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El Gobierno de la conciliación nacional en Costa Rica (1958-1962)

La declaración de amnistía de 1962

Las elecciones presidenciales se realizaron el 4 de febrero de 1962, los principales candidatos fueron Calderón y Orlich, obteniendo la victoria este último, con lo cual el PLN volvía a dirigir el Poder Ejecutivo. Las palabras de Echandi sobre los resultados electorales fueron «le he dado al país la oportunidad de decir, sin presiones ni forzamientos de ninguna índole, sino con pleno disfrute de libertades y seguridades, su opinión política, a través de las urnas electorales, exclusivamente».130 De esta forma, la vía electoral se consolidaba como la única forma de alcanzar el poder en Costa Rica y los sectores antes enfrentados en la Guerra Civil de 1948 reafirmaban su renuncia a la vía armada. Precisamente, Calderón declaró al saber los resultados electorales:

Ofrecimos respetar el fallo del Tribunal Supremo de Elecciones y cumpliremos fielmente la promesa […] Durante catorce años se nos calumnió y se nos maltrató […] Recogimos la bandera de la conciliación nacional y con ella fuimos a la lucha política […] Permaneceré en el país con los derechos de todo costarricense, amparado a las normas jurídicas vigentes y no como concesión gratuita de nadie.131

Por su parte, Orlich se apropió del discurso de unidad nacional que había caracterizado al gobierno de Echandi. Incluso, pidió a los liberacionistas «un pequeño sacrificio más», que desistieran de hacer celebraciones de carácter público. No obstante, se integró una comisión especial que se encargaría de los preparativos para el traspaso de poderes, tomándose la decisión de realizar festejos entre el seis y el nueve de mayo.132 No es de extrañar que la victoria de Orlich fuera vista con preocupación por un sector de los vencidos de la Guerra Civil. Posiblemente, el recuerdo de la persecución política motivó a diputados calderonistas, entre ellos, Virgilio Calvo Sánchez, a presentar un proyecto de ley el 4 de mayo de 1962, cuyo objetivo era otorgar un indulto general a todas aquellas personas que sufrieron sentencias condenatorias dictadas por el TSI. Ello lo justificaba como una necesidad:

[…] restablecer en el país la más absoluta paz interna restañando las heridas que pudieren quedar abiertas con motivo de los hechos ocurridos en 1948. Tal sentimiento de liquidar definitivamente los odios encendidos en aquellos años lo vive ya el pueblo costarricense. El país requiere hoy el esfuerzo de sus mejores ciudadanos para la solución de los problemas económicos y sociales que lo agobian…133

El proyecto se discutió en la Asamblea Legislativa y se aprobó el 30 de mayo de 1962, es decir, cuando iniciaba la presidencia de Orlich. En esta ocasión, en lugar de utilizarse la palabra amnistía como había sucedido en 1955, se habló de indulto general para quienes habían sido condenados por delitos políticos o conexos por el TSI o cualquier otro tribunal de la República.134 Tal vez, llamarle indulto era, de cierta forma, darle al proyecto, además de un valor legal, un significado moral. En palabras de Alberto Cañas, quien había sido electo diputado por el PLN: «No se trata de borrar el paso de unos hombres. Sino lo que de consecuencia trágica tenía ese paso. No hay nada deshonroso en un perdón. Las condenas están ya bastante purgadas. No hay nada deshonroso en tratar de terminar con 20 años de canibalismo político».135

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