Discurso 65 aniversario Abolición del Ejército embajadora en Washington

Discurso de la Embajadora de Costa Rica en Washington D.C, Sra. Muni Figueres, con motivo de la conmemoración del 65º Aniversario de la Abolición del Ejército

Muni Figueres Boggs

Lunes 2 de diciembre, 2013. Salón Protomoteca, Campidoglio de Roma.

A principios del siglo XX, salieron de una Cataluña paupérrima, una maestra de escuela primaria y un médico cirujano, camino a Costa Rica, en busca de mejor vida como lo hicieron por esos años tantos españoles.

Ella, embarazada de su primogénito José, le transmitiría a su hijo su curiosidad intelectual, su veneración por el estudio que más tarde lo conduciría a buscar el conocimiento como medio para eliminar el hambre, y para iluminar y engrandecer el espíritu.

El doctor, por su lado, impregnaría en su hijo su sentido de solidaridad social, el deseo de combatir las enfermedades que se originan en la ignorancia, la pobreza y el atraso. Pero también le enseñaría el amor al arte, pues fundó el único teatro en San Ramón, de donde seguramente surgieron las aspiraciones tempranas de actor de José, su sentido del gesto dramático y del golpe justo mediante el cual el líder convence y moviliza a la gente hacia el cambio.

Así creció José, con el recuerdo constante del hambre del que habían salido sus padres en Cataluña, y del hambre de la Primera Guerra Mundial, de la Depresión de 1929, de la Guerra Civil española del 36 al 39, y de la pequeña república bananera y cafetalera que era Costa Rica, cuyo pueblo campesino andaba descalzo todavía en los años ´40, provocando la indignación de este joven empresario agroindustrial, heredero de la frugalidad de sus padres, y del odio al despilfarro.

En 1948, José Figueres combate la corrupción con las armas, y una vez triunfante, se deshace de ellas con una lógica impecable: ganada la guerra, sustituye el gasto en armas por una inversión en el ser humano, en un nuevo pacto social basado en la guerra contra la miseria, al menor costo posible.

Jose Figueres fue un idealista pragmático o un pragmático idealista; promovió la democracia, la paz, la justicia, ideas grandes para un país pequeño cuya autoridad moral trasciende por mucho sus limitadas fronteras. El sustento de esas ideas fue una ingeniería social eficiente que nos ha llevado a presentarnos ante el mundo como paradigma, como un ejemplo a seguir.

Los costarricenses nos sentimos orgullosos de nuestros logros, pero somos conscientes de su fragilidad, de los peligros que acechan a este equilibrio siempre precario: las dificultades del crecimiento y del cambio, la desigualdad, el consumo desenfrenado, la violencia entre seres humanos y contra el medioambiente, fenómenos globales que también inciden en nuestro país.

Nosotros, ciudadanos descendientes de José Figueres, más que herederos de este tesoro de valores, somos sus guardianes. Y aún más que vigilar, nos toca salir al combate contra el despilfarro de nuestros escasos recursos, nos toca, en el fondo, recuperar la frugalidad, principio de nuestra riqueza, y promesa de nuestra continuidad.

Ese es el mensaje y el legado de la abolición del ejército en Costa Rica.

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