Costa Rica en la década de 1940-1950

III. ADMINISTRACION DEL LIC. TEODORO PICADO MICHALSKI

Así llegamos a las elecciones para Presidente de la República del 13 de febrero de 1944, que había tenido una de las campañas más violentas de nuestra historia y en la que salió electo don Teodoro Picado Michalski, con la inconformidad de los grupos de oposición. Su candidato opositor fue don León Cortés33.

Picado era un hombre inteligente, culto abogado que había desempeñado varios puestos: Profesor, Subsecretario de Educación, Secretario de este Ministerio y Diputado.

Su administración fue una de las más difíciles en nuestra historia por el ambiente que reinaba entonces. Fueron cuatro artos en que la política se volvió día a día, y la oposición al régimen era cada vez más fuerte”34.

“Teodoro Picado heredó la reputación de su predecesor cuando asumió la presidencia en mayo de 1944. Se dio cuenta de que, a fin de aplacar las pasiones políticas del momento, su gobierno tenía que restablecer la. imagen de integridad fiscal que el país esperaba. Solamente un programa audazmente innovador de reforma tributaria y de procedimientos presupuestarios podría salvar a Costa Rica del desastre financiero”35.

Picado tuvo que hacerles frente a graves problemas económicos como la reducción de los precios del café en los mercados internacionales y por lo tanto la disminución de volumen del comercio. Para efectuar los pagos el Gobierno tuvo que recurrir a préstamos de bancos privados costarricenses.

Picado enfrentó el problema de impedir el desastre financiero de tres maneras distintas. La primera fue una reforma administrativa tendiente a formar un control y una ubicación más efectivos de los recursos financieros existentes. La segunda contemplaba una reforma de largo alcance en la base de las rentas estables, a fin de hacerlas menos susceptibles ante las fluctuaciones del comercio mundial y más compatibles con la expansión de los servicios ofrecidos por el Estado. La tercera fue un intento de solucionar la situación a corto plazo por medio de un préstamo del Export Import Bank para la creación de obras públicas parcialmente autosostenidas y para crear nuevas fuentes de ingresos por medio de cambios menores”36.

Entre los aspectos heredados de la administración anterior había un estudio de la organización fiscal de Costa Rica, realizado en 1943, bajo la supervisión de Thomas Kekicht, del departamento del Tesoro de los Estados Unidos. Luego recomendó tres leyes, que fueron aprobadas por los diputados del partido Republicano Nacional con el apoyo de Vanguardia Popular. Estas eran:

1.- Creación de la Contraloría General que reemplazó al ineficiente Centro de Control, aprobada por el Congreso el IX de agosto de 1944 T a Contraloría debería ejercer una supervisión general sobre los asuntos fiscales. 2.- Ley Orgánica del Presupuesto y 3.- Ley Orgánica de la Tesorería General, cuyo propósito era la centralización de las actividades económicas de todas las oficinas gubernamentales que recibieran ingresos. Esta oficina estaba dividida en cuatro secciones: a) Departamento de recomendaciones de importaciones y distribución de cuotas, b) Departamento de distribución de la gasolina y demás productos del petróleo, c) Departamento de control de artículos de hule y artículos necesarios para la guerra, di Departamento de fijación de precios a los artículos importados o fabricados en el país.

Estas leyes suministraban una buena base para ordenar las finanzas de la nación y para abrir sus asuntos financieros a un posible escrutinio. Sentaba las bases para el desarrollo de una recolección y una ubicación más modernas y eficientes de los recursos financieros. No obstante, gran parte de la opinión pública que en un principio había clamado por el orden y la reforma fiscal, comenzaba ahora a deplorar las nuevas leyes como simples estratagemas para convencer al país de la necesidad de crear nuevos impuestos”37.

Uno de los medios que se pensó sería efectivo para solucionar la crisis económica fiscal era un préstamo de varios millones de dólares; pero como no se dio a conocer a la opinión pública en que se invertiría dicho préstamo, tuvo como resultado que no se aprobara.

El establecimiento de impuestos indirectos progresivos representaba la esperanza de la nación de lograr un progreso ordenado y la oportunidad de derivar beneficios de las nuevas leyes fiscales”38.

Para los miembros del partido Republicano la ley que más los ayudaría a solucionar los problemas económicos era la del impuesto de la renta. Si no era aprobada no sería posible llevar a cabo las reformas, ni contrarrestar las opiniones de la oposición referente a los déficit presupuestarios. Hay que recordar que regímenes anteriores como los de don Ricardo Jiménez y León Cortés habían tratado de poner en práctica el impuesto de la renta, sin resultados positivos y que fue la causa del derrocamiento de Alfredo González Flores. Definitivamente esta ley sería la ruptura definitiva del capital con los republicanos y su unión al grupo de oposición y un buen punto para querer su derrocamiento.

Cuando el proyecto de Ley Tributaria fue presentado por Picado en el Congreso. inmediatamente se convirtió en el tema del momento.

Dentro del grupo de oposición los socialdemócratas se encontraron en una situación incómoda ya que anteriormente se habían manifestado a favor de los tributos directos y encontraron una serie de “razones» para rechazarlo. Teóricamente la reforma era necesaria, pero políticamente los socialdemócratas tenían que tomar partido contra ella.

Picado dijo que era necesaria la aprobación de dicha ley para subir el salario a los maestros y hay que recordar que esta agrupación ocupa un lugar preferencial en nuestro país, y además, que sus salarios no habían subido al mismo ritmo que los precios de los artículos; pero la oposición alegaba que con una buena administración fiscal no sólo los salarios de los maestros habrían subido sino también los de todos los servicios públicos. Grupos que antes se habían manifestado contrarios a la aprobación, ahora le daban el sí.

El Eco Católico, vocero de la jerarquía católica costarricense, salió a defender la reforma: “Las proporciones establecidas por el gobierno son justas y equitativas”39.

El 19 de diciembre de 1946, el Congreso aprobó la Ley Tributaria que fue ratificada por el Ejecutivo el 20 de ese mismo mes.

Según opinión de John Patrick Bell, “Durante los cuatro años de la administración de Picado se hizo mucho para asegurarle al ciudadano costarricense el alto grado de integridad fiscal que esperaba de los funcionarios públicos. Además, que los críticos de ambos regímenes dejaron de reconocer que esas dos administraciones se habían enfrentado con circunstancias extraordinarias, muchas de las cuales estaban fuera del control de Costa Rica”40.

Otras obras importantes de la administración del Lic. Picado fueron:

1.- Reorganización de las Juntas Rurales de Crédito que estarían administradas por el Banco Nacional. Su objetivo era prestar ayuda al pequeño agricultor para que pudiera desarrollar bien su labor.

2.- Creación de la Sección de Fomento de Cooperativas Agrícolas e Industriales, dependiente del Banco Nacional con el objetivo de dar ayuda técnica a las cooperativas que se fundaran y también a las que ya estaban establecidas.

No se puede negar que el movimiento cooperativista era y es uno de los más importantes con el fin de dar justicia social al mundo.

3.- En el aspecto internacional, los hechos más sobresalientes de esta administración fueron: a) La concreción del tratado limítrofe con Panamá, mediante el amojonamiento de las fronteras; b) la incorporación de Costa Rica a la Organización de las Naciones Unidas41.

4.- En lo que respecta a la educación fue poco lo que se realizó, los cuatro años de administración transcurrieron en la rutina, creación de escuelas, colegios, algunos de importancia como los de Limón y Liberia. Es importante resaltar la creación de la Caja de Préstamos y Descuentos de la ANDE, que ha prestado grandes servicios a los educadores.

5.- Otro hecho importante es la fundación del instituto Interamericano de Ciencias Agrícolas, el 15 de enero de 1944. “Esta sería mantenida por los gobiernos de las repúblicas americanas con el fin de fomentar el adelanto de las ciencias agrícolas y las actividades agrícolas conexas, relacionadas con ella. La Central Ejecutiva de esta institución tendría su sede en Washington y la oficina principal en Turrialba, Costa Rica”42.

6.- Creación del Instituto Geográfico Nacional, el 3 de julio de 1944. Se trató de establecer en esta administración el Servicio Civil, pero sin resultados positivos.

7.- En el mensaje presidencial de¡ lo de mayo de 1944. el Lic. Picado anuncióla creación del Código Electoral con el fin de fomentar la democracia costarricense y que garantizara a los ciudadanos la libre y segura manifestación de su voluntad por medio del voto43.

Es indudable que el Código Electoral era de trascendental importancia, ya que los partidos de oposición querían asegurarse que no existiera fraude. Incluso era partidario de estas ideas el partido Comunista o Vanguardia Popular que había perdido diputados en la administración del Lic. León Cortés.

El Código Electoral estipulaba que el voto era obligatorio, estrictamente personal, emitido en íorma directa, universal, igualitaria y secreta. Los organismos electorales serían los siguientes: a) un Tribunal Electoral, a quien le correspondería la organización de los comicios y realizar la declaratoria provisional de la elección, b) Registro electoral cuya misión sería la de preparar todo el material necesario para la elección, c) Juntas Electorales que tendrían que velar por el orden a la hora del sufragio, cuidar el material electoral y comunicar por vía telegráfica los resultados parciales de los mismos.

Sin embargo, este nuevo Código va a adolecer de dos grandes defectos que fueron el portillo por el que, muy fácilmente, se introdujeron irregularidades en las elecciones. La exigencia de cédula de identidad que al carecer de la identificación fotográfica, era un requisito fácilmente quebrantable y que, por lo tanto, no garantizaba pureza en el sufragio. Por otro lado, tenemos el voto a computar que se mantuvo en la nueva codificación como una lacra, sumamente perniciosa del sistema anterior”44.

La importancia de las elecciones de medio período o sea las de 1946, no es tanto de quién perdió o ganó sino que en ella se vislumbraban los acontecimientos que sucederían dos años después.

Se puede afirmar que los tres partidos mayoritarios de oposición se compactaron en uno solo, frente al partido del gobierno el Republicano Nacional, unido al Vanguardia Popular.

Llega la elección, y el día transcurre relativamente tranquilo; hay, por supuesto, aisladas escaramuzas, atropellos aquí y allá, intervención violenta de las autoridades en un lugar o en otro, pero nada en la proporción de 1944. Y para el Gobierno, el resultado de esta elección de 1946 constituye un revés serio: de los 23 diputados a elegir, la oposición obtiene 10; los comunistas -que han presentado papeletas por su cuenta en vez de meterse en las de sus aliados— eligen 2, y el partido Republicano Nacional (calderonista) 11. Por supuesto, la mayoría gobiernista ocurre en las provincias más lejanas, en las de más difícil acceso, en las de menores zonas urbanas; los oposicionistas obtienen limpio triunfo en las cuatro provincias centrales, en las de mayor concentración de habitantes, en las que tienen las ciudades de más importancia: San José, Majuela, Cartago y Heredia. El resultado numérico de la votación no puede ser más revelador; es cierto que la maquinaria electoral del Gobierno le ha permitido todavía presentar una votación de 50.342 votos contra 41.937 para la oposición, pero esto es un revés considerable para un grupo político que apenas dos años antes se había permitido anunciar que ha elegido a un Presidente de la República con más de 90.000 votos a su favor”45.

Como conclusiones de estas elecciones se pueden dar las siguientes: 1.- Fomentaron el odio y los rencores encendidos tiempo atrás; 2.- Se pudo percatar que ya el partido en el gobierno había perdido prestigio y que no contaba con abrumadora mayoría de votantes.

Una vez pasadas las elecciones de medio período se celebra una entrevista entre el Lic. Picado y el Lic. Cortés. Don León quiso1 llegar a un acuerdo con el gobierno, ofreciéndole ayuda ya que comprendía la difícil situación fiscal que tenía prácticamente paralizado al país y financiación al gobierno picadista por lo que faltaba de su administración.

La condición para llevar a cabo este entendimiento, era la ruptura total y definitiva con el partido Comunista, es decir con Vanguardia Popular. De aceptar don Teodoro esta condición, don León ofrecía su apoyo y concurso personal y el de sus amigos, para que el señor Picado terminara su administración airosa y normalmente46.

El presidente pidió un lapso de ocho días para tomar una decisión, pero no se pudo llegar a ningún acuerdo, porque en el lapso solicitado por Picado, el 3 de marzo de 1946, murió repentinamente don León Cortés.

Con la muerte del señor Cortés, terminaron las conversaciones y más bien lo que se desató fue una campaña en contra del gobierno.

Lo que extraña es que a poco tiempo de que se hubiese declarado una elección como fraudulenta -la de 1944- se pretendía una unión entre los dos partidos que habían disputado dicha contienda.

Don Oscar Aguilar menciona que existían cuatro razones para que la oposición pretendiera la unión:

1.- Tomar el poder en forma inesperada; ya que si habían dejado estar detrás de la “silla presidencial” a los comunistas, ellos podrían hacerlo de igual manera.

2.- La eliminación definitiva de la participación de Vanguardia Popular en el gobierno.

3.- La posibilidad de controlar las elecciones de 1948, con el fin de evitar cualquier actuación irregular.

4 – Impedir lo que se produjo en 1948, o sea la guerra civil, ya que desde esta época corrían rumores de revolución.

Al morir el Lic. Cortés, la oposición queda sin candidato a las elecciones de 1948. Se sabía que era necesario encontrar una persona de “arrastre” ya que el Dr. Calderón Guardia sería su opositor, quien a pesar de sus desaciertos, podría explotar su labor social para atraerse partidarios.

En el año de 1947, la oposición no había definido a su candidato; y los tres postulantes más importantes eran: Fernando Castro Cervantes por el partido Demócrata; Otilio Ulate Blanco del Unión Nacional y José Figueres Ferrer, que había regresado del exilio el 13 de mayo de 1944. Como se hacía difícil determinar quién de los tres sería el candidato se creyó que la solución era designar como candidato a don Alfredo Volio, quien propuso que lo mejor era realizar una convención que se celebró el 13 de febrero de 1947, de la que resultó triunfante Otilio Ulate47.

Una vez designado Ulate como candidato de la oposición, se intensificó la campaña política. El gobierno cometió arbitrariedades como la que narra don Alberto Cañas en su obra Los 8 años: “Una noche dominical, en Cartago, cuando salen los cines y las gentes se dirigen a la Avenida Central, donde es dominical tradición un paseo, la policía brota de todas partes, y se lanza contra la pequeña endomingada multitud. Mas los cartagineses son bravos, y vienen siéndolo más en estos días y hacen frente al ataque desarmando a varios de los esbirros. Pero parece que los jefes han previsto esta posibilidad, y antes del ataque, han emplazado convenientemente algunas ametralladoras, que cuando la policía comienza a llevar la peor parte de la gresca que gratuitamente ha provocado, comienza a lanzar fuego.

No se detiene ahí la cosa. Hasta el momento, los atacados son los que están en la calle. Pero hay gentes en los clubes, y tal vez en un cine que proyectaba una película muy larga. Entonces se lanzan gases lacrimógenos sobre esos locales, para que la gente se vea obligada a desalojarlos, y desemboque en mitad de cintarazos y el fuego de ametralladoras. Los gases lacrimógenos caen incluso en la sala de cirugía del hospital de la ciudad, y sobre los que allí cerca esperan noticias de los primeros heridos de la noche”48.

Esto va a desatar un acontecimiento de gran importancia en nuestro país, que se conoce con el nombre de “huelga de los brazos caídos”.

El 23 de julio de 1947 se inició la huelga con carácter de resistencia pacífica. La mayor parte del comercio y diferentes empresas, lo mismo que los bancos, cerraron sus puertas. Durante estos días algunos grupos saquearon establecimientos de comercio. En los tiroteos producidos por la policía en los puntos céntricos de la capital fueron heridas varias personas, algunas de ellas mortalmente. La ciudad de Cartago se hallaba casi en estado de sitio, y para poder entrar o salir necesitábase un salvoconducto especial.

Con el propósito de terminar con la huelga que iba extendiéndose cada vez más, se iniciaron el 1o de agosto conversaciones entre el Presidente de la República, los Miembros del Tribunal Nacional Electoral, en carácter de mediadores, y el Delegado de la oposición, don Ricardo Castro Beeche.

Por fin, el domingo 3 de agosto se llegó a un arreglo, y fue firmado un importante convenio declarando concluidas las dificultades de carácter político existentes. Además, y esto fue lo importante, se convino y aprobó un pliego de garantías electorales”49.

El día 2 de agosto, la huelga de brazos caídos no había finalizado y sucede el siguiente hecho: una enorme cantidad de mujeres se reunieron delante de la Catedral Metropolitana y luego se dirigieron a la Casa Presidencial con el fin de solicitarle al presidente Picado la finalización de la huelga y las garantías electorales. El señor Picado no salió y muchas mujeres permanecieron por varias horas; ahí ocurrió un suceso lamentable y fue el fuego de ametralladoras ante las manifestantes, lo que provocó duras críticas y obligó a Picado a pactar el fin de la huelga.

Fue firmado un pacto entre el gobierno y la oposición cuyos principales puntos eran: la creación del Tribunal Nacional Electoral, cuya resolución se aceptaría. El resultado de la elección sería inapelable y el Presidente de la República y su Secretario de Seguridad Pública, entregarían la fuerza pública dentro de las 24 horas siguientes después de firmada la declaración, al ciudadano favorecido; además, los empleados públicos tendrían derecho al partido político de su agrado, sin represalias de ningún tipo50.

Según Oscar Aguilar la huelga de brazos caídos “no fue más que un cierre de establecimientos comerciales y de la Banca, pero de indiscutible importancia. Por ella la oposición obtuvo las garantías electorales reclamadas, además fue el preámbulo para lo que más tarde sucedería: la lucha armada de 1948”51.

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