Anécdotas de Jorge Rossi (5)
Contenidos
Aporte de Jorge Rossi Chavarría
«Chanchadas» de la política
Un día estaba almorzando con don Pepe, y conversábamos que, en miras a las siguientes elecciones, el partido lo que necesitaba era tener de líder a un hombre honrado y limpio. don Pepe dijo, «¿saben quién es un hombre como el que necesitamos en el partido? Mario Echandi».
Yo me volví y le dije, don Pepe, ¿cómo va a aceptar el partido a Mario Echandi si usted alguna vez públicamente dijo que Mario Echandi había sido un pillo por siete generaciones?. Entonces, baja los hombros, y me contesta, ¡ay! Las chanchadas de la política…
Vicepresidente
Después del 66, me entusiasmé con la candidatura de don Pepe, me pareció que valía la pena apoyarlo, le di la colaboración que él quería, y me ofreció ser ministro o diputado. Yo le dije que no quería volver a la vida pública. A las semanas me volvió a preguntar, me dijo, «Jorge, total, ¿va al gabinete conmigo o no?», y le dije de nuevo que no, pero que le agradecía mucho su interés.
Entonces me dijo, ‘bueno, ya que no quiere nada con la política, hágame un favorcito. Es que estoy pensando para la vicepresidencia en escoger a dos entre dieciocho personas que voy a mencionar.
Me dice «a un amigo le han hablado, es pariente mío, y no quiero meter parientes, vaya a desanimarlo». Apenas llegué me dijo «quiero ayudarle a Pepe». Es decir, que ese pariente de don Pepe sí quería ser vicepresidente. Aproveché para decirle que por ahí andaba el cuento de que lo querían nombrar vicepresidente. Me dijo que si se le ocurría a Pepe, él no iba a decirle que no. Y le pregunté, si no se le ocurre a don Pepe, te resentís?. Y me contestó que no. Así desanimé a ese amigo nuestro.
Y en eso sale don Pepe en la tele, y dice que para las vicepresidencias ha escogido, entre un grupo de amigos en los que pensó, en Aguilar Bonilla y en mí, él como candidato a la primera vicepresidencia y yo para la segunda vicepresidencia.
Inmediatamente llamó Bruce Masís para decirme cuidado no aceptás. Y así un montón de amigos. Después hasta tuve que ir a explicarle al pariente de don Pepe que cuando le hablé de ese asunto, no sabía que yo estaba en la lista.
Alto funcionario
En una oportunidad don Pepe le redactó el texto de una carta al polémico finacista Robert Vesco. Vesco publicó esa carta. Trascendió que fue el presidente y se armó un escándalo. Un día me dice don Pepe, vea, Jorge, le voy a contar algo, pero no se enoje, un señor González, de Alajuela, al que le dicen Carne Asada, me dijo que fue usted el que dijo que yo había escrito la carta. Llamé a González, y le dije que según don Pepe vos decís que yo te dije y yo no te dije nada. Me contestó, no, don Jorge, no se preocupe, yo lo que dije es que un alto funcionario había dicho, y como todos son chiquitillos, sólo usted es alto, por eso es que don Pepe dice que fue usted.
¿Siempre tan mariachi?
En una oportunidad le dije a don Pepe «Dispense, don Pepe, usted y yo nos podemos morir, y yo quiero preguntarle, ¿por cuál puerta va a salir, por la que salieron su papá, su mamá y su hermano Toño, o por la otra puerta?» Fue a partir de ese momento que empezamos un proceso por convencerlo hasta que se confesó y comulgó.
Entonces le conseguí una cita con el padre Mata, padrino mío de confirma y calderonista de hueso colorado. Le hablé a don Pepe, le dije que el Padre quería saludarlo y me dijo que sí. Le conseguí una cita. Yo le dije a don Pepe que él quería hablarle. Tráigaselo por aquí, me dijo don Pepe. En cuanto llegamos, le dice don Pepe, «diay, Matica, ¿siempre tan mariachi ?» Con sólo eso se paseó en todo.
«Cachivolteado»
En otra oportunidad inventamos presentarle al padre Alberto Casals, que es catalán. Fuimos, se saludaron en catalán, y le dice don Pepe, en castellano, «Padre, no sé si usted sabe, pero yo en religión soy muy cachivolteado». Don Alberto le contestó «mi papá era igual». Pero después empezó a preguntarle en catalán, y poco a poco, con el pretexto de que practicara el idioma, el padre Casals lo fue metiendo en las ideas del Señor.
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