Luis Alberto Monge: Un campesino cultivado

En Ginebra

“Terminando la Asamblea Constituyente, me fui con un contrato con la Organización Internacional del Trabajo, en el año 50. Vivía en Ginebra. Tenía un contrato de seis años, pero no quería desligarme de América. Renuncié a los 3 años. Quería venir a incorporarme a la campaña de Don Pepe. Al director general de la OIT no le pareció, y me dijo que ningún funcionario de mi edad tenía la posición que yo tenía.

“Me dijo, ‘¿cómo es posible que se quiera ir?’, y ya cuando vio que no me iba a convencer, se sonrió, y me dijo que entonces necesitaba que le diera seis meses de preaviso.

“Vine, y me metí a la campaña de don Pepe. Encontré un poquito cerradas las puertas. Había gente que creía que yo era comunista. Don Pepe y Daniel insistían en que fuera a los actos públicos. Iba a hablar a los barrios y los pueblos, pero había gente cercana a ellos que estaba como celosa, que no veían bien que estuviera al lado de los principales líderes del partido.

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