A los 48 años del 48

Preguntas

Seguidamente vamos a abrir un pequeño período de preguntas, unos diez minutos, muy corto. Heriberto usted quería preguntar, sí. Adelante don Oscar Rojas Flores.

Sí, bueno, yo soy una persona de la generación [siguiente a los alentados, adelante] y creo que don Rodrigo Gutiérrez (interviene don Rodrigo diciendo: yo tengo 65 años, así es que los disimulo), de alguna forma ha sufrido un embate de ese proceso de guerra civil, y también esa división entre la familia costarricense por el calderonismo y este Movimiento de Liberación Nacional, a través de algunos años. Sin ser historiador me he dedicado un poco a buscar la verdad, y hay una serie de mitos, fundamentalmente sobre los que está sustentado el Partido Liberación Nacional que hay que aclararlos y hay que decirlos claramente, es decir, lo que planteaba don Edgar Cardona. Estoy pensando en dos preguntas que quiero hacer, en el caso de la Abolición del Ejército en Costa Rica, en realidad según he leído, don Claudio Cortés -Tuta Cortés-, los hermanos Cortés Hernández, desde agosto habían planeado dar un golpe contra la Junta de Gobierno, desde agosto del 48, y fundamentalmente a partir del decreto que impuso impuestos sobre el capital. Resulta que vinieron una serie de acontecimientos, vino la abolición del Ejército, pero pura estrategia de José Figueres para eliminar la potencialidad, ¿verdad?, de un golpe militar que se barajaba dentro de su misma estructura militar que había sido la estructura del Ejército de Liberación Nacional. Y es cierto que don Edgar participó activamente en la abolición del Ejército, porque como él dijo, él hizo una lucha civilista y no una lucha militar.

Después vino el proceso de Constituyente, que fue una sanción contra la organización del Movimiento de Liberación Nacional a partir de los primeros decretos, que don Cornelio Orlich me contó a mí, que don José Figueres compró la Finca de San Cristóbal con una deuda con el Banco Nacional de cuatrocientos mil colones, y don José Figueres promovió un decreto donde las indemnizaciones en cuatro millones de colones (interviene Edgar Cardona y dice: ¡cierto!), y eso hay que escribirlo, pero no hay una historia escrita que lo diga. Además de eso, es cierto también que en ese proceso de Liberación Nacional don José Figueres no le quiso entregar el poder al señor Ulate y fue por eso que vino el movimiento del señor Cardona en abril. No es cierto tampoco que el proceso de guerra civil del 48 se dio por el fraude electoral, esto ya era un proceso internacional al que estaba sometida Costa Rica como ficha política del imperialismo norteamericano, igual que toda América Latina, para subyugar a nuestros pueblos.

El señor Ruiz expresa que esa corruptela que está en los partidos es culpa de todos. Si nosotros no estuviéramos domesticados en cada cuatro años cambiar de ladrones, el país sería distinto, pero nosotros vamos con una bandera, con una camisa, con un viva pegado en el carro, todos vamos a cambiar de ladrón cada cuatro años. Nosotros no le hemos pedido cuentas ni al Presidente de la República, ni a los diputados, ni a los munícipes, ni a los síndicos, los hemos dejado hacer, y hubo una cosa, los que somos anticalderonistas y anticomunistas de 1948 cuando veíamos a un calderonista allá parado se nos paraba el pelo, y un calderonista cuando nos veía a nosotros se le paraba el pelo. Esa división que se sostuvo durante muchísimos años fue la que permitió que se corrompiera este país, porque yo me hacía el tonto cuando don Pepe hacía una cosa mala, o don Chico Orlich, don Daniel Oduber, ¿por qué? Porque estaban los calderonistas, entonces yo tenía que hacerme el tonto aquí. Dios guarde sacar estos trapos sucios porque ellos los aprovechan, y lo mismo sucedía en las filas contrarias. Eso nos domesticó. Ahora una cifra equivocada, fueron solo 11 los que mató, no fueron 45, y muchos de esos eran nicas que no tenían nada que venir a hacer en esa guerra, ellos llegaron, se metieron, se murieron, como se murió la gente -que sí fue un asesinato- en Dominical, los que mató Braulio Morales, eso sí fue un crimen, porque los fusilaron y después no hubo tiro de gracia, sino un machetazo en el cráneo de cada uno, eso sí fue criminal. ¿Qué es lo que está pasando en nuestro país? Volvemos al punto de atrás, todos somos culpables, no es Liberación Nacional, no es el calderonismo, no es el comunismo, no es nada, somos todos los costarricenses los culpables de lo que ha pasado, nosotros comenzamos a callar la indemnización de don Pepe, la callamos; nosotros comenzamos a callar muchas de las otras cosas que fueron sucediendo cuando la Junta de Gobierno, porque en la misma Junta de Gobierno, y don Edgar lo sabe muy bien, cuando comenzaron a irse los ministros, cuando se fue Alberto Martén, cuando se fue don Edgar, cuando se fue cambiando, fueron poniendo la gente que les fue sirviendo para ir montando todas las irregularidades que después se fueron fortaleciendo, y allí comenzaron a gestarse muchos de los nuevos ricos de Costa Rica, y nos hicimos los tontos. Estaban los calderonistas enfrente, estaban los comunistas allá, y ese problema de que a nosotros nos domesticaron es lo que nos tiene donde estamos, no es culpa de los políticos, es culpa de nosotros que no hemos sabido asumir el rol que nos corresponde como hombres de verdad en una sociedad que está siendo permanentemente maltratada, está siendo permanentemente saqueada, como lo demuestra lo del Banco Anglo. Cuando se produjo lo del Banco Anglo yo estaba manejando un periodiquito de deportes en existencia, y propuse una cosa en una publicación: que se fusilara a todos los que resultaran culpables del descalabro del Banco Anglo, pero que fuera en los estadios, cobrando la entrada para reponer la plata que se habían robado, lógicamente dirán «este está loco», pero es lo que hay que hacer con esta gente. Cuando uno veía a Robles con una camisa de vuelos en una volanta paseando a una novia, que va en avión expreso a comprar la ropa para el matrimonio a Miami, ¡hombre, hay que fusilarlos! Ah, pero el problema es que los derechos humanos, y los ticos somos muy civilizados, entonces se roban sesenta mil millones de pesos y aquí paz y gloria, y todos los pagamos y vivimos calladitos. Muchas gracias.

El señor Edgar Cardona interviene. Hay un detallito fuera de contexto, y es que han tratado con cierto tono despectivo, varios, a los nicas, eso me indigna, me indigna en primer lugar como ser humano, no tengo nada de nica, ni parientes nicas, ni nada, pero a los nicas les debemos mucho los costarricenses, les debemos económicamente y socialmente muchísimo a los nicaragüenses, y su solidaridad con Costa Rica ha sido siempre enorme, nosotros no tenemos por qué hablar despectivamente de los nicas, y mucho menos considerar que son menos que nosotros, o que tienen menos derechos que nosotros. Perdón.

El señor Miguel Ruiz expone. Yo quisiera hacer una pequeña aclaración. Es con relación a que no todos los costarricenses nos hemos mantenido callados con la corrupción, yo he denunciado en un libro todas las atrocidades que cometió don Figueres medrando lo de la banca, y cuando se votó, la Junta Directiva del Banco de Costa Rica, a iniciativa de uno de los directores, Hernán Vargas. Y todavía tengo que decirles una cosa, aquí no hay libertad de expresión, el actual Presidente del Tribunal Electoral a mí no me ha dejado hablar en las campañas políticas, y se los puedo demostrar en otra reunión que tengamos, a Miguel Ruiz no lo dejan hablar en una campaña política, ¿por qué? Ahora iba a hacer las denuncias. Difícilmente hice la denuncia de que don José María Figueres, en la misma forma que los arroceros cancelaron deudas que tenían con el Banco de Costa Rica por quinientos millones con valores depreciados que compraron a quince centavos y a catorce centavos de dólar, con noventa y ocho millones pagaron quinientos millones; en la misma forma don José María Figueres pagó doce millones que debía de dólares, doce millones de dólares, en la misma forma los pagó, y cuando yo fui a hacer esa denuncia, que hice unas declaraciones, después me contestó don Rodrigo Oreamuno y no me dejaron ni siquiera el derecho, en Monumental, de irle a contestar a Rodrigo Oreamuno. Rodrigo Oreamuno dijo que no, que don José María era un hombre que así como otros candidatos eran hombres esforzados y trabajadores, que don José María a base de esfuerzo había pagado las deudas de su padre que eran por doce millones.

Algún día juntémonos aquí y pidámosle, aquí tengo una carta que yo le escribí, que se las voy a leer, yo no quería hablar de ese tema todavía, en octubre de 1993, con el sello de recibido del Banco de Costa Rica, al Lic. Jorge Elías Ramírez, Presidente de la Junta Directiva.cn la cual dice: «Estimado señor: Sirva la presente para saludarlo de la manera más cordial y atenta. Desde hace varios meses corren versiones sumamente graves en relación directa con una negociación de deuda externa, celebrada en ese banco miembro del Sistema Nacional en forma directa con un grupo de empresas del Ing. José María Figueres Olsen, nominadas bajo la razón social de Unión de Compañías Centroamericanas S. A., las cuales se verificaron concretamente entre los años 1988-89 aparentemente, y según la información que le indico obra en mi poder. En el pasado inmediato me dirigí al Banco Central de Costa Rica con el propósito de que la información que estoy solicitando en esa oportunidad de manera puntual me fuera entregada en aquel entonces. Lamentablemente esta información a esas fechas no fue ni autorizada ni entregada, en virtud de lo anterior he decidido entonces someter a su consideración y en su respectiva calidad de Presidente de la Junta Directiva de ese banco algunas de las versiones que con soporte importante tengo en mi poder y que resumo en la siguiente forma: Primero, el Banco de Costa Rica registró y aceptó documentos de la deuda externa, los certificados bancarios, por un valor nominal de 7.7 millones de dólares, los cuales al tipo de cambio de 1988 representaban la suma de 540 millones de colones, cuando en realidad su valor del mercado y de adquisición fue únicamente de 98 millones de colones, de manera tal que quedó un remanente de 442 millones que fueron aplicados a las deudas de las empresas del Ing. Figueres Olsen. Segundo, todas esas deudas acumuladas de la empresa en cuestión fueron canceladas con dólares depreciados de nuestra deuda externa en la fecha de que se trata, que podía comprar a quince centavos de dólar en bancos acreedores del exterior, y que el Banco de Costa Rica, según las informaciones ahora en mi poder, las recibió, aparentemente, a un tipo de cambio superior, beneficiando de esta manera en forma directa al ahora candidato liberacionista José María Figueres Olsen y a sus empresas, que en efecto usufructuaron una cantidad indeterminada de millones de colones, cuyo monto o suma total asciende desconozco. Como usted verá, las versiones antes mencionadas tienen la totalidad del respaldo correspondiente a donde así lo entiendo, reposando en los archivos y en los recortes…»

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