que pedía dar marcha atrás en las reformas; segundo, por la separación de la coalición Bloque de la Victoria que había llevado a Picado a la Presidencia— de los comunistas, quienes critican fuertemente el entreguismo del gobernante a la oligarquía criolla y su alineamiento al anticomunismo mundial.

Indudablemente que el escenario de la Guerra Fría marcó la campaña política de 1948. en la que Calderón Guardia con su vieja alianza con los comunistas enfrenta a Otilio Ulate Blanco y ambos bandos organizan un fraude electoral significativo que desemboca en el alzamiento militar de José Figueres, que había regresado del exilio de México e inicia la revuelta junto con su «Ejército de Liberación Nacional»(6).

No es el objetivo de esta síntesis histórica explicar los hechos de 1948, ya que existe abundantísima literatura al respecto; es nuestro deseo ubicar al lector en los hechos que son relevantes para entender a nuestro protagonista principal en el período de La historia nacional que le tocó vivir(7). Sin embargo, merece mencionarse que cuando en 1940 se funda el CEN, se abrió un lugar para la discusión seria a propósito del modelo alternativo de sociedad que necesitaba el país en contraposición de la propuesta caldero-comunista.

De allí surgen ideas importantes para entender la nueva propuesta nacional no sólo como concepto filosófico, sino también en el ámbito político-electoral, que los lleva a fundar en 1945 —junto con el Partido Acción Democrática— el Partido Social Demócrata, típica expresión pequeño-burguesa que se enfrentará en el escenario nacional a vanguardistas y republicanos.

Pero será la revuelta armada ya indicada la que permitirá al partido Social Demócrata llegar al gobierno, reorganizando así un nuevo pacto social plasmado en la Constitución de 1949, en la que Facio Brenes tendrá un papel protagónico como redactor de la nueva carta magna.

Así, la revuelta de Figueres dará los siguientes resultados:

1. Exclusión de la clase obrera derrotada del nuevo pacto ínter-clases.
2. Emergencia de sectores medios al aparato del Estado.
3. Redefinición del bloque hegemónico con un sector agro-industrial y comercial mucho más moderno y vinculado a nuevos mercados mundiales emergentes.
4. Reajuste del modelo exportador tradicional, con fuerte inversión foránea.
5. frofiindización de un modelo de desarrollo económico con rasgos de una democracia burguesa, asistencial y clientelista.
6. Modificación del gasto público, con la supresión del ejército, haciéndose énfasis en los campos de salud, educación e infraestructura vial y eléctrica.

Al fundarse la Segunda República, se inicia un período de estabilidad en donde la economía del país vive un nuevo repunte; el empleo público crece sustancialmente y es el bastión de la clientela electoral que emerge en los años 50, tan importante que le permite a Figueres Ferrer fundar su Partido Liberación Nacional en 1951. Como resultado, se consolida una democracia asistencial y clientelista con Otilio Ulate como Presidente de la República (1949-1953), apoyado por el recién fundado Partido Liberación Nacional. La posguerra trajo múltiples beneficios al país, principalmente en el campo de las exportaciones, tanto de banano como de café, lo que permite el fortalecimiento de la fracción exportadora de la burguesía nacional y llegará con el tiempo a ser la fracción más importante de la burguesía costarricense, por su capacidad de diversificación de sus inversiones, que van desde tos bancos, financiero, turismo y tecnología de punta, entre otras inversiones. En 1953 Liberación Nacional lleva a José Figueres al gobierno, iniciándose un período de consolidación de la clase media, tanto urbana como rural, por medio del crédito público para la diversificación de la agricultura, el comercio y la industria; esta es la clase que decidirá quién es el siguiente presidente del país hasta la fecha sin que por ello signifique que tiene el control del poder económico; simplemente vota por los candidatos que le propone la élite gobernante(8).

En 1958, por divisiones internas, Liberación Nacional se derrota a sí mismo y permite que la oposición de origen calderonista tome el gobierno por medio de Mario Echandi Jiménez (1958-1962) quien realizará un gobierno muy proclive a los dictados de Washington, permeado por la ideología de la Guerra Fría (1945-1989); le tocará enfrentar los inicios de la revolución socialista en Cuba (1959), apoyando el anticomunismo y el conservadurismo que le dictaba el gobierno norteamericano(9). Esta es una pincelada a un país que pasa de ser una república oligárquico-cafetalera en 1935, a convertirse con los acontecimientos de 1948-49, en un país moderno, con un desarrollo capitalista que se apoya en las nuevas clases medias; en donde la clase obrera y demás sectores populares son marginados y el funcionamiento del Estado benefactor impulsará un desarrollo económico de carácter mesocrático y liberal.

Su obra

Para tener una idea mis clara del pensamiento de Facio Brenes, hemos dividido su obra en dos partes: producción escrita y acción política.

La primera podernos subdividirla en tres momentos: sus trabajos poético-juveniles de 1935-1937, su producción político-económica de 1938 a 1951. y su producción académica-universitaria del año 1951 hasta su muerte en 1961.

De su acción política tenemos también varios períodos, siendo el primero el que se inicia con la fundación del CEN. ya mencionado, que estuvo vigente de 1940 a 1944 y que corresponde a su etapa de producción político-económica; así también la unión del CEN con el Partido Acción Demócrata en 1945. para dar origen al Partido Social Demócrata, señala el inicio de su participación en el activismo político, hasta 1949. ano en que estará presente en la elaboración de la nueva Constitución en donde puede plasmar sus ideas sobre los regímenes de las autonomías, nacionalización bancaria, participación del Estado empresario, intervención estatal en la economía y el desarrollo en general del país.

La siguiente y última etapa del pensamiento de Facio se refiere a su producción académica-universitaria y va del año 1951 hasta su muerte. En esta etapa señala el compromiso de la universidad con el desarrollo nacional, principalmente en los campos de la planificación, formación de cuadros tecnocráticos para el Estado y en la ampliación de carreras universitarias.

Su obra escrita

Sus primeros artículos se publican en un pasquín llamado Rebelión, que era una publicación estudiantil del Liceo de Costa Rica. Allá por los anos 1935-36, igualmente hace sus primeras armas en El Estudiante y Frente Estudiantil. Estos trabajos son propuestas interesantes sobre problemas nacionales y sobre corrientes filosófico-políticas; sin embargo, pronto da paso a una poesía de corte social y costumbrista que se publica en Repertorio Americano que dirigió el intelectual Joaquín García Monge. En el Repertorio publica además de poesía, política, apuntes sobre la historia de la independencia y liberalismo(10).

Pero su obra más importante es su tesis de grado ante la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica, titulada «Estudio sobre Economía Costarricense» y que la sustenta en 1940(11).

Aquí Facio expone sus principales tesis sobre reformas al Estado, desarrollo económico y social; además de que se encuentran sus principales puntos de vista sobre la nación costarricense.

Entre 1940 y 1943, en distintos diarios del país, principalmente en Surco y en Diario de Costa Rica, presenta a la sociedad todo el ideario socialdemócrata y su trabajo «Un Programa Costarricense de Rectificaciones Económicas»(12); esboza aspectos sobre la democracia liberal, el régimen del intervencionismo estatal y elementos sobre planificación tecnocrática.

En el período que va de 1944 a 1948, Facio publica en los periódicos El Social Demócrata, Diario de Costa Rica y La Nación, todo un ideario sobre ideología socialdemócrata(13).

Lanza sus tesis sobre nacionalización bancaria, tanto en polémicas en los periódicos La Nación y La República como en trabajos más amplios, como «La Moneda de la Banca Central de Costa Rica» (1946); «Nacionalización Bancaria en Costa Rica. Antecedentes Históricos y Fundamentos Doctrinarios» (1951)(14). En 1949, al participar en los debates para la creación de la nueva Constitución, Facio decrece en su labor como escritor y polemista en temas nacionales. Pero a partir de 1951, hasta su muerte, él dedicará sus esfuerzos intelectuales al tema de la educación universitaria.

Aquí su preocupación es que la educación debe de vincularse al desarrollo del país y plantearle soluciones a los problemas, sin dejar de ser —por supuesto— un peldaño importante en el ascenso social de ta clase media. Sus conceptos de educación universitaria son elitistas y van a darle al profesional egresado el carácter de vanguardia, en la identificación y solución de los problemas.

Podemos concluir que toda la producción intelectual y académica de Facio va dirigida a revitalizar el capitalismo, modernizando el Estado, abriéndole paso a las clases medias y reformando el orden liberal cafetalero. para darle ingreso a nuevas fracciones de la burguesía, principalmente financieras y comerciales.

Su amplísima producción no ha sido estudiada y esta monografía al tocar el tema del nacionalismo en Facio, es solamente una excitativa a los investigadores de las Ciencias Sociales y Educativas, para conocer la obra y sus efectos intelectuales en la Costa Rica de hoy.

El nacionalismo de Rodrigo Facio

«El nacionalismo es una ideología antihumanitaria y antihumana que sirve exclusivamente de autodefensa a las élites sociales y políticas dominantes y sirve para encubrir los conflictos sociales y los antagonismos de clase«.

Hans-Joachim Koning.

En todo nacionalismo encontraremos la necesidad de legitimar los estados y la exaltación de sus valores, como parte del proyecto concebido por la élite para mantener la hegemonía política y en este caso la de los liberales(15). Rodrigo Faciocon su «liberalismo constructivo», aporta un pensamiento que equilibra elementos del liberalismo tradicional, de corte oligárquico cafetalero y aspectos ideológicos de la social democracia europea(16).

Facio es el intelectual —por excelencia— de la modernización capitalista en el país. Por un lado prepara ideológicamente a la oligarquía para la transición del orden cafetalero con importante apoyo estatal —principalmente el bancario— hacia un capitalismo con fuerte participación de tas clases medias, en donde los sectores populares, obreros y campesinos pequeños, quedan excluidos del nuevo pacto social que se construye.

El nacionalismo de Facio Brenes va a ser —en un primer momento— la legitimación de las libertades democráticas republicanas que se heredaron del antiguo régimen de Ricardo Jiménez Oreamuno y que, de alguna manera, se plasman en su tesis de graduación como también en el CEN. En este centro se aglutinará un importante sector de jóvenes empresarios (Jorge Rossi, por ejemplo) y recién graduados universitarios (Carlos Monge Alfaro, para otro ejemplo), los cuales analizarán críticamente la falla de dinamismo económico que caracterizó a la oligarquía cafetalera tradicional y su rigidez para aceptar nuevas fracciones y/o clases en la dinámica del poder.

También alertarán sobre los riesgos que tiene un proceso de cambio que acepte demandas populares, tal y como lo proponía Calderón Guardia y su programa redistribucionista de corte populista. Con la fundación del Partido Social Demócrata, Facio entra de lleno en el combate por «la defensa y el fortalecimiento de las libertades democráticas republicanas y el progreso social sobre la base de una economía fuerte y organizada»(17), precisando desde ya su nacionalismo de corte anticomunista, cuando nos dice que «estamos frente al comunismo que pretende justificar con el progreso social la dictadura política y la liquidación de las libertades democráticas»(18).

Aquí, sin mucho preámbulo, Rodrigo Facio hace su declaración de fe y con la revuelta de 1948, se fortalece la coalición de los sectores medios y la oligarquía y se derrota a las clases populares, eliminándose por vía del exilio y muerte a calderonistas y comunistas(19), emergiendo un nacionalismo anticomunista que se caracteriza por:

1. La utilización de un vocablo anatémico y anafórico de uso represivo-ideológico que propone la defensa de los valores ético-morales de Occidente amenazados por la instauración del socialismo en la Unión Soviética.
2. Tiende a darnos una explicación dicotómica de la sociedad, con una visión catastrófica. violenta, competitiva, racista, apocalíptica, milenarista de la vida social.
3. Tiene una visión estadolátrica de la sociedad, en donde se persigue al sindicalismo y gremialismo, principalmente el de las plantaciones bananeras, oponiéndose a cualquier tipo de organización popular que cuestione el sistema imperante.
4. Es también un vocablo polisémico que no solamente confronta al comunismo, sino que tiende a conformar el ideario de un nacionalismo exacerbado.
5. El anticomunismo sustenta ab aeterno la defensa de la propiedad privada, la libre empresa y las libertades individuales a ultranza.
6. Rechaza ad portas cualquier tipo de reordenamiento agrario.
7. Utiliza la religión católica y evangélica, así como sus jerarquías para atacar el ateísmo y satanizar cualquier idea de cambio que no preserve el status quo.
8. Finalmente, el anticomunismo viene a ser una manifestación de la lucha de clases, que busca justificar los males de una sociedad atribuyéndolos exclusivamente a la presencia y acciones de los países socialistas, los cuales por interpósita mano desestabilizan la paz interna y ponen en peligro las democracias occidentales y el orden justo(20).

Este ideario nacionalista es recogido en pinte por la nueva Constitución de la República de 1949 y por las leyes que se elaboran a partir de ésta.

Volviendo al pensamiento de Facio Brenes. podemos observar que su influencia en la redacción de la Constituciones relevante: propone la creación de instituciones autónomas al interior del Estado, el desarrollo hidroeléctrico del país con un monopolio estatal, intervención directa en la inversión pública, monopolio de la banca estatal.

Resumiendo el pensamiento económico-social: modernización del Estado, participación de nuevas fracciones burguesas, emergencia de una mesocracia por vía de la educación universitaria. Y el ideario político se resume: profundizar la democracia burguesa, confrontar el modelo marxista de sociedad, evitar políticas redistribucionistas, buscar alianzas con los listados Unidos en el campo económico y político, para confrontar mejor a la Unión Soviética.

Sus críticas al comunismo son directas y lo acusa de ser rígido, esquemático, mecanicista. que convierte al ser humano en una maquina de producción(21), para finalmente dar su versión satanizada que dice así: «el marxismo hace prédicas de odio y de violencia social, excita las más bajas pasiones de las masas y alimenta sus mis bajas aspiraciones»(22). Son estas las deplorables afirmaciones de uno de los más brillantes intelectuales de su época, que se une así al anticomunismo de la clase dominante y que hubiera sido preferible escucharlo en las voces de un Frank Marshall o de Fernando Volio Jiménez, quienes en esa época salían vociferando en los medios de comunicación posturas de ese tipo.

Sin embargo, fuera de estos exabruptos, Facio asume una actitud de enfrentamiento académico con el marxismo y a partir de los años 50 —cuando se vincula con más vigor al quehacer universitario— sus artículos y discursos contribuyeron en mucho a definir el nacionalismo anticomunista tan necesario para terminar con la derrota política de la clase obrera, después de su derrota armada en 1948(23).

Sus trabajos de mayor fuste en contra del marxismo son para indicar que el materialismo es mecanicista y reductivo y que el país debe de tomar una posición clara para preservar la democracia liberal, fortaleciendo el Estado y garantizándole a la clase media su acceso a la educación superior, como forma de calificarla profesional mente, para que sea el motor y garantía de estabilidad social. Así, el Estado tendría un gobierno de técnicos imbuidos de un nacionalismo anticomunista, despolitizado y muy dispuesto a recibir los «paquetes de desarrollo»que se aplicarían en el país.

Este repudio hacia las posturas de izquierda —en aras de una tecnocracia— será una deformación importante que se trasladará al Partido Liberación Nacional y permitirá hacer de la política una abstracción de la misma, lo que rápidamente derivará en politiquería, muy propio del PLN y que ha sido fuente de inagotables corrupciones desde su fundación en 1951 hasta la fecha.

No quiero decir con ello —en absoluto— que Rodrigo Facio tenga la culpa de estas corruptelas; sino que al tratar de desideologizar el Estado —cuestión que nunca se logra— dio pie para que se estableciera una forma de política del cinismo a partir de la supuesta «apoliticidad» de la acción pública y de pretender que está para servirle a la sociedad por entero.

Por otra parte, Facio proponía —y la posteridad se lo reconoce— que no era solamente cambiar el desarrollo económico—de corte liberal— ni terminar con la derrota política e ideológica de los comunistas. Era tener como último fin la conformación de una sociedad desarrollista de corte reformista con una amplia base social de los lectores medios, en donde el Estado mantuviera el control monopólico de las principales fuentes económicas, con fuerte desarrollo social en educación y salud, y ascenso social de una mesocracia educada.

En buena medida esta visión triunfante liberal era el optimismo reinante después de la Segunda Guerra Mundial, en donde el «fulgurante desarrollo económico» mundial, con buenos precios del café y el banano, más la denota de los comunistas criollos y el avance de la reconstrucción europea occidental, daban pie para hablar exultantemente del porvenir que al país le tocaba vivir. Facio lo traslada en un artículo en 1960 en donde señala cómo mejorar las relaciones entre Estados Unidos y América Latina y nos indica que debemos conocer mejor i nuestro vecino del norte y por supuesto aprender mucho de él(24).

También sale en una sui-generis defensa de Cuba, alabando el fin de la dictadura batistiana e indicándole a los cubanos cuál era el camino correcto por seguir(25).

Es pues, el nacionalismo de Rodrigo Facio:

1. «Un liberalismo criollo y espontáneo»(26).
2. Una democracia rural ahora apoyada con el «claro requisito de la educación»(27).
3. Una democracia en donde «las incitaciones de las doctrinas extremistas» no tienen cabida(28).
4. «Una república liberal, fortalecida por la reforma educativa impulsada por don Mauro» y ahora revitalizada por la creación de la Segunda República, que con sus programas educativos, desarrollo infraestructural permitirán a Costa Rica dar el salto hacia desarrollo, al mejor estilo cepalino(29).

Podemos decir que Rodrigo Facio es un anticomunista ilustrado que plantea su ideología dentro de una concepción de nacionalismo desarrollista, en un humanismo académico universitario, cuya única opción real para ejercitarlo es a través de una mesocracia estudiada que al tomar la conducción del aparato del Estado se despolitiza y aplica de manera pragmática las fórmulas para el desarrollo económico, creando una tecnocracia que pondría al país en el camino adecuado para el desarrollo.

También como intelectual orgánico de la élite en el poder, logra proponerles y que le acepten una fórmula para mantener el control económico y político, permitiendo inteligentemente el ingreso de la clase media a la conducción del aparato del Estado, lo cual ha garantizado —hasta la fecha— disfrutar de sus beneficios sin mayores sobresaltos sociales. Es pues Rodrigo Facio Brenes, el pensador reformista contemporáneo más exitoso de este país, que intuye certeramente que el aparato estatal debe de transformarse, que la educación es la clave del desarrollo, que la alianza burguesía-clase media es necesaria para la estabilidad social y el desarollo económico, y que todo se puede cambiar si pragmáticamente lo necesitamos. Crea entonces una ideología nacional, que casi 40 años después de su muerte sigue vigente y su coherencia es tan firme que permite mantener el pacto social inter-clases vigente desde 1948.

Referencias bibliográficas

1. Aguilar, Marielos, Carlos Luis Fallas, su Época y sus Luchas. San José: Editorial Porvenir, 1983. Capítulo III.

2. Molina, Iván y Steven Palmer. Costa Rica 1930-1996, Historia de una Sociedad. Su José: Editorial Porvenir. 1997. p. 10.

3. Montenegro Ríos, Carlos Roberto. La Explotación Cafetalera —1930-1940—. Guatemala: Impresos Industriales, 1975.

4. Gutiérrez Saxe, Miguel et al. ¿Hacia donde va Costa Rica? San José: Editorial Porvenir, 1985.

5. Leboucq, Fabrice Edouard. «Explicando los Orígenes Democráticos: Costa Rica bajo una perspectiva Teórica» Anuario de Estudios Centroamericanos. Volumen 16, fascículo I, 1990, pp. 17-29.

6. Aguilar Bulgarelli, Oscar. Costa Rica y sus hechos políticos de 1948: Problemática de una Década. San José: Editorial Costa Rica. 1969.

7. Bell, John Patrick. Crisis in Costa Rica: The 1948 Revolution. Austin, Texas: University of Texas Press, 1971.

8. Schifter, Jacobo. La Democracia en Costa Rica como producto de la neutralización de clases. Heredia: UNA, 1976.

9 Pérez Brignoli, Héctor. «Protesta Social y Consciencia de Clase». Anuario de Estudios Centroamericanos. Volumen 9.1983. pp. 5-15.

10. REPERTORIO AMERICANO. Tomos XXXIII y XXXIV; 12 de junio de 1937 y 18 de agosto de 1937.

11. Se incluye en sus tres tomos de OBRAS, publicadas por la Editorial Costa Rica.

12. Surco, N° 38-39, julio-setiembre, 1943.

13. Periódicos consultados en la Hemeroteca Nacional.

14. Facio, Rodrigo. Obras completas. 3 vols. San José: Editorial Costa Rica, 1960.

15. Branding, David. Nacionalismo y Estado en Hispanoamérica. Cambridge, 1991.

16. Facio Brenes, Rodrigo. «Un Programa Costarricense de Rectificaciones Económicas», Surco, 1943. En: Obras completas.

17. Periódico Acción Demócrata, N°59, 1945.

18. Acción Demócrata, N°59, 1945.

19. J. Schifter.

20. Montenegro Ríos, Carlos Roberto. El Partido Movimiento de Liberación Nacional. Un análisis estructural. Costa Rica: CEDAL, 1983.

21. Facio Brenes, Rodrigo. «No nos tachemos unos a otros de reaccionarios ni de sovietizantes». La Nación, 10-4-1941, p.1.

22. «La victoria del hombre contemporáneo sobre los dogmatismos económicos y sociales». En: Obras Completas.

23. Facio Brenes, Rodrigo. Un Programa Costarricense de Rectificaciones Económicas. Obras Completas. p.246.

24. Ver la producción de Facio Brenes, desde 18952 hasta 1961, principalemtne su trabajo. «Carta de contrarréplica a Rodolfo Cerdas Cruz». Revista de la Universidad de Costa Rica, N°20, MARZO DE 1960.

25. OBRAS COMPLETAS, tomo III.

26. «Rector Facio en defensa de Cuba». Periódico La República, 4 de mayo de 1960.

27. Ver tomo III de sus OBRAS COMPLETAS.

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