CONVENIO CELEBRADO POR LOS PARTIDOS POLITICOS BAJO LOS AUSPICIOS DEL SR. ARZOBISPO DE SAN JOSE, MONSEÑOR SANABRIA
1. El Dr. Julio C. Ovares será electo Primer Designado en la sesión del dos de mayo próximo para que en tal carácter ejerza la Presidencia de la República. Los señores diputados que estén de acuerdo, convocados por sus respectivos Jefes de Partidos, firmarán este Convenio como expresión de su conformidad con el mismo.
2. El Dr. Ovares recomendará a los Sres. Diputados los nombres para Segundo y Tercer Designados en forma que estos representen las diversas corrientes políticas.
3. Se solicita al señor Presidente de la República Lic. Don Teodoro Picado que tenga a bien nombrar nuevo Secretario de Seguridad Pública, de acuerdo con el Dr. Ovares, a más tardar dentro de las veinticuatro horas después de haberse aceptado en firme el presente convenio. El nuevo Secretario de Seguridad Pública procederá a venficar los cambios militares y a tomar las disposiciones necesarias para que todos los ciudadanos se sientan garantizados por igual.
4. El Dr. Ovares nombrará Secretarios de Estado con criterio de unificación y conciliación nacionales y con igual criterio ejercerá el Gobierno.
5. Se conviene en que se adoptarán las medidas gubernativas y parlamentarias necesarias para que dentro de un término no mayor de dos años se efectúen elecciones populares de Presidente de la República en condiciones que garanticen plenamente la efectividad del sufragio.
6. Programa de gobierno.
7. Cada partido especificará en un anexo especial, las medidas prácticas que considere justamente necesarias para realizar dentro de lo posible, la aspiración de concordia nacional que con este convenio se persigue.
San José, a las veintitrés horas del día treinta y uno de marzo de mil novecientos cuarenta y ocho.
POR LA COPIA, VICTOR SANABRIA M.
ARZOBISPO DE SAN JOSÉ
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El Buró Político del Partido Vanguardia Popular le envió al Dr. Calderón Guardia la siguiente carta, donde puntualizan sobre el convenio celebrado por los Partidos Políticos:
El Buró Politico del Partido Vanguardia Popular en cuyo nombre me permito dirigirle esta carta, conoció en su sesión de hoy, de tres importantes cuestiones:
a. de la gestión planteada por usted a traves del Secretario General, para que el Partido de su anuencia a fin de que usted pueda llevar a cabo negociaciones que permitan terminar el actual conflicto político mediante una transacción conveniente,
b. una invitación proveniente del senor Arzobispo de San José, Monseñor Víctor Sanabria para que se intente la solución del problema político a base del nombre del doctor Julio César Ovares para ocupar la Presidencia de la República y de una serie de medidas tendientes a garantizar los intereses de todos los partidos,
c. y de las gestiones que el Partido sabe que se han hecho y se continuan haciendo para conseguir que el Presidente Somoza de Nicaragua intervenga con su Guardia Nacional en la liquidación del movimiento subversivo que encabeza José Figueres.
Debatidos ampliamente todos estos asuntos el Buró llegó a conclusiones que considera necesario poner en su conocimiento a la mayor brevedad.
Del contenido del punto a) y de otras manifestaciones categóricas hechas por usted al Secretario General de nuestro Partido, compañero Mora, se desprende que usted ha llegado a la conclusión de que esta confusión política que vive nuestro país habrá de terminarse con una transacción en la que se prescindiría de su nombre y del nombre de don Otilio Ulate. Siendo ese su criterio nos ha parecido que nuestro Partido está capacitado para considerar y discutir con usted la proposición del señor Arzobispo a que se refiere el párrafo b). Al respecto hemos hecho las siguientes observaciones: primera: si de todas maneras habremos de llegar a una transacción, no hay derecho a negarse a considerar una fórmula que pueda ser buena si en esa forma podemos economizar el sacrificio de vidas y la tranquilidad social. Segundo: Una transacción en las actuales circunstancias puede todavía ser controlada o influenciada por nosotros; en cambio, después, cuando se haya derramado más sangre y se hayan producido sucesos de carácter internacional perfectamente previsibles ya, esa solución podría estar fuera de nuestro control y a lo mejor se produciría a espaldas suyas y nuestras. Tercera: nuestro criterio es que, si usted y nosotros hemos luchado fundamentalmente por una causa, todas nuestra actitudes políticas tienen que supeditarse de manera fundamental a la suerte de esa causa; por lo tanto, una trasacción en este momento no sería un paso desdoroso ni de su partido ni del nuestro, si de esa transacción salen defendidos los derechos de ambos partidos y la causa por la cual hemos dicho al pueblo que luchamos. Cuarta: El Dr. Julio César Ovares es amigo muy sincero suyo; políticamente militó en su partido. Es, además, un hombre honrado, de mentalidad progresista e ideología democrática. Por tanto, su ascenso al poder no podría significar, en ninguna forma, ninguna dificultad para usted ni para nosotros. Por lo tanto nosotros nos pronunciamos por terminar ya esta guerra civil a base de ese nombre siempre que además se consiga, de manera efectiva, las siguientes garantías:
1. Gobierno de concertación nacional.
2. Adopción de un programa que pueda servir de base a un verdadero proceso de evolución nacional; en ese programa, a más de otras conquistas para el pueblo, deben consignarse estas dos: promesa de repartir treinta mil hectáreas de tierra a los campesinos que no tienen y promesa de dar a los trabajadores de la Bananera el derecho de Huelga;
3. Garantía real de que la legislación social no será modificada en sentido negativo para los trabajadores y que cualquier modificación deberá tener la aceptación previa de la Confederación de Trabajadores de Costa Rica.
4. Garantía real de que el Impuesto sobre la Renta será respetado escrupulosamente;
5. Garantía real de que el movimiento obrero y concretamente nuestro Partido será respetado, no será perseguido bajo ningún concepto y podrá gozar siempre de amplias garantías constitucionales. Los demás aspectos de la fórmula de transacción serán considerados en su oportunidad y nuestro criterio es que no son fundamentales.
En cuanto al tercer asunto estudiado por el Buró, es decir, el que se relaciona con una posible intervención del general Somoza y de la Guardia Nacional en nuestro país, queremos manifestarle de manera categórica: que estamos y estaremos abiertamente contra esa posible intervención. No queremos que en los problemas de Costa Rica intervengan fuerzas extranjeras en ningún sentido y concretamente nos sentirímos realmente agraviados, si la Guardia Nacional fuera la encargadas de doblegar la subversión y de dárnos Presidente.
Nuestro Partido ha sido absolutamente leal a su persona y a su causa política, al hacer a usted las anteriores manifestaciones, lo insta muy respetuosamente en nombre de la Patria y de la clase trabajadora, a colaborar una vez más en la tarea de darle la paz al pueblo costarricense sobre la base de conseguir amplias garantías para sus anhelos y derechos.
DE UD. ATENTO SERVIDOR Y AMIGO,
MANUEL MORA
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En la siguiente carta Manuel Mora informa al Arzobispo monseñor Victor Sanabria Martínez de la conversación que tuvo con Calderón Guardia.
Anoche fui llamado por por el Dr. Calderón Guardia con motivo de la comunicación que en la tarde le había dirigido, notificándole nuestra aceptación de la fórmula sugerida por Monseñor Sanabria para concluir la guerra civil.
El Dr. Calderón me dijo textualmente: «la carta de ustedes es la primera notificación que he recibido de la sugestión de Monseñor Sanabria. Oficialmente nada se me ha notificado».
Le solicite concretamente su criterio sobre la fórmula referida y me repondió así: «Estoy de acuerdo en llegar a un arreglo, como lo propone el Arzobispo, y estoy de acuerdo en el nombre del Dr. Ovares de quien tengo un alto concepto por sus capacidades intelectuales y morales. Pero me gustaría, que previamente a rematar las negociaciones se definiera el caso del señor Figueres quien está alzado en armas contra el Gobierno y sus instituciones. El señor Presidente de la República opina, que sería humillante para su Gobierno y especialmente para sus militares, ir a un arreglo bajo la presión del movimiento subversivo de Figueres. Por lo tanto, yo me considero obligado a apoyar al Lic. Picado y mi criterio es que previamente a formalizar el arreglo que propone el señor Arzobispo, el señor Figueres debe rendirse y entregar sus armas.
Interrogado acerca de si su intención es que Figueres sea sometido a juicio, me dijo: «Mi única intención es que cualquier arreglo no pueda ser interpretado por los militares ni por mi Partido como el resultado de una presión armada».
Marzo 31 de 1948
(f) Manuel Mora V.
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