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Rodrigo Facio: Pensamiento y acción

VI. CULMINACIÓN DEL PENSAMIENTO POLÍTICO

Creo que la culminación del pensamiento político de Rodrigo Facio está en dos trabajos de 1958 y 1959, y en un libro inédito que desventuradamente no pudo terminar aunque ya estaba notablemente avanzado. Estos trabajos son los siguientes: La victoria del hombre contemporáneo sobre los dogmatismos económicos-sociales, Planificación económica en régimen democrático y Latinoamérica en la encrucijada (inédito).

El primero es la penúltima obra publicada por Rodrigo Facio, en 1958. Es una conferencia pronunciada el año anterior en un ciclo sobre «La Filosofía en el siglo XX»; el tema es «Clasicismo y Marxismo» y sus resultados políticos: liberalismo y socialismo. Es un ensayo maduro, culminación de su pensamiento político, en el que recoge sus reflexiones de veinte años desde los días en que era un estudiante de Derecho hasta ahora, cuando es rector de la Universidad de Costa Rica. Resume a grandes rasgos:

«El primero, individualista, ofrece una programa liberal, de no intervención social en la vida económica; el segundo, colectivista, un programa socialista, de atribución a la sociedad de todos los poderes económicos» (Revista de la Univ. De Costa Rica, Nº 16, enero de 1958. En Obras, Tomo I, pág. 365 sig.), conoce a fondo el pensamiento del liberalismo clásico, y también el marxismo. Citando a Schumpeter, considera armar «una combinación impresionante de economista, filósofo y agitador político» (Ibid., pág 374). Y sobre el liberalismo hace algunas precisiones, distinguiendo entre el «…espíritu liberal que afloró con el Renacimiento, interesado por la libre investigación científica, la libre creación artística y el contenido humanista de la cultura en reacción contra el dogmatismo medieval» (Ibid., pág. 375).

Ese espíritu liberal no es lo mismo que el liberalismo económico, y por eso se puede hablar de un «…liberalismo del espíritu: independencia personal garantías frente al poder político, tolerancia religiosa, libertad de conciencia, libertad de pensamiento científico y filosófico, libre manifestación de las ideas…como principios normativos de la organización social» (Ibid., pág. 375-376).

En cuanto al liberalismo económico estima que «…la experiencia nos ofrecerá un espectáculo de desajustes económicos y conflictos sociales: ciclos económicos con sus terribles fases de depresión; concentración de los capitales en grandes corporaciones con su secuela de abusos contra las firmas pequeñas, el obrero y el consumidor; surgimiento de la «competencia limitada o monopolística»; desocupación obrera; pugnas industriales con sus puntos culminantes de la huelga y el paro; y todo esto sin contar los problemas de la economía mundial y el creciente divorcio del nivel de vida de los países industriales y los subdesarrollados» (Ibid., pág. 378).

Aunque su pupila analítica percibe grandes peligros, es sin embargo optimista en cuanto a los cambios que observa:

«… está en formación, por la vía de los hechos, sin dogmas ni apriorismos, una nueva concepción económica y social de carácter pragmático, realista y flexible, en donde rasgos capitalistas se mezclan con rasgos socialistas y matices individualistas y liberales con matices estatistas, pero teniendo siempre por estrella de orientación el respeto a la dignidad del hombre y el mejoramiento de sus condiciones de vida» (Ibid., pág. 387).

En este mensaje reafirma en los ideales sustentados desde la juventud: el espíritu pragmático, la búsqueda de la justicia social, la defensa ahora más amplia de la libertad política y, condición ineludible, el crecimiento económico que haga posible lo demás.

En el ensayo Planificación económica en régimen democrático, es fiel a la actitud que asume desde sus primeros escritos: exponer un amplio marco teórico para concluir en un concreto programa de acción. Luego de examinar la doctrina y la experiencia extranjeras, termina con un plan completo para aplicar en Costa Rica la planificación económica, respetando la tradición democrática del país. Piensa que «…no existe una incompatibilidad inherente entre el principio del gobierno democrático y los grandes proyectos de reconstrucción económica» (Planificación económica en régimen democrático. Separata de la Revista de Ciencias Sociales de la UCR, Nº 4, Sept. 1959, Imprenta Lehmann, pág. 24).

Cree que el concepto de planificación «ha desbordado las rígidas fronteras de los dogmatismos económico-sociales» (Op. cit., pág. 11) y que no debe identificarse con ningún tipo de sistemas autoritarios. Recomienda dieciocho elementos para una política costarricense de planificación: establecimiento de un organismo central de planificación, señalamiento de metas u objetivos económicos, proyectos específicos de inversión, señalamiento de prioridades, establecimiento del control democrático sobre la planificación, fortalecimiento de un claro liderazgo nacional, enfoque integral del problema del desarrollo, adopción de una política social, preparación de la base humana del desarrollo, reconocimiento jurídico y social del papel decisivo de la empresa privada, fortalecimiento de la clase media, preparación para llevar a cabo las inversiones básicas de la economía nacional, establecimiento de una legislación para la atracción controlada de inversiones extranjeras, políticas y garantías de estabilidad monetarias, política económica internacional autónoma y flexible, convenios internacionales de precios, controles adecuados del capitalismo internacional, revisión de las estructuras de economía mixta. Como puede observarse, el autor piensa en todos los factores que deben considerase para aplicar la planificación económica en un país como Costa Rica (Op. cit., pág. 37 a 50).

Es interesante señalar que, a estas alturas (1959), Facio considera indispensable revisar la autonomía concebida constitucionalmente a las instituciones autónomas diez años atrás; así lo considera Raúl Hess, que advierte «…una profunda revisión de su concepto ortodoxo de la autonomía institucional, pues preconiza la participación y sujeción de los entes autónomos a las directrices del plan» (Hess, Raúl: Rodrigo Facio, el economista. Publicaciones de la UCR, 1972, pág. 183).

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