Pensamientos de José Figueres Ferrer

José Figueres

Pensamientos de José Figueres Ferrer

Johnny Soto Zúñiga

En conmemoración del 26 aniversario del fallecimiento del Caudillo don José Figueres Ferrer, tres veces Presidente de la República, Héroe del Siglo XX, Presidente de la Junta Fundadora Segunda República, Gallardo Libertador y General triunfador de la Guerra Civil de 1948, que posteriormente abolió el Ejército costarricense. Su visión, pensamiento y reflexiones lo hacen ser un personaje que dejó una inmensa huella histórica y que sigue hoy trascendiendo de generación en generación. Trataremos de seleccionar y transcribir las principales frases, reflexiones y escritos de este ilustre empresario, agricultor, político, hombre valiente y decidido; que ocupa un lugar de primer orden en la historia política del país. Don Pepe escribió varios libros, proclamas, discursos, artículos, correspondencia pública y privada con diversos líderes internacionales. En esta primera entrega transcribiremos algunos escritos sobre el tema económico.

I

Economía

-La Junta Fundadora de la Segunda República está desarrollando una tarea revolucionaria. Está echando abajo con la rapidez que puede, las prácticas viciadas de la politiquería y del empirismo administrativo y está rompiendo los viejos moldes económicos de la política liberal manchesteriana. Su tarea consiste en colocar las bases sobre las cuales habrá de construirse el edificio de la Segunda República que será democrática en lo político, y solidarista en lo económico.

-En primer lugar eso es un esfuerzo económico. Siempre se ha dicho que es imposible hacer casas de este precio y que es imposible financiarlas. Se está demostrando algo que a todos nos gusta mucho: que las cosas imposibles para hacerlas posibles lo que hay que hacer es: hacerlas. El padre y los cooperativistas están haciendo aquí lo imposible; casitas de 5000 colones financiadas de la nada. Eso es hacer lo imposible.

-Como la marcha del mundo y de las ideas no se puede detener, después de que los pueblos consiguen una mejora quieren otra, tal como el escolar que va subiendo de un grado inferior al inmediato superior. Nos ha tocado vivir este tiempo en que el esfuerzo humano se dirige a igualar económicamente a los hombres, es decir, a ordenar las cosas en la sociedad, de manera que con las riquezas creadas por el trabajo de todos, se beneficien a todos. Así como el aire y la luz no se niegan a ningún ser humano, tampoco debe negársele a nadie el disfrute de las comodidades del mundo ni de los adelantos del progreso.

-Hay que empezar por cambiar la idea que hasta ahora se ha tenido del cumplimiento del deber. Cumplir el deber no es solamente trabajar para tener qué comer o para tener cómo comprar. Cumplir el deber es trabajar y producir para todos nuestros iguales. El día que cada trabajador entienda que lo que hace debe hacerlo mejor para bien propio y el de todos los demás, y sienta en ello gusto y alegría, el mundo habrá cambiado. Naturalmente, que el deber del maestro es mantener un espíritu alerta y bien preparado, que haga la enseñanza grata y fructífera; el del agricultor; hacer producir mucho a la tierra; el del artista, pintar los mejores cuadros, hacer las estatuas más bellas, cantar más armoniosamente y producir su música más hermosa; el del banquero, movilizar el dinero y ayudar al desarrollo económico; el del comerciante, comprar al productor y poner los productos a disposición de sus vecinos; el del obrero, hacer mejores obras cada día, fabricar el mueble, el pan, la casa, producir la electricidad, manejar el automóvil o la locomotora; el del periodista, dar un diario veraz, informar con exactitud lo que pasa, orientar la opinión; el del gobernante, administrar bien la hacienda pública, ordenar con prudencia, hacer verdadera justicia.

-A veces, los problemas más difíciles tienen soluciones aparentemente sencillas. Pareciera que se puede preservar la mayoría de las ventajas de nuestro sistema económico, y a la vez librarlo de la mayor parte de sus inconvenientes, mediante un cambio de actitud mental. Con sólo darnos cuenta de que nuestro trabajo y nuestro negocio, en cuanto sirven a otros y son recompensados por otros, dentro de las reglas de la comunidad, no son nuestras actividades privadas sino nuestra función social.

-Si pudiéramos educarnos mentalmente y aceptar el principio de la función social de la propiedad productiva y de la actividad económica, la mayoría de nuestros problemas quedarían simplificados. La distribución equitativa del producto del trabajo se alcanzaría más fácilmente. La iniciativa, la disciplina y la eficiencia se obtendrían, no por la autoridad del Estado, ni por el ánimo de lucro, ni por la presión del propietario, sino por el sentimiento de solidaridad del grupo; por su esfuerzo entusiasta y responsable, por una disposición concienzuda a colaborar en la gran tarea de paz.

-Nuestra tarea no ha sido meramente la de producir más riqueza, sino también la de distribuir en la forma mejor posible el ingreso nacional. Los beneficios de la nueva abundancia no se han sentido sólo en la mejora de los negocios de las clases propietarias. También ha habido justicia. Nuestro esfuerzo tiene por último fin el bien común. Han subido los jornales y los sueldos, y se han extendido los servicios de enseñanza gratuita, salud pública y seguridad social.

-Una Ecounidad es el conjunto de fuerzas y bienes económicos de un país. Hay en el mundo ecounidades grandes y ecounidades pequeñas, tal como entre los mamíferos hay elefantes y ratoncillos. La ecounidad de Costa Rica es el conjunto de los bienes y las fuerzas (o las debilidades) económicas de los costarricenses en el país y en el extranjero, más todos los lazos que procuran mantener y dignificar al país. Los pueblos que perdieron la delantera cuando sobrevino la Era industrial, son como los árboles jóvenes que se quedaron atrás al principio, en el crecimiento del bosque. Sus vecinos mayores, hasta sin quererlo, les quitan la luz solar, y los dejan cada año más atrás. Se agranda la diferencia.

-Si permitimos que continúen las deficiencias sociales de hoy, no solamente llevaremos en el ánimo el peso de una sociedad injusta, sino que pondremos en peligro la libertad de empresa y la libertad política. En teoría parecemos estar todos de acuerdo: no debe haber indigentes, no debe haber trabajadores y pequeños productores mal remunerados. Pero a la hora de aplicar medidas encaminadas a disminuir las deficiencias, cada cual opina, a veces sin darse cuenta, según su interés del momento, o según su visión limitada a un solo aspecto del conjunto. Pocos se levantan sobre la copa del árbol propio para mirar el bosque de todos. De ahí viene la pérdida de fe en nuestro sistema económico. De ahí viene, en las clases débiles y en muchos reformadores honestos, el espejismo de creer que los males desaparecerán automáticamente cambiando el régimen de propiedad y suprimiendo la libertad. Lo que propone la Social- Democracia es corregir las deficiencias de la realidad existente, no como quien arranca y destruye un árbol viejo con rencor, sino como quien poda y abona su huerto con amor.

-Una gran pregunta de nuestro tiempo debe ser: ¿Desarrollo económico para qué? Desde luego, para que el trabajo coordinado de todos, aplicando la tecnología de la época, produzca suficiente para todos. Pero, cuando hayamos alcanzado ese grado de abundancia, ¿qué haremos? En sus albores, el Cristianismo proclamó como excelsa virtud la pobreza. En el lenguaje y en las circunstancias de hoy, se debe hablar más bien de austeridad. Hoy la pobreza es la carencia de lo indispensable, que debilita el cuerpo y deprime el alma. La austeridad, en cambio, es la aptitud de vivir frugalmente, por disciplina espiritual y no por necesidad.

II

Seguimos con esta segunda entrega de los pensamientos y reflexiones del Caudillo José Figueres Ferrer. Sus escritos y visión lo caracterizan como uno de los personajes más influyentes de nuestro país. A 26 años de su desaparición física conmemoramos y recordamos a don Pepe con sus mejores aportes para Costa Rica, y de paso en celebración del Día del Padre; don Pepe es como el papá de Costa Rica. Les envío salud y bendiciones a todos mis colegas papás.

-Yo juro que algún día, sea mañana, sea dentro de meses o de años, al levantarse el sol sobre el oriente patrio volverá a alumbrar, para regocijo nuestro y para aliento de las demás naciones, el espectáculo grandioso de la Segunda República de Costa Rica.

-La posición moral que Costa Rica ocupa, como país de libertades, de respeto a la dignidad humana, de gobierno representativo, no debe perderse jamás. Para preservar esta posición se necesita el concurso diario de todos; ya seamos funcionarios o ciudadanos privados. Somos un país pequeño, y esa posición moral es nuestra única riqueza.

-La humanidad avanza de noche y a tientas, mientras la luz solo alumbra el camino ya pasado.

-Que ningún gobierno de la revolución ansíe quedarse en el poder sin la formalidad de un honesto mandato popular. Que quienes hemos alcanzado el gobierno con las armas, estemos siempre dispuestos a dejárnoslo quitar con los votos. Las revoluciones, si son positivas, se reafirman en la oposición.

-Entiendo por libertad todas las normas tendientes a elevar la dignidad del hombre. Esta necesidad no se discute; se siente, o no se siente.

-Propongámonos, pueblos americanos, llevar una vida de alta calidad con un ingreso económico modesto. No seamos como los simios. No imitemos a las sociedades ricas de hoy, que a veces se sienten más frustradas cuanto más logran producir.

-El peón es el intérprete sin diccionario entre la tierra y el hombre; entre misterio y misterio.

-Una intervención sana, ejercida por organismos internacionales genuinamente democráticos y de criterio definido, es más jurídica y más humana que la indiferencia ante el incendio de la casa del vecino, o que la complicidad de las naciones que dan respaldo moral a los regímenes despóticos.
-Los pueblos pobres son los corderillos en el altar de la libre competencia.

-Socialismo es la aspiración hacia un orden económico en que cada cual da el máximo de sus capacidades en la producción organizada de menesteres, a cambio de normas de vida tan elevadas como permitirán la riqueza acumulada y el producto cotidiano del trabajo general.

-El ejercicio del gobierno suele consistir en una continua selección del menor de varios males.

-No habrá manera de desarrollarnos y salir de la pobreza mientras los pocos negocios grandes de nuestro medio se entreguen a las economías foráneas y nosotros nos quedemos con sólo negocios de pobre, mientras en vez de ser propietarios de nuestro propio país nos convirtamos en un ejército de empleados del exterior.

-Las armas dan la victoria, sólo las leyes pueden dar libertad.

-La Social Democracia no es una fórmula simple, como las dictaduras. Es difícil de entender, porque contiene conceptos éticos. Es una actitud humanista. Su objetivo es procurar que se satisfagan, con el trabajo de todos, las necesidades de todos, en comida y techo, ropa y trabajo, educación y salud; y paz social. Todo sin sacrificar la libertad.

-Para se independiente hay que ser competente.

-Toda mejora en nuestro país debe comenzar en las aulas. Y si por alguien peleamos en especial –en nuestra lucha por la cultura nacional- fue por los niños de los trabajadores a los cuales debemos educar en la escuela democrática, de verdadera justicia social, exenta de toda demagogia comunizante.

-La distancia geográfica entre las oficinas técnicas y los tugurios puede ser de un kilómetro, pero la distancia humana es de mil kilómetros.

-Los centroamericanos debemos adquirir esa visión de largo plazo, esa idea permanencia. Nos falta madurez espiritual. Como pueblos adolescentes, creemos todavía que veinte años son un período muy largo en la vida nacional. Somos agricultores, acostumbrados a esperar; sabemos que la naturaleza no da saltos; aguardamos las lluvias a su tiempo; y las cosechas al año siguiente; pero la siembra que se hace a una generación vista, nos parece un cultivo demasiado lento.

-Es inconveniente y hasta irrealizable, que un hombre o una nación determine lo que es mejor para toda la humanidad.

-La libertad es un sentimiento; es el gozo del corazón cuando rigen en la vida los dictados preclaros de la mente; cual la salud, no se aprecia hasta que se ha perdido; cual la belleza, se aprecia más cuanto mejor se la conoce.

-Los errores de la inexperiencia deben corregirse; los bríos espirituales, renovarse; los aciertos duplicarse. Esto requiere tanto la madurez de las gentes adultas como el empuje renovador de los jóvenes estudiosos.

-Debiera establecerse como principio universal que, cuando un número de pueblos comercian entre sí, probando su recíproca dependencia, todos tienen derecho a igual compensación por su trabajo y por sus recursos naturales.

-Para que la pobreza y el desperdicio de capacidades no se transmitan de generación en generación, la Social Democracia procura hacer todo esfuerzo por ofrecer a la juventud igualdad de oportunidades.

-El cooperativismo es una respuesta democrática a los retos económicos y sociales de los varios sistemas que están en pugna hoy. Es una síntesis de lo mejor de cada sistema.

-Una cultura que gira alrededor del término dignidad, podría dar sal y color y nuevas metas y tal vez alas, a una civilización que está en peligro de llegar en su marcha ascendente al Altiplano de la Abundancia sin saber volar.

-Los hombres sin organización son hombres sin poder.

-Es fácil juzgar mirando hacia atrás. Si las cosas pudieran hacerse dos veces, si la historia fuera como el drama, donde cada acto se ensaya varias veces, todos seríamos mejores actores.

-Nuestro Ejército de Maestros que ha ganado la batalla por el sexto grado universal, que libra ahora la del noveno grado, debe ocupar también la vanguardia en la guerra por la nutrición nacional.

-El campesino costarricense no se sienta a llorar cuando se vuelca la carreta. Con más sabiduría que ciencia, con más diligencia que palabras, la para, la desembarreala y sigue.

III

Seguimos con esta tercera entrega del pensamiento político del Caudillo José Figueres Ferrer y fundador del Partido Liberación Nacional, que este 12 de octubre del 2017 cumplió 66 años de su creación y que ha participado desde 1953 en todas las elecciones nacionales hasta la fecha. Este mes ha iniciado formalmente la campaña política conforme lo establece el Código Electoral y la convocatoria del Tribunal Supremo de Elecciones. De ahí la importancia de traer en esta oportunidad algunos escritos sobre materia electoral que consideraba don Pepe Figueres.

En Ambiente Democrático: Todo lo hemos afrontado en un ambiente democrático. El mecanismo electoral es ahora mejor que nunca. La contienda está dirigida por un Tribunal Superior de Elecciones, nombrado por la Corte Suprema de Justicia. Las autoridades son hoy más educadas, más respetuosas y más eficientes que en ninguna época anterior. Hay que tener esto presente cuando se habla de los tiempos viejos. Estamos afianzando el respeto a la dignidad humana. Perseguimos el ideal de hacer del ser ciudadano un ser cada vez más digno y más libre. Para mejorar en lo posible nuestro mecanismo electoral, y recibir el beneficio de la experiencia de otras democracias, el Gobierno ha solicitado la asistencia técnica de las Naciones Unidas.

Para que se vea con ojos mundiales del comportamiento de los costarricenses en el ejercicio del sufragio, se han invitado también observadores políticos internacionales. Son ellos grandes personalidades, exponentes del credo democrático, recomendados por el Secretario General de las Naciones Unidas, de acuerdo con la Comisión de los Derechos Humanos. Este progreso general, con esta paz; este orden con esta libertad; este planeamiento económico y social, con este respeto al sufragio popular; esta vida de hoy, es la Segunda República.

Otros Errores: En estos 10 años históricos, no todas las faltas, ni todos los desengaños, han venido de quienes formaban el régimen derrocado. Bastante mal se han portado muchos de ellos, con invasiones y complots. Pero también algunos de los nuestros han fallado. Tan pronto como terminó la guerra, buen número de gentes acomodadas se resintieron porque cumplimos nuestras promesas de justicia social. Tal vez habían creído que esas promesas eran solamente buenas para hacer discursos. Ciertos políticos de oficio, que en 1947 y 48 ofrecían al pueblo la revolución, mientras procuraban sabotearla, se sorprendieron cuando la revolución se hizo. Después, al ver que tratábamos de gobernar en vez de politiquear, se sorprendieron por segunda vez y se dedicaron a dificultar nuestra tarea.

Todas esas gentes que fueron nuestros aliados de oportunidad, se han aliado después con los dirigentes de los 8 años. Unos y otros se han burlado así de los ciudadanos que les siguieron, en uno u otro bando. Para unos jefes y otros, según se ve, no hubo más que una lucha entre políticos, por conservar el Poder, o por alcanzarlo. Juntos han librado una constante oposición al Movimiento que triunfó en el 48, y que hoy gobierna conforme a un programa consultado con los sufragantes. Lamento decir que no ha sido una oposición digna de la madurez democrática de nuestro pueblo. Han actuado con un criterio simplista, según el cual, el oficio de la oposición es meramente obstruir, no dejar gobernar. Por eso no han hecho nada.

El ejemplo más visible de lo que ha sido la oposición, fue su actitud ante los trabajos urbanísticos de la Avenida Segunda de San José. Promovieron un escándalo porque se ampliaba la avenida. En Costa Rica hay lugares lejanos, como Tilarán y Buenos Aires, que les pueden enseñar a esas gentes el ancho que deben tener las calles de una ciudad. Algo se ha avanzado en nuestro país en el arte de hacer gobierno responsable. Lo que todavía no se conoce, es la manera de hacer oposición responsable.

El Padrón Electoral: No ha sido tarea pequeña poner al día el Padrón Electoral, de manera que todos los ciudadanos estén en condiciones de votar. Durante la crisis de 1940 al 48, se procuró más bien confundir los registros, para facilitar el fraude. Desde la guerra de Liberación, se han hecho grandes esfuerzos por ordenar las cosas. El trabajo se duplicó por la necesidad de inscribir a las mujeres, que votaron por primera vez en 1953. Después del esfuerzo que hicieron los partidos en la campaña pasada, en inclusiones, exclusiones y traslados, yo esperaba que en la contienda actual ya tuviéramos el Registro depurado, con todos los votantes incluidos.

Durante los cuatro años de esta Administración, el Tribunal de Elecciones ha contado con todo el apoyo del Gobierno para realizar su gran labor. Además, la Asamblea Legislativa nombró una comisión mixta de los partidos, para colaborar en la faena electoral. Sin embargo, al llegar la nueva campaña quedaba tanto por hacer, que las agrupaciones políticas ha tenido que emprender otra vez por su cuenta las inclusiones y traslados. Es de suponer que todos esos esfuerzos, sumados al que se realizó durante la lucha de 1953, hayan dejado el Padrón Electoral, si no perfecto, en mejores condiciones que nunca. Los votantes inscritos pasan de 350 mil.

Las deficiencias que aún queden, deben perjudicar por igual, en proporción, a todos los partidos. Es imposible que haya habido parcialidad, en el Tribunal, en los funcionarios del Registro, y en los fiscales que todo lo han vigilado, en nombre de todos los partidos. En la última campaña, de 1953, el partido que eligió al actual gobierno perdió tal vez de 40 a 50 mil votos, por defectos de inscripción. Los contrincantes también se han quejado de que muchos partidarios suyos se quedaron sin votar, en aquellas elecciones. Deben tener razón. Las pérdidas deben haber sido proporcionales al número de sufragantes de cada cual. En esta elección del próximo domingo, también se quedarán ciudadanos sin votar por inscripciones imperfectas. Pero no hay duda de que el Padrón Electoral está ahora más completo que nunca.

Para el futuro, tal vez, con la ayuda técnica de las Naciones Unidas podamos adoptar métodos más sencillos, o más expeditos, para mantener, siempre al día, el Registro de votantes. Por ahora, el Tribunal superior de Elecciones ha hecho lo más que ha podido, y el Poder Ejecutivo, muy interesado en mejorar el mecanismo electoral, no podía, por ley, hacer otra cosa que suplir fondos de acuerdo con la Asamblea y facilitar el trabajo de los Magistrados.” (Discurso del 29 de enero de 1958)

Hasta aquí con estos pensamientos de don Pepe Figueres; en materia electoral, luego de 10 años de haberse dado los acontecimientos trágicos de 1948; y como en ese tiempo observaba el avance y la consolidación del sistema electoral. Es muy oportuno para el análisis de nuestra historia patria, y el fortalecimiento de la democracia y el Tribunal Supremo de Elecciones que garantiza la pureza del sufragio.

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