¡Servir, siempre servir!
Hugo Pineda Villegas
Don Uladislao (Lalo) Gámez Solano Gámez (1909 – 2005) está inscrito indeleblemente en la historia nacional, y muy en específico en la educación costarricense, y es Benemérito de la Patria. En un acto solemne en la Asamblea Legislativa hoy se devela su retrato, junto al retrato del también benemérito don Héctor Zúñiga Rovira, autor de +100 canciones, entre ellas «Amor de temporada».
Cómo no recordar y agradecer los gratos momentos vividos con muchos de los legados de don Lalo, además de ser heredero de las mieles de la educación pública?!, y de regocijarse al cantar Amor de temporada?!
Dentro de los recientes legados materiales de don Lalo, el acervo fotográfico que su hijo, el querido don Rodrigo Gámez Lobo (+2025), legó al Estado en enero de 2019 durante mi gestión como Director del CCHJFF. Ese legado revela momentos históricos de la vida nacional, así como escenas cotidianas de giras en comunidades –entre ellas a San Ramón-, firma de leyes, discursos, actividades protocolarias, celebraciones, entre otros momentos memorables de la vida y legado de don Pepe, y en los que don Lalo Gámez fue un gran compañero de transformaciones sociales.
Don Uladislao Gámez Solano fue docente, destacado político y fungió como Ministro de Educación en las tres administraciones de don Pepe, incluida la época de la Junta Fundadora de la Segunda República.
Dentro del acervo fotográfico destaca:
- Collage fotográfico elaborado a mano, con imágenes de los miembros de la Junta Fundadora de la Segunda República. Don Lalo de primero arriba.
- Fotografía que el ex Presidente Figueres le dedicó a don Uladislao Gámez, con la dedicatoria: “Para el noble Ministro de Educación de la Junta Fundadora, con afecto y admiración. Noviembre 1949”. La imagen se encuentra enmarcada en un marco de madera de cedro y tallado a mano.
- Visita a San Ramón en el año 1953.
- Firma de la Ley General de Educación Pública (1957)
Como nota histórica, en 1946, el ex Presidente de La República don León Cortés Castro, había decidido que don Uladislao Gámez integrara la papeleta para diputado al Congreso Nacional, en la elección de medio período, sin embargo, don Lalo declinó de esta designación pues prefería quedarse en su escuela, y el nombre de don Lalo inició a escucharse en el campo político. Después de los hechos de 1948, don Pepe le asignó organizar el Ministerio de Educación para que las lecciones empezaran el lunes siguiente. Posteriormente fue nombrado como Sub-secretario de Educación, y al organizarse la Junta Fundadora de la Segunda República, el 8 de mayo de 1948 fue nombrado miembro de la Junta y Ministro de Educación Pública. Así nació una relación y una amistad que creció a lo largo de los años, entre dos hombres de convicciones fuertes. Don Lalo fue para don Pepe un confidente y un consejero.
Mi andanza con don Rodrigo sobre las fotografías y documentos inició en 2018, cuando me ofreció parte importante del patrimonio fotográfico y documental de la familia. En específico el patrimonio relacionado a su padre, don Uladislao. Sin dudarlo, inicié las gestiones para ese vital resguardo, iniciando por unas tardes de café en casa de don Rodrigo, para conocer el acervo y enlistar cada elemento ofrecido y anotar cuanto detalle él me comentaba. El gran resultado: el Estado costarricense asumió en enero de 2019 un valiosísimo conjunto de 87 fotografías históricas -originales de época- y 16 documentos relacionados a la estrecha relación entre don Uladislao y don Pepe, gracias a la entrega que muy generosamente realizara don Rodrigo.
Luego, en setiembre de 2019, como parte de la conmemoración del natalicio de don Pepe, impulsé la muestra de fotografías de diversos momentos históricos de la vida nacional. La muestra la organicé a partir del acervo de don Uladislao, quien además está presente en varias de las fotografías. Producto de esta exposición, entre setiembre 2019 y enero 2020 promoví la difusión de este patrimonio cultural, mediante publicaciones digitales del «Objeto del mes» e «Imagen del mes».
Afortunadamente, en 2023 ejercí la coordinación editorial del libro IDEARIO – JOSÉ FIGUERES FERRER, a manos de la Fundación Pro CCHJFF y URUK Editores. Entre ello, honrar el gran legado de don Uladislao como el de don Rodrigo. Por ello, elegí cuatro de esas icónicas fotografías para el libro. De esas imágenes, destacamos la fotografía que retrató a don Pepe con don Uladislao en visita a San Ramón, en 1973. Esta gran foto, la ubicamos de manera estratégica al lado del texto de cierre del libro, que dice: “¡Servir, siempre servir!” (ver recuadro al final).
Dichosamente tuve el privilegio que el 29 de diciembre de 2024 me reencontré con el insigne y caballeroso ciudadano don Rodrigo Gámez Lobo, para entregarle el libro del cual él es parte fundamental por el invaluable legado y el de su padre. Al paso de anécdotas en una bella tarde herediana, don Rodrigo repasó el libro, y muy emocionado nos compartió su genuino sentir al ver la gran foto de su padre, don Uladislao, quien sirvió… siempre sirvió a Costa Rica.
Gracias don Uladislao, gracias don Héctor y gracias don Rodrigo por su labor para con Costa Rica. Honor a quien honor merece. ¡Gratitud por siempre!
¡Servir, siempre servir!
Es humano acostumbrarse pronto a lo bueno del presente, olvidar las angustias del pasado, levantar las aspiraciones, y anhelar con impaciencia las venturas del incierto y esquivo porvenir.
En Costa Rica se han levantado ahora las aspiraciones, y con ellas la impaciencia. Esa nueva actitud de nuestro pueblo es normal; revela un despertar; puede resultar constructiva; y espero que así resultará, si sabemos canalizarla por las vías de la perseverancia, del esfuerzo y de la fe.
Esa es nuestra lucha. Por encima de todas las dificultades e incomprensiones, y a pesar de innegables limitaciones personales, con la benevolencia divina y con la fe de nuestro pueblo, estamos desarrollando en Costa Rica un programa de gobierno de múltiples aspectos, destinado a enriquecer al país, no como un fin en sí mismo, sino con una finalidad superior: proveer los medios para que, a medida que avanza el tiempo, más y más ciudadanos nuestros, libres de la miseria, puedan modelar mejor su personalidad.
En este pequeño jirón del Nuevo Mundo, deseamos acercarnos cada vez más, por el camino sin fin del progreso humano, a la imagen ideal que los grandes escultores de la civilización americana concibieron para el hombre americano. Ese ha de ser el producto final.
Por una causa así, querido Ciudadano, vale la pena vivir, y morir. Nuestro Movimiento pasó primero por su época de estudio, de planes ideales, de aspiraciones de juventud; queríamos una Costa Rica mejor.
No sabíamos que nos estaba reservada la etapa heroica, la de morir o vencer. El tiempo la trajo en sus alas, como el viento trae la tempestad, y no la rehuimos. Cuatro veces empuñamos las armas, siendo espíritus de paz.
De la etapa heroica salimos unos con vida, otros quedaron con gloria. Cualquier día, inmerecedores, les iremos a hacer compañía en su reposo. Eso no importa. Siempre quedarán compatriotas dispuestos a servir.
¡Servir, siempre servir!
Hemos entrado en la fase dura de la lucha: la etapa de las realizaciones, de los desengaños, del trabajo perseverante, de la construcción del porvenir.
Ahora más que antes, debemos servir. Servir con el esfuerzo mientras estemos aquí, para que merezcamos después, en humilde medida, servir con el recuerdo.
José Figueres Ferrer, 1956.
(En: Cartas a un ciudadano. 2ª. Ed. San José, C.R.: Imprenta Nacional, 1956. / En: Ideario – José Figueres Ferrer. 1ª Ed. Costa Rica: Imprenta Atabal, 2023. Pág. 165).
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