Poemas Épicos

La Marcha Fantasma

10, 11 y 12 de Abril de 1948

Como yo quisiera ser un nuevo Dante
un Amado Nervo, o un Rubén Darío
quiero ser verás, en esta heroica historia
y ajustar los hechos a la realidad.

Todo se inició el 12 de Marzo del año 1948
allá en las montañas al Sur de Cartago
un mes en las brumas, con frío y con hambre
fantasmas de lodo, allá en las trincheras.

Negras, tenebrosas, las noches en vela
ruidos fantasmales que te infunden miedo
no calienta el sol arriba en el cielo
el frío y la lluvia, entumecen tu cuerpo.

Qué rico un café allá en La Eureka
o un arroz con pollo en El Popular
fuerte castañeteo producen mis dientes
duele mi cabeza, estoy bien resfriado.

Quisiera un cigarro dentro de mi boca
o un trago de ron, para calentarme
entrego mi guardia, voy a descansar
«ufa» huelo a perro con sarna o a pollo mojado.

Gracias mi Diosito está seco hoy
mi saco de gangoche, también mi coleto
quizá esta noche yo pueda dormir
y con rica cena, me pueda soñar.

La noche cuajada de lúgubres ruidos
de aves nocturnas y fieras rapaces
el buho, los grillos, el estucurú, el culleo,
los sapos, las ranas, «chingo de concierto»

Allá en San Isidro, Frailes, Santa Elena
Empalme y La Sierra, San Cristóbal Norte,
San Cristóbal Sur, y en Corralillo,
y en Los 3 Santos, el Alto Comando.

Luchan mis hermanos, con frío, con hambre
sueñan como yo en padres, esposas, hermanos,
en sus noviecitas, mi bella «Machita»
de ojos verde mar, sonrisa de diosa.

Y aquí, en la montaña, como en la trinchera
subiendo cansados, bajando de cu…
con hambre, con sueño, sedientos, mojados,
valientes carajillos, ninguno se queja.

Y pasan las horas, y pasan los días
y el enemigo jamás amedrenta,
viajamos de noche y en guerra de guerrillas
diezmados la tropa que enviara el tirano.
y allá en San Marcos, y Santa María
se escucha en secreto «Magnolia Clavel»
tropa reverente, la escucha también
don Pepe y el Padre y Alberto Martén.

El Alto Comando, en Santa María
estudian, preparan los mapas
que nos lleven sanos a tomar Cartago
con los ya citados Magnolia y Clavel.

El 12 de Marzo cayó San Isidro
y Otto Escalante y Pillique Guerra
y el Macho Núñez desde Guatemala traen ya las armas
inyectando vida a la rebelión.

Ahora si valientes, con mucho coraje
vamos a emprender La Marcha Fantasma,
adelante el plan Magnolia y Clavel,
salen de San Marcos, van para Limón.

A última hora hay graves problemas
hay que retrasar Magnolia y Clavel
allá en Altamira se escucha un mensaje
que Pillique Guerra, a don Chico informa.

En avión de Taca, allá estacionado
don Chico y su gente aerotransportados,
La Marcha Fantasma parte de San Marcos
de Santa María y de San Isidro.

Empalme, La Sierra, Frailes, Corralillo,
San Cristóbal Norte, San Cristóbal Sur,
marchan estudiantes y los campesinos,
vienen artesanos, y el Padre Núñez y profesionales.

Y los batallones se van compactando
El Valverde Vega, Empalme, viene el Morazán,
avanza también el León Cortés Castro, también el Lempira,
el de San Isidro se une también el de Altamira.

Silenciosamente y en fila india «vencer o morir»
y todos orando marchan silenciosos
la toma de Cartago, es hoy su obsesión
los que ya se fueron henchidos de gloria.

Que dieron su sangre su vida, ellos van también
en nuestro pensamiento y en el corazón
portan la bandera, los héroes gloriosos
sacro pabellón, azul, blanco y rojo, «mi bella nación».

Noches tenebrosas, diez y once de Abril
vencer o morir La Marcha Fantasma

Magnolia y Clavel, 700 jóvenes adolescentes
con hambre, con frío, golpeados, enfermos, heridos.

Hediondos a pollo mojado, cargados de equipo
con armas pesadas, suben por los cerros
bajan por los riscos, terrenos mojados
y dice don Pepe: adelante joven vamos a Cartago.

Con mucho cuidado y en gran silencio
marchan los comandos, paso a paso marchan,
la selva nos cubre y las altas breñas
con ramas de espinas hieren nuestros cuerpos.

Oculta en el lodo una piedra hiere
en el dedo gordo de mi pie derecho
me arranca la uña, jue p… dolor
y sigo en la marcha «sangrando» y mi pata renca.

Se escucha en el alto de la carretera
alto ahí, quién vive, voces de borracho,
que cuidan los puestos: Diga Santo y Seña
pobre borrachito, que descanse en paz.

Sigue en fila india La Marcha Fantasma,
el día ya pasó y viene la noche
marchamos de nuevo, avanza la noche
y avanza la tropa todos extenuados.

Me duelen los hombros, chunche pa’ pesar
silencio baboso, que nos van a oír
sea necio carajo, cállese su hocico
usté hace más bulla que mico apaleado.

Jale cobarde, si tiene miedo, compre un «zagüate»
y se olle una voz muy fina que dice: Y perdona
nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos. . .
es el Padre Núñez, decimos amén.

Y una vez más, completo silencio
allá en lontananza un qui ri qui quí,
otros le contestan, ya pronto amanece, es 12 de Abril
y en un riachuelo se atasca el perol de Tuta Cortés.

Chunche más pesao, arrempuje loco
quédece callado, arrempuje usté
Domingo García y su compñía toma rumbo Oeste
va para Ochomogo, a cortar el paso que va a San José.

El grueso de la tropa avanza adelante
rodeando El Tejar, ya es de madrugada
y La Gran Hazaña, es un hecho ya
Cartago a la vista cuajada de brumas.

Silencio completo, como un cementerio
se mira el macizo Volcán Irazú
con un penacho de nubes coronado
y a sus pies descansa: La Noble Ciudad.

De pronto en las sombras se escucha el cañón
alto ahí, quién vive, responbe una ráfaga
es la tartamuda de Tuta Cortés
se inicia en este acto la toma de Cartago.

Por todos los puntos se escucha el fragor
tomados por sorpresa los pobres «mariachis»
corren aterrados o de bruces caen
buscan presurosos salvarse en el viejo Cuartel.

Un pueblo valiente, alegre, jubiloso, deja hoy su cama
corre presuroso a, pedir un rifle
y se une gozoso a nuestro batallón
la lucha es tenaz, los marcos de puerta.

Las grietas, cornisas, las tapias de piedra
los caños, las alcantarillas, los postes, las ruinas,
el parque, el San Luis Gonzaga, la Jesús Jiménez
y la Ascensión Esquivel, los autos, carretas, los buses.

Hay muertos y heridos en todo lugar
la lucha es incierta cerca del Cuartel
el ruido se escucha por todo Cartago
son casi las diez, Cartago ya es nuestro.

Fuertemente armados y parapetados
les queda un baluarte, es solo el Cuartel
difícil se hace a los insurgentes
tomar el bastión, el fuego es nutrido y tenaz.

Tres días sitiados, sin agua y sin luz
con presos, heridos, y con muchos muertos
su gran Comandante Coronel Tinoco
con toda su tropa por fin se rindió.

El doce de Abril Cartago cayó
y un pueblo libre de dicha lloró
tañeron campanas, sonaron sirenas y pitos
y salvas de rifles, al aire sonaron.

FIN DE LA MARCHA FANTASMA

H. Miranda C.

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