Marita Camacho Quirós
1911 –
Primera Dama 1962-1966
Nació en San Ramón el 10 de marzo de 1911, sus padres fueron Salustio Camacho Muñoz y Zeneida Quirós Quirós.
Doña Marita pasó su infancia en la finca de sus padres en Naranjo y conoció a Francisco José Orlich, llamado comúnmente don Chico, durante unas vacaciones en San Ramón. Se casó en Naranjo el 16 de abril de 1932.
Como Primera Dama trabajó activamente en favor de la infancia. Promovió la fundación de un albergue infantil en Aguacaliente de Cartago, y respaldó con entusiasmo la Ciudad de los Niños. Con su ayuda se iniciaron las labores de los talleres de obreros y artesanos de esa institución y se les suministró equipo para lavandería y panadería. Apoyó las actividades en pro del Hospital Nacional de Niños, que fue inaugurado en 1964. Prestó también gran colaboración a la Escuela de Enseñanza Especial, el Hogar de Rehabilitación de Santa Ana, el Hospicio de Huérfanos, el Centro de Orientación Juvenil de Tierra Blanca, los Hogares de Ancianos Carlos María Ulloa y Santiago Crespo, los comedores escolares y los centros comunales y de nutrición.
Le correspondió acompañar a su esposo en varios viajes al exterior y en el recibimiento al presidente de los Estados Unidos John F. Kennedy y los demás presidentes de Centroamérica y Panamá en 1963.
Ha participado activamente en numerosas tareas de desarrollo social y en las actividades del Partido Liberación Nacional.
Tuvo dos hijos, Francisco José y Mauricio Orlich Bolmarcich.
Galería
Doña Marita Camacho Quirós de Orlich Bolmarcich
Primera Dama de Cista Rica
1962-1966
Marita del Carmen Camacho Quirós nació en San Ramón el 10 de marzo de 1911. Sus padres fueron Salustio Camacho Muñoz y Zeneida Quirós Quirós.
Salustio Camacho dedicó vigorosos esfuerzos a la agricultura en el cantón de Naranjo, pero también sirvió al país en cargos de importancia. Fue diputado por Alajuela de 1902 a 1906 y de mayo a agosto de 1919. Fue Ministro de Instrucción Pública durante la breve administración de Juan Bautista Quirós Segura, cuya esposa, Clementina Quirós Fonseca, era prima hermana de Zeneida Quirós de Camacho.
Marita, integrante de una familia numerosa y feliz, pasó sus años de infancia en la finca de sus padres en Naranjo. En 1928, durante unas vacaciones, fue a pasar una temporada a San Ramón y allí conoció al joven Francisco José Orlich. Se enamoraron y algunos años después, el 16 de abril de 1932, contrajeron matrimonio en Naranjo, cuando ella tenía veintiún años y Francisco José veinticinco.
Francisco José Antonio Orlich, a quien todos llamaban Chico, había nacido en San Ramón el 10 de marzo de 1907, en el hogar de José Rafael Orlich Zamora y Georgina Bolmarcich Lemecich. Su familia era de origen croata.
Poco después de su matrimonio, Marita tuvo la pena de perder a su padre, quien falleció en Naranjo el 4 de marzo de 1933.
Francisco Orlich participó en política desde muy joven.
En 1938 ya era Presidente Municipal de San Ramón y más tarde fue elegido diputado por Alajuela para el período 1940-1944. Volvió al Congreso de 1946 a 1948 y tuvo una destacadísima actuación en la guerra civil de 1948. Fue Secretario de Fomento de abril a mayo de 1948 y Ministro de Obras Públicas de 1948 a 1949. En 1953 fue elegido Diputado por San José, pero renunció a la curul para servir desempeñar nuevamente el cargo de Ministro de Obras Públicas. En julio de 1956 presentó su renuncia para aspirar a la Presidencia de la República en los comicios de 1958, elección que perdió la elección por escaso margen de votos.
Doña Marita recuerda que en aquellos difíciles momentos, al enfrentarse con las dificultades económicas surgidas de la campaña, su esposo le manifestó: «Marita, estamos arruinados. Vamos a empezar de nuevo.» Su intachable probidad quedó demostrada al pagarse hasta el último de los compromisos adquiridos. Hoy Marita guarda como recuerdo los pagarés cancelados por don Chico a todos sus acreedores.
En las elecciones de 1962 don Chico obtuvo una abrumadora victoria. Poco después, los esposos Orlich Camacho efectuaron un viaje a Europa, y Marita tuvo así la oportunidad de conocer al Papa Juan XXIII, a la Reina Isabel II de la Gran Bretaña, al Presidente estadounidense Lyndon B. Johnson y al Generalísimo Franco, entre otras personalidades.
Francisco Orlich inició su período presidencial el 8 de mayo de ese año y Marita, que tenía cincuenta y un años de edad se convirtió en Primera Dama de Costa Rica. Residieron en la Casa Presidencial de la avenida de las Damas, al costado oeste del Parque Nacional. No era una casa bonita, ni siquiera cómoda, y ninguna de sus dos secciones -las oficinas y la llamada «casa particular» del Presidente y su familia- tenía nada de principesco; pero los esposos Orlich Camacho fueron muy felices allí. Marita recuerda que cada vez que don Chico tenía ratitos libres pasaba al costado norte del edificio, donde estaba la «casa particular», para disfrutar de la compañía de ella y de sus hijos Francisco José y Mauricio.
Como Primera Dama de la República, Marita trabajó activamente en diversos campos, especialmente en pro de la infancia. Sus dos hijos eran aún muy pequeños y ello constituyó un decisivo estímulo para su voluntad de ayudar a los niños más necesitados. Con la colaboración de un grupo de amigas desarrolló con entusiasmo y cariño variadas tareas, entre ellas la fundación de un albergue infantil en Aguacaliente de Cartago. Los comienzos fueron muy duros, ya que no se disponía de personal ni de recursos financieros, y fue necesario realizar ferias navideñas para poder impulsar este y otros proyectos de ayuda social. Doña Marita también respaldó con calor la Ciudad de los Niños. Con su ayuda se iniciaron las labores de los talleres de obreros y artesanos de esa institución y se le suministró equipo para panadería y lavandería. También fueron objeto de sus desvelos los comedores escolares y los centros comunales y de nutrición. Apoyó con entusiasmo las gestiones del Doctor Don Carlos Sáenz Herrera y sus colaboradores para la construcción del Hospital Nacional de Niños que hoy lleva el nombre de ese distinguido médico, y asistió con su marido a la ceremonia de su inauguración, en 1964.
La señora de Orlich prestó una decidida colaboración a la Escuela de Enseñanza Especial fundada por don Fernando Centeno Güell, y en 1966 se colocó allí una placa en homenaje a Doña Marita y a otras dos denodadas colaboradoras de la institución, Clarisa Mora y Nora Murillo de González. Marita ayudó también a muchas otras instituciones de bienestar social, entre ellas el Hogar de Rehabilitación de Santa Ana, el Hospicio de Huérfanos, el Hogar Transitorio, el Centro de Orientación Juvenil de Tierra Blanca y los Hogares de Ancianos Carlos María Ulloa y Santiago Crespo. Incluso el Parque Zoológico Simón Bolívar se benefició de sus empeños.
La administración Orlich hubo de enfrentar la catástrofe provocada por las erupciones del volcán Irazú, que se prolongaron de 1963 a 1965. Doña María y sus colaboradoras brindaron un gran apoyo a las tareas desarrolladas para ayudar a los damnificados.
Ángela Acuña de Chacón se refirió así a la labor de doña Marita:
» … mujer distinguida, discreta en el más bello sentido de la palabra, sabe caracterizar el orden social y atraer hacia ella todas las voluntades … Con el correr de los años se irán palpando esas transacciones que ella realiza imperceptiblemente, pero bien fundamentadas, que han de servir, en no lejana fecha, para apuntalar la tradicional armonía de los costarricenses… La obra social de Mari ta es muy extensa… Su vida ha sido un rosario de obras buenas.»
Marita también cumplió con gran dignidad sus deberes protocolares como Primera Dama. Entre los acontecimientos más significativos de aquellos días cabe destacar la visita a Costa Rica del Presidente americano John F. Kennedy y de sus colegas de Centro América y Panamá, en 1963, y la del Presidente mexicano Gustavo Díaz-Ordaz, en 1965. Marita también acompañó a don Chico en sus viajes a los Estados Unidos y varios países centroamericanos.
Poco después de la conclusión del período presidencial, el 8 de mayo de 1966, don Chico enfermó, y esta circunstancia obligó a su familia a llevar una existencia más retraída.
Francisco Orlich murió en San José, el 29 de noviembre de 1969, a los sesenta y dos años de edad. Doña Marita asumió entonces toda la responsabilidad de la educación de sus hijos, del cuidado de su finca y el manejo de sus negocios. También se mantuvo vinculada a numerosas actividades de carácter social, entre ellas las desarrolladas por la Cruzada Femenina pro Vivienda en Marcha.
Marita también ha continuado participando en las actividades del Partido Liberación Nacional y es una de sus figuras femeninas de mayor prestigio.
Tomado de «Las Primeras Damas de Costa Rica»
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