ABRIL DE 1954 – GOBIERNO COSTARRICENSE COMPROMETIDO EN PLAN CONTRA PRESIDENTE SOMOZA
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En los primeros días del mes de abril de 1954 fracasó en Nicaragua un atentado contra la vida del presidente Anastasio Somoza, y hechas las investigaciones del caso se pudo comprobar que el plan había sido preparado en Costa Rica por exilados nicaragüenses con el pleno conocimiento del gobierno de este país, al extremo de que el mismo presidente de la República les había donado armas, y hasta les había facilitado los medios para que transportasen el armamento hasta Nicaragua. Los complotistas habían salido el 30 de marzo temprano de la mañana, de San Isidro de Coronado, hacia Guanacaste, y ese mismo día se internaron en territorio nicaragüense, en donde los esperaban algunos compatriotas que estaban en autos del plan. El jefe de la conjura era Pablo Leal, y con él iban José María Tercero, Gustavo Adolfo Zavala, Juan J. Ruiz, Manuel Gómez, Jorge Ribas Montes, Amado Soler, Luis F. Gabuardi, Rafael Ch. Praslin, Amadeo Baena, y otros más, entre los que se contaba Edgar Gutiérrez, subteniente de la Guardia Civil de Costa Rica, en servicio activo en la Casa Presidencial. No vamos a referirnos a este movimiento que culminó con el mayor de los fracasos, habiendo sido muertos en su mayoría casi todos los comprometidos. El gobierno de Nicaragua presentó su protesta airada al de Costa Rica, y en larga nota fechada el 15 de mayo, el ministro de Relaciones Exteriores, Oscar Sevilla Sacasa, dijo que su gobierno estimaba que para preservar a Nicaragua de una nueva amenaza contra la paz y tranquilidad, proveniente de Costa Rica, era necesario la adopción, de parte del gobierno de este país, de algunas medidas importantes, a saber: que se destituyese al vice-ministro de Seguridad Pública, coronel Humberto Pacheco Coto. Que se destituyese de sus cargos y se ordenase el enjuiciamiento de los siguiente funcionarios: Rodolfo Herrera Pinto, director de la Guardia Civil; coronel Rodolfo Quirós González, secretario de la Comandancia General; mayor Elías Vicente, de la Guardia Civil, y mayor Raúl Cambronero, jefe de Detectives. Que se expulsase inmediatamente del país a una serie de personas, veintiuna en total, entre ellas a Rómulo Betancourt, Juán Bosch, Marcial Aguiluz, Federico Solórzano, Adolfo Ortega Díaz, Alejandro Cárdenas, Carlos Agüero, Emilio Ortega, Adán Vélez, Arturo Velásquez. Después de pedir otras medidas, el canciller nicaragüense, agregaba: «No obstante que las pruebas rendidas establecen inculpaciones contra la persona del señor presidente de la República don José Figueres Ferrer, mi gobierno se abstiene de formular consideraciones sobre ese particular, en demostración del respeto que le merece el hermano pueblo costarricense cuya representación ostenta en su carácter de presidente de la República».
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