“Tacho” Somoza desafió a duelo a don Pepe
Cual si se hallase en el viejo Oeste, el presidente dictador de Nicaragua, Anastasio Somoza, anunció en Managua, el 13 de enero de 1955, que retaba a un duelo a pistola al presidente José Figueres, para solventar la disputa existente entre los dos países. Dos días atrás se había producido una invasión de rebeldes costarricenses que contaron con el apoyo militar del tirano. Después, Somoza calificó a Figueres de “maldito embustero” por haber acusado a Nicaragua de estar detrás del levantamiento contra el Gobierno costarricense. Añadió que no le tenía miedo, pues estaba en posesión del título de campeón de pistola y rifle del Ejército nicaragüense y que se había entrenado a conciencia en campamentos de los marines yanquis.
Somoza acusaba también a Figueres de que le había llamado “gánster de la política internacional”, lo cual él consideró un insulto, siendo que el calificativo de gánster se refiere a un mienbro de una banda de melhechores, lo cual, ciertamente, no era muy descaminado, pues los Somoza siempre consideraron su país como finca propia a la que había que esquilmar en beneficio suyo y de los Estados Unidos.
Dentro de lo que cabe, el proyectado duelo a pistola que tendría lugar en Peñas Blancas, justo en la frontera con Nicaragua, nunca se llegó a celebrar, era la manera menos incruenta de resolver el conflicto entre los dirigentes de ambos países, sin que la población civil sufriese riesgos. Lo que si era cierto fue que el levantamiento contra Figueres había sido patrocinado por Somoza, que empleó unos 800 mercenarios, que invadieron el país junto a Calderon Guardia y sus huestes.
Luego de varios días de enfrentamientos, la invasión se resolvió a favor del Gobieno de Costa Rica, y todo volvió a la tranquilidad.
El hecho no pasó de ser algo meramente anecdótico, cuando Somoza murió un año después el 21 de setiembre de 1956. Sufrió un atentado en León (Nicaragua), fue internado en el Hospital de la Zona del Canal de Panamá, donde poco después murió debido a mala praxis.
Con aportes de Enrique Tovar y lavozdegalicia.es
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