El Gobierno de la conciliación nacional en Costa Rica (1958-1962)

Armas por tractores

Dentro de las políticas dirigidas por el gobierno de Echandi se planteó el desmantelamiento de los arsenales nacionales, mediante la venta o intercambio de armas consideradas innecesarias, especialmente, a diez años de la proscripción del ejército. Desde la campaña electoral, el PUN había anunciado que «eliminaría el ejército», las armas serían vendidas y se invertiría en mejorar las condiciones de los maestros y las escuelas.91 Fue así, como al iniciar el gobierno de Echandi, se anunció el interés de recoger todas las armas que en poder de particulares. Como señaló la prensa, esto ocurría porque «con motivo de las revoluciones e invasiones al territorio, que se efectuaron desde el año 48, el gobierno anterior se vio en la necesidad de armar a particulares, quienes formaron el cuerpo llamado de reservistas».92

Por cuenta propia, como consta en la prensa, algunas personas decidieron realizar la devolución de armas, principalmente, de rifles. Por ejemplo, en Ciudad Quesada, el Mayor Campos López comunicó que once ex-reservistas se habían acercado a su despacho a devolver, voluntariamente, armamentos que tenían en su poder. Específicamente, once fusiles M-1 y equipo de guerra: cascos, mochilas, fatigas, parque, entre otras cosas. Luego, se anunció la devolución, en Grecia, de rifles M-1 y Máuser a la Secretaría de la Comandancia en Jefe, armas conservadas por reservistas desde la invasión de 1955.93 A pesar de estas iniciativas, pareciera que la respuesta no fue la esperada por el gobierno, pues se informó:

[…] se procederá drásticamente contra elementos que con fines inconfesables retienen, armas hasta de grueso calibre, que no tienen por qué estar fuera de los arsenales del Estado […] como se ha informado, el Gobierno ha pedido a los reservistas que reintegren esas armas a los arsenales pero en muy contados casos se ha conseguido ese resultado.94

Un año después, se notificó que el Ministro de Gobernación, con instrucción del presidente, había redactado un proyecto de ley cuyo objetivo era intercambiar las armas en desuso de los ministerios de Gobernación y de Seguridad Pública por implementos agrícolas e industriales, los cuales,a su vez, serían entregados al Ministerio de Agricultura y al Ministerio de Justicia. Además, se planteó la posibilidad, de incluir en la propuesta, la venta de los dos aviones de combate adquiridos por el gobierno con motivo de la invasión de 1955.95

En esa ocasión, se mencionó que el intercambio se realizaría con la International Armament Corporation de los Estados Unidos, pero durante la transacción apareció otro interesado, W. Gough, representante de la firma Hy Hunter American Weapons Corp. quien se dirigió al Ministro de Gobernación ofreciendo un monto más alto que la International Armament Corporation. Finalmente, la Asamblea Legislativa autorizó al Poder Ejecutivo a realizar la transacción con la primera empresa.96 El tipo de armamentos y municiones, así como se describen, en la siguiente tabla, las cantidades entregadas por el gobierno (Ver Tabla 1)

Tabla 1. Material Entregado a la International Armament Corporation

Tipo Cantidad
Fusiles Mauser (cañón largo 1028, cañón corto 653, argentinos 70, sin identificar 50) 1 801
Fusiles Remington 599
Fusiles automáticos (Breda 230 y Reising 134) 364
Fusiles ametralladoras (Johnson 117 y Degtyarov 14) 131
Carabinas (Oviedo 110, U.S. Kragg 40, Mauser 55) 205
Fusiles de varias marcas en mal estado 102
Ametralladoras (Breda 26, Reising 23, Maxim 15) 64
Subametralladoras (Reising 22, Beretta 14, Smeiser 3 y Neauhasen 3) 42
Fusiles (Norteamericanos M-1 23, Moisin 7, Savage 5, japoneses 2, chispa 1) 38
Ametralladoras (Colt 4 y Gatling 3) 7
Pistolas Tru-Flite (para señales) 6
Cañones Hotchkiss (marina 2 y terrestre 2) 4
Repuestos: cañones para fusiles (varias marcas) 584
Municiones: tiros (varias marcas) 1 085 401

Fuente: Elaboración propia a partir de la Colección de Leyes y Decretos, 1959.

Este intercambio, propició el surgimiento de discursos originarios de la representación de Costa Rica como un país pacifista, donde se prefería invertir en economía en vez de armas. En este sentido, Echandi se dirigió a la población costarricense con las siguientes palabras:

Vamos a dar cañones y ametralladoras que matan por instrumentos que dan vida, que hacen más prósperos y más felices a los hombres. Eso se puede hacer porque los costarricenses han demostrado que pueden convivir entre ellos y con los otros pueblos en paz, en armonía, cultamente, como corresponde a los habitantes de un país civilizado que ama sobre todas las cosas su civilidad.97

Por su parte, los comunistas costarricenses, que estaban a favor del desarme no solo de Costa Rica, sino mundial, señalaron en el semanario Adelante que:

Cumpliendo una promesa hecha al pueblo durante la campaña electoral pasada, el Presidente Echandi ha obtenido licencia de la Asamblea Legislativa para vender una cierta cantidad de armas y comprar a cambio máquinas agrícolas […] Nosotros estamos, sin reservas en contra de la carrera armamentista y en favor del desarme tanto en escala nacional, como regional y mundial.98

En la misma línea, un grupo de mujeres organizadas de la provincia de Puntarenas aprovechó el anuncio del intercambio de armas por tractores y la proximidad de la Navidad, para dirigirse a la primera dama, Olga de Echandi, solicitándole:

[…] su voz de apoyo, como primera dama de la República al Gran Plan de Desarme Mundial que se está discutiendo en la sede de las Naciones Unidas […] las mujeres costarricenses, como lo están haciendo millones de mujeres de todo el mundo, debemos manifestar nuestra opinión al discutirse el más trascendental de todos los problemas políticos que afronta la Humanidad en estos momentos: el problema de la Paz…99

En una ceremonia, en la Tercera Compañía de la Guardia Civil, se hizo entrega de los armamentos recolectados por el gobierno de Costa Rica a la compañía norteamericana. Las armas habían sido avaluadas por el coronel Holden, militar de la Embajada de los Estados Unidos. A cambio, el gobierno recibiría seis tractores marca Fordson; seis arados, marca Ramsomes y seis rastras, de la misma marca, todos nuevos. Además de una cepilladora de madera mecánica. Como acto simbólico, Echandi entregó una ametralladora en manos del embajador estadounidense Willawer. Este último, dio las siguientes declaraciones: «Recibo esta ametralladora como símbolo de paz, porque las armas de que se deshace el gobierno de Costa Rica irán a un país que sólo emplea las armas para cuidar la paz y éstas, van a ser adorno de un museo». Asimismo, Echandi recordó que este intercambio era el cumplimiento de una de sus promesas de campaña electoral y tenía como propósito satisfacer «la aspiración de vivir siempre en la civilidad, la de encontrar su fortaleza en la fuerza de sus instituciones, la de sentir que sus armas son el libro y la pluma».100

Sin duda, esta medida del gobierno de Echandi también contribuía a fortalecer la idea, ampliamente difundida, de que el ejército de Costa Rica son sus maestros y estudiantes. Para Alfonso González, este intercambio de armas por tractores tuvo un profundo significado político y cultural, pues representaba crecimiento y madurez, en el sentido de que se entregaban armas «símbolo de la inmadurez» y se recibía maquinaria, herramientas de trabajo. Así, este ritual político desarrollado en el escenario de las relaciones internacionales, es interpretado por González, como un rito de paso entre la infancia y la adultez política, como colectividad y como individuos.101

Por último, es importante mencionar dos ejemplos de otras iniciativas, orientadas a debilitar el militarismo en Costa Rica. El primero, la adscripción del departamento de bandas al Ministerio de Educación Pública, con lo cual se eliminaba el carácter de cuerpos militares que habían tenido y se proponía darles la condición de orquestas filarmónicas.102 El segundo, se identificó en un artículo de prensa titulado «Desaparece otro cuartel», donde se informó que el Poder Ejecutivo había tomado la decisión de utilizar las instalaciones del cuartel de Alajuela para la fundación de un colegio vocacional.103 De esta forma, los elementos militares eran progresivamente sustituidos por elementos representantes dela educación, el trabajo y la paz.

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