Hechos militares y políticos

Hechos militares y políticos de nuestra historia patria

Hechos militares y políticos

Rafael Obregón Loría

Tomado del libro “Hechos militares y políticos de nuestra historia patria” editado por el Museo Histórico cultural Juan Santamaría.

N. del E. de elespiritudel48.org: Por su valor histórico, decidimos publicar del libro de don Miguel Obregón, la sección correspondiente a los conflictos comprendidos entre 1940 y 1955. Para esto usamos la edición del museo, que incluye los conflictos «nuevos» después de 1951, fecha de la primera edición. Trancribimos la introducción de las dos ediciones, pero hay que tomar en cuenta que la publicación de este texto es solo para el período mencionado.

PALABRAS DE LA PRESENTE EDICIÓN

Tobías A. Meza Ocampo y Raúl Aguilar Piedra, dos jóvenes universitarios que sienten gran devoción por todo lo que se relaciona con su país, se han empeñado en que el Museo Histórico Juan Santamaría, cuya reapertura ellos, en compañía de otras distinguidas personas de la ciudad de Alajuela, han impulsado con mucho entusiasmo, propicie la publicación de este libro, cuya primera edición apareció hace aproximadamente tres décadas, con el título de Conflictos militares y políticos de Costa Rica. No podíamos nosotros negarnos a los entusiasmos de estos jóvenes, y con gusto los hemos autorizado para que lleven a efecto el plan que se proponen. Pero como antes era necesario actualizar este trabajo, consideramos conveniente hacerle una revisión que, aunque rápida, sirvió para ampliar algunas de las reseñas, y para incluir otras más. Así han quedado más completos estos apuntes que deseamos sinceramente sean bien recibidos por los lectores.

PALABRAS DE LA PRIMERA EDICIÓN

Conociendo nuestros entusiasmos por las cuestiones de la historia patria, nos sugirió cierto día don Julián Marchena, director de la Biblioteca Nacional de San José, que hiciéramos un trabajo o monografía acerca de los movimientos militares, revoluciones, conspiraciones, golpes de estado, etc., efectuados en Costa Rica, durante su período republicano.

Como en realidad no existía nada acerca de este asunto, y pareciéndonos interesante la idea, nos dimos a confeccionar los presentes apuntes que, más tarde, otro buen amigo nuestro, don Ernesto Castegnaro, se interesó en hacer publicar por entregas en las páginas del diario «La Nación». En dicha oportunidad fueron muchas las personas que nos pidieron editar un volumen con la recopilación de todos aquellos artículos. Y hoy, gracias también al mismo señor Castegnaro, los publicamos en este folleto, casi en la misma forma original, pues si apenas les hemos hecho algunas pequeñas modificaciones o ampliaciones.

Advertimos, para que nadie se llame a engaño, que no contiene este volumen ningún estudio profundo o especial, sino simples referencias, tal vez demasiado concisas, pero que pueden ser de alguna utilidad para los estudiosos de nuestra historia.

Costa Rica tiene fama de país pacífico y en verdad que lo es; pero ello no significa que se haya visto libre de conmociones militares o de violencias contra la Constitución. Desgraciadamente casi todos los países de nuestro continente, unos más, otros menos, las han sufrido.. Recordemos a este respecto las palabras del célebre pensador Alberdi: «Los pueblos que no tienen faltas que lamentar, son los que no han empezado a vivir. Las grandes naciones tienen sus errores a la espalda. Los pueblos que recién nacen, los tienen en el porvenir».

En artículo publicado en nuestro diario oficial, «La Gaceta», de 22 de noviembre de 1851, decía el licenciado don Mauro Aguilar Cueto: «Nuestra historia está ahí para no dejarnos mentir. Todas las administraciones son un triste ejemplo de esta verdad, y desde Aguilar hasta Castro, buenos o malos, con opinión o sin ella, todos los que han tenido a su cargo los destinos de Costa Rica, todos han sido víctimas de ese maldito espíritu que se ha complacido, en derribar a los que han contado solo con el pueblo y a los que han fijado en»el militarismo su esperanza de salvación. Amigos, enemigos e indiferentes, todos han tenido que sufrir del militar».

Estudiar aunque fuese someramente, estos incidentes de nuestra vida republicana era, pues, nuestro interés.

Y nadie, al leer los presentes apuntes ponga en duda nuestro tradicional espíritu de paz, a pesar de lo que parecieran significar las palabras anteriores del licenciado Aguilar, porque de los incidentes militares que enumeramos aquí, muy pocas veces el pueblo participó, y de ellos fueron autores en la mayor parte de las veces, unos pocos individuos o un sector realmente reducido. Y en la mayoría de los casos, no se pasó de un simple proyecto de revolución que por diversos motivos fracasó. Véase si no que más de cuarenta de las conjuraciones que enumeramos fracasaron antes de estallar, y las demás no tuvieron ningún resultado definitivo. Catorce revoluciones lograron hacer caer o renunciar a jefes de Estado. Estos fueron: José Rafael Gallegos, Manuel Aguilar, Braulio Carrillo, Francisco Morazán, José Rafael Gallegos (2a. vez), José María Castro, Juan Rafael Mora, José María Castro (nuevamente), Jesús Jiménez, Aniceto Esquivel, Bernardo Soto, Alfredo González, Federico Tinoco y Teodoro Picado, y únicamente en dos o tres de estos casos, hubo un movimiento importante, pues los otros fueron producto de un grupo más o menos reducido, Guerra solo hemos tenido la de los filibusteros en 1856.

Muy interesante sería analizar las causas de los sucesos que se narran en las páginas siguientes, sus características y consecuencias, la nómina de las familias revolucionarias, etc., pero esta labor queda ya para un estudio más amplio.

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