Revolución 48

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RESEÑAS Y BIOGRAFÍAS

1. LA CONFLICTIVA DÉCADA DE LOS AÑOS 40

EL GOBIERNO DE CALDERÓN GUARDIA:

En 1940 fue electo como Presidente de la República el Dr. Rafael Angel Calderón Guardia, en un ambiente de consenso. Durante su gobierno (1940-1944), inspirado en la doctrina social cristiana, y aliado con fuerzas progresistas del país, se llevó a cabo la Reforma Social. Sus mayores obras fueron la creación de la Caja Costarricense del Seguro Social, el Código de Trabajo, y las Garantías Sociales, capítulo de reformas incorporadas a la Constitución de 1871, encaminadas a lograr una mayor justicia social. También, por iniciativa de su Secretario de Educación Pública Luis Demetrio Tinoco Castro, se abrió la Universidad de Costa Rica, se logró un acuerdo limítrofe con Panamá, y muchas otras leyes cuyo objetivo era favorecer a las clases más desposeídas.

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Manuel Mora, Monseñor Victor Manuel Sanabria, Luis Demetrio Tinoco, Teodoro Picado Michalski y el Dr. Rafael Angel Calderón Guardia, celebran la promulgación del Código de Trabajo. 15 de setiembre de 1943.

Pese a la popularidad de la reforma social el gobierno calderonista fue duramente atacado. La C.C.S.S. fue acogida con beneplácito por la clase trabajadora, pero no por los sectores agroexportadores y financieros, que sentían una actitud peligrosamente intervencionista del Estado y que atentaba contra sus intereses; además fueron cuestionados algunos contratos que entregaron la riqueza nacional a manos extranjeras (la distribución de la gasolina y la administración de los servicios eléctricos) y fue denunciada la corrupción en el manejo de los contratos de licitación de obras públicas.

Con la declaratoria de guerra a Japón el 8 de diciembre de 1941, el Gobierno se alinea frente a las potencias del Eje, en una clara posición antifascista. Esto trajo como consecuencia la suspensión de las garantías individuales durante sesenta días y que se crearan campos de concentración, donde fueron recluidos ciudadanos de Alemania e Italia. También se expropiaron los bienes de la comunidad alemana instalada en el país, sector muy fuerte de la oligarquía cafetalera, y ello dio pie a abusos y enriquecimiento ilícitos con las propiedades de esas personas.

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Declaración de guerra contra el Japón, 1941

La ley del 25 de mayo de 1942 creó la Junta de Custodia de la Propiedad Intervenida, que confeccionó un reglamento de remate y adjudicación de propiedades expropiadas y fueron publicadas listas negras de alemanes, italianos y japoneses, para confiscar sus bienes. En este contexto, el mercado americano fue la salvación de la actividad cafetalera.

Todos estos elementos, sumados a la corrupción administrativa, hicieron que, conforme pasaba el tiempo, el gobierno se ganara más adversarios, situación que se complicó por una campaña de desprestigio dirigida por la prensa contra el gobierno y sus aliados.

LA OPOSICIÓN Y LAS ALIANZAS

Las molestias y el descontento del sector conservador (cafetaleros, banqueros y comerciantes) durante el período calderonista, hizo que formaran el Partido Demócrata, con don León Cortés Castro como líder. Algunos otros sectores fortalecieron la oposición, configurándose ésta posteriormente en un bloque alternativo de poder.

El supuesto fraude electoral de 1942, provocó un intento de derrocamiento al gobierno calderonista, para lo cual fue solicitada colaboración a Manuel Mora Valverde, máximo líder comunista de la época.

Mora se opuso, y más bien se unió al Gobierno, en un afán de defender las Garantías Sociales, y de apoyar su política internacional de enfrentamiento al fascismo.

De aquí en adelante se acuña popularmente el mote de caldero-comunistas, para los seguidores de ambas tendencias.

La Iglesia Católica en la figura de Monseñor Víctor Manuel Sanabria, también asumió un papel de aliado del Gobierno durante este período, respaldando las Garantías Sociales y el Código de Trabajo. También pesaron en esta adhesión el apego del Dr. Calderón Guardia a la doctrina social de la iglesia, el hecho de que se emitió un decreto a favor de la enseñanza de la religión, y la apertura intelectual e inteligencia de Monseñor.

Dentro de esta alianza se definió que desaparecería el Bloque de Obreros y Campesinos, como se llamaba el partido comunista, y que se fundaría un partido nuevo: Vanguardia Popular, el cual no lucharía por una ideología, sino por un programa social.

En julio de 1942 el gobierno de Calderón se enfrenta a un nuevo enemigo:

A raíz del hundimiento del navío San Pablo, supuestamente torpedeado por un submarino alemán al frente de Puerto Limón, hecho en el que murieron 24 personas, los comunistas hicieron una manifestación de protesta. Después la manifestación degeneró en disturbios, vandalismo, pillaje y saqueos de casas comerciales de alemanes, italianos y franquistas (españoles), sin que la autoridad los frenara. La oposición culpó al gobierno del hundimiento, así como de la manifestación organizada en San José. Estos acontecimientos llevaron el 8 de julio a don José Figueres Ferrer, prominente finquero del sur de San José, a pronunciar un encendido discurso por radio en el que afirmó: «Lo que el gobierno debe hacer es irse», discurso que fue interrumpido por el gobierno; Figueres fue detenido y posteriormente expulsado de Costa Rica y enviado en calidad de exiliado a El Salvador, de donde posteriormente viajó a México.

EL GOBIERNO DE TEODORO PICADO

En 1944 Calderón Guardia es sustituido por Teodoro Picado Michalski como Presidente de la República. La oposición calificó esas elecciones como fraudulentas. El periodista Otilio Ulate, con su pluma incisiva, escribió desde su periódico La Hora: «Hoy se ha consumado el fraude mayor de la historia de Costa Rica… Vivimos bajo una dictadura, y dicen que Picado es títere de los hermanos Calderón». A esto se suman otros signos de descontento: las brigadas de choque (grupos de acción callejera de afiliación comunista) y sus arbitrariedades, el nepotismo, la corrupción y el fraude electoral. Además, las expectativas populares de mejoramiento del nivel de vida no fueron satisfechas.

Durante su gobierno se dictaron medidas que buscaron infructuosamente restablecer la concordia entre los diversos sectores políticos del país, entre ellas, la autorización para el regreso de don José Figueres, la reestructuración de la Oficina de Control, para sanear la administración de los fondos públicos, y la reforma al sistema electoral, con el fin de sacar las elecciones del control directo del Poder Ejecutivo, y erradicar las irregularidades que desde décadas atrás se practicaban. El Proyecto de Código Electoral fue elaborado por diputados del Partido Vanguardia Popular y del Republicano, y se aprobó en enero de 1946.

Pese a todos estos esfuerzos, a don Teodoro le tocó atravesar un infierno hirviente de encendidas pasiones… Su destino le juega la mala pasada de una elección que fue considerada espúrea; una opinión pública hábilmente manipulada por las fuerzas conservadoras; y un partido, el suyo, en que dominan por momentos los enemigos de su propósito ferviente de paz y de concordia… Isaac Felipe Azofeifa. 1990, citado por Soto Harrison.

EL CENTRO PARA EL ESTUDIO DE LOS PROBLEMAS NACIONALES Y EL PARTIDO SOCIAL DEMÓCRATA

El Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales fue un foro fundado en 1940 y sus miembros eran fundamentalmente profesionales en Derecho. Se fue involucrando cada vez más en la vida nacional y sus comentarios y propuestas salieron a la luz a través de la Revista Surco, que fue su órgano informativo.

Su principal ideólogo fue Rodrigo Facio quien propuso medidas correctivas a la economía, entre ellas la necesidad de contar con una burguesía fuerte que invirtiera en otras ramas alternativas al café, diversificando con ello la economía y potenciando la competencia con las compañías norteamericanas que tenían monopolizada la inversión.

Este grupo creía en la intervención del Estado y en la justicia social, pero la subordinaba a la eficiencia económica; comulgaba con la pequeña propiedad y el cooperativismo, y era abiertamente anticomunista, por lo que proponía una armonización de las clases sociales.

Políticamente los centristas se organizaron alrededor del Partido Social Demócrata, y dieron su apoyo a José Figueres Ferrer.

Durante su exilio en México, Figueres se nutrió del roce con otros exiliados y planteó una alternativa al reformismo oficial, con la cual, al volver a Costa Rica, capturó el apoyo de empresarios medios, el campesinado y la pequeña burguesía urbana, para fundar lo que en adelante llamaría la «Segunda República».

REPRESIÓN POLÍTICA Y DESPRESTIGIO DEL GOBIERNO

LA HUELGA DE BRAZOS CAÍDOS, 1947

A pesar de la existencia del Código Electoral, la oposición desconfía de las garantías electorales. En un clima de violencia, el 19 y 20 de julio de 1947, en Cartago, se suscitan incidentes entre jóvenes oposicionistas y policías, lo que provoca la represión por parte de éstos.

Estos actos conducen a la Huelga de Brazos Caídos que se inicio el 21 de julio de 1947 con una gran manifestación de fuerza. Después de la manifestación se declaró la huelga a nivel nacional el día 23 de julio, se cerraron los bancos y puestos comerciales, y se produjeron disturbios y saqueos en la capital y en Cartago. Fue fundamentalmente un paro patronal, pero contó con apoyo popular.

El 2 de agosto un gran grupo de mujeres desfiló frente a la Casa Presidencial exigiendo garantías electorales.

Los sucesos permitieron el enfrentamiento entre bandos, incluidos los obreros, los bananeros y los muelleros de Puntarenas, movilizados por los comunistas en apoyo al Gobierno.

Durante los días de huelga éste atemorizó a la población, desató balaceras inútiles, apresó a mucha gente y trajo gente de la costa para redoblar la vigilancia.

«En la tienda de don Antonio Gazel les compra a cada uno una cobija, en el cuartel Bellavista les ponen un rifle viejo al hombro. Estas pobres personas, mal alimentadas, con frío y sin ninguna educación, traen un gran desprestigio al gobierno. El pueblo los llama «mariachis», y la oposición los presenta como asesinos a sueldo«. Acuña M. p. 112.

Su presencia en San José, con su humilde atuendo y herramientas, fue usada por la publicidad para mostrar el horror de la amenaza comunista.

Lo resultante de esta coyuntura fue el triunfo de la oposición. El Gobierno le entregó el Tribunal Electoral, con tal de acabar con la huelga, y los diputados gobiernistas se comprometieron a aceptar su fallo.

Poco a poco toma cuerpo la sombra de los hermanos Calderón: nepotismo, contratos dudosos, despilfarro, comunismo, y sobre todo, persecución a sus opositores.

Durante la campaña electoral aparece el bandolerismo político: bombas, heridos, muertos, que van llenando de odio el ambiente y preparan los ánimos para que al menor incidente estalle la guerra.

2. LA GUERRA CIVIL DE 1948

ELECCIONES

El 8 de febrero de 1948 se realizaron las elecciones. Se enfrentan por la Presidencia de la República Rafael Angel Calderón Guardia, por el partido Republicano, con el apoyo de los comunistas, y Otilio Ulate Blanco, representante de la Oposición Nacional, que incluía partidarios de su propio grupo, el Partido Unión Nacional, del grupo figuerista, del «cortesista» y del Partido Social Demócrata. Según el cómputo de votos, el Partido de Ulate resultó triunfador en la elección presidencial (no así en la de diputados). El 28 de febrero el Tribunal Electoral declaró provisionalmente electo a Ulate como Presidente de la República (con el voto salvado de uno de sus miembros), pero el 1º de marzo, ante una solicitud del Dr. Calderón, el Congreso (de mayoría calderonista) anuló el resultado de la votación, acusándola de fraudulenta. Entre los argumentos que se presentaron para defender la nulidad están las irregularidades cometidas con las cédulas de identidad, el hecho de que el padrón electoral estaba incompleto, y el incendio de algunas papeletas electorales.

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Manifestación de apoyo en la campaña electoral de Otilio Ulate Blanco, Guadalupe de Goicoechea, 1948

En estos días, en las calles de San José muchos calderonistas desfilaban bajo la consigna de «Queremos votar» y atribuían la derrota al Lic. Benjamín Odio, Director del Registro Electoral.

En realidad los fraudes electorales no eran nuevos en Costa Rica. Se practicaban desde mucho tiempo atrás, pero esta coyuntura fue la chispa que desató la tormenta, y fue el motivo inmediato para iniciar la guerra civil, aunque el movimiento armado se venía preparando desde años atrás.

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Don Otilio Ulate Blanco al salir del aula de la Escuela Mauro Fernández, donde depositó su voto en las elecciones de 1948. Detrás de El están Carlos Luis Arce Soto, y Sáenz Iglesias

José Figueres, líder de la guerra, afirmó que era imperativo aprovechar este momento crucial y que «la revolución no se había hecho para derrocar a un gobernante y establecer a otro, ni siquiera con el propósito único de restablecer en Costa Rica el derecho electoral»; más bien se hizo con el fin de instaurar lo que el llamó una «Segunda República», y cambiar los derroteros económicos y sociales del Estado costarricense.

ASESINATO DEL DOCTOR VALVERDE VEGA

El 1º de marzo de 1948, mientras se realizaba la sesión del Congreso, el Gobierno mandó vigilar la casa del Dr. Carlos Luis Valverde Vega, miembro de la oposición, que estaba ubicada en Barrio Don Bosco y era el centro de operaciones del Partido Unión Nacional. Allí se produjo una balacera, donde murieron dos policías: Adilio González y José Alberto Chaves, y el Dr. Valverde Vega.

Una versión afirma que «La policía rodeó la casa. Carlos Luis salió con un pañuelo blanco en la mano, pero de nada le valió; inmediatamente comenzó un tiroteo en el que resultó herido de muerte por un tiro de carabina».

La versión oficial afirma, en cambio, que los partidarios de Ulate abrieron fuego sobre la policía, que había llegado a buscar armas. Dentro de los responsables estuvo José Tavío y Silva, figura tenebrosa y prepotente, y quien estaba al mando de las fuerzas del gobierno en ese operativo. Este trágico hecho consternó a la opinión pública y terminó de encender los ánimos, ya que el Dr. Valverde gozaba del cariño y la admiración de sus conciudadanos.

LA GUERRA: ACTORES, FRENTES Y LUCHA

Después de la muerte del Dr. Valverde Vega y de la nulidad de las elecciones, aumentaron los atentados y la zozobra, y se produjo el levantamiento armado de José Figueres. El viernes 12 de marzo salió de San José un destacamento con una misión: explorar una zona sospechosa, particularmente la finca La Lucha, enclavada en las montañas de San Cristóbal. Se había decidido apresar a Figueres, por tenencia ilícita de armas. En esta misión el Gobierno sufrió la primera baja en la persona del Coronel Rigoberto Pacheco, quien fue emboscado. A partir de este hecho, se inició el ataque por parte de la Unidad Móvil, grupo de hombres del Gobierno bien entrenados y armados, los cuales son derrotados el 14 de marzo, constituyendo este hecho la primera victoria revolucionaria.

EL EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL: LA OPOSICIÓN

Dentro de los participantes en el Ejército de Liberación Nacional existían claramente diferenciados dos grupos de combatientes: los soldados reservistas o voluntarios, populares, la mayoría de ellos campesinos sin experiencia, y los «glostoras» o «medallitas» que eran los de mayor estatus social y cultural. Estos eran los miembros del Centro para el Estudio de los Problemas Nacionales.

«…a cada rato se topaba uno con un «glostora». Siempre andan con las mejores armas, pero no se sabía cual era su verdadero papel…» Ramiro Barrantes. Excombatiente de San Isidro.

«No sólo se habían convertido en oficiales automáticamente, sino que se iban adueñando de las mejores armas. Yo le pedía a Dios que apareciera un «glostora» con una buena máquina«. Ramiro Barrantes. Excombatiente de San Isidro.

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Miembros del Ejército de Liberación Nacional a su ingreso al Cuartel Bellavista en la madrugada del 27 de abril de 1948

LA LEGIÓN DEL CARIBE

La Legión del Caribe tuvo una participación importante durante la Guerra Civil, estuvo patrocinada por Juan Rodríguez de República Dominicana, y en ella participaron Rosendo Argüello de Nicaragua y José Figueres de Costa Rica.

El 16 de diciembre de 1947 firmaron una alianza para derrocar lo que denominaron las «dictaduras» de América: Nicaragua, República Dominicana y Costa Rica.

Varios militares del Caribe vinieron a Costa Rica, y su papel fue protagónico en la dirección de la lucha y en la consecución de las armas revolucionarias, entre ellos Miguel Ángel Ramírez y Horacio Ornes.

También al grupo rebelde pertenecían empresarios medios y profesionales, intelectuales, y un sector de la burguesía agroexportadora.

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Batallón del Ejército de Liberación Nacional, 1948

LOS OFICIALISTAS

El grueso de los soldados del ejército nacional que combatieron a los revolucionarios estuvo conformado por gran número de peones, de trabajadores bananeros, linieros y muelleros de Puntarenas, muchos de ellos emigrados centroamericanos.

En Pérez Zeledón, por ejemplo, la tropa estaba conformada casi totalmente por nicaragüenses y estaba comandada por el General Tijerino, quien murió en combate.

Los comunistas tuvieron un gran papel al lado de los combatientes del Gobierno. Uno de sus líderes fue Carlos Luis Fallas (Calufa) quien tuvo una protagónica participación luchando, principalmente en la zona de Dominical y San Isidro de El General.

«Los vecinos de San Isidro recuerdan a los sucios linieros, extenuados por los duros pedregales que conducen al Alto de San Juan, con los zapatones despedazados… con sus machetes relucientes capaces de cortar pelos en el aire, como hipnotizados por el gesto viril de Carlos Luis Fallas«…

Un campesino de La Palma recuerda: «Con el alma llena de temores vi aparecer los malditos linieros. Nos habían dicho que era una turba de expresidiarios nicaragüenses, de forajidos comunistas violadores, ladrones y asesinos, quienes iban a San José a pasar un cuchillo a los que osaran oponerse a sus sinvergüenzadas; pero eso no era verdad. Más bien fui yo, con algunos amigos, el que empezó a insultarlos. Por eso hubo algunas peleas callejeras«. Acuña p. 288.

Por supuesto que en la dirigencia del grupo oficialista también se incluían miembros de la clase ecónomicamente poderosa.

LOS FRENTES

La Guerra Civil tuvo varios frentes de lucha: Se luchó sobre todo en Santa María de Dota, San Isidro de El General, El Empalme, el Tejar, San Ramón, San Carlos y Limón. Los frentes fueron consolidados en menos de 15 días, mediante sucesivas derrotas a las fuerzas del Gobierno.

El comandante del frente norte del Ejército de Liberación Nacional fue don Francisco Orlich Bolmarcich. Este frente operaba en el sector de San Ramón y San Carlos y fue de gran ayuda en la distracción de fuerzas del Gobierno. En la etapa final de la Guerra Civil se unió con el resto del ejército.

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Batallón del Ejército de Liberación Nacional, 1948

SANTA MARÍA DE DOTA

Aquí se encontraba el Cuartel General de Figueres, Comandante en Jefe del Ejército de Liberación Nacional. La ubicación de Santa María permitía cubrir San Isidro, y organizar desde allí la toma de Cartago. Este fue el sitio en el cual se concentraron la mayoría de los efectivos para la toma final de Cartago y Limón.

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Jefatura Política de Coronado acribillada a balazos, 1948. (Fotografía facilitada por Francisco Carreras Márquez)

SAN ISIDRO DE EL GENERAL

En Pérez Zeledón la plaza era de gran importancia y el ejército revolucionario construyó trincheras a su alrededor. El día de la toma se ocupó el aeropuerto, y se controlaron los medios de comunicación.

Los revolucionarios establecieron un puente aéreo entre el aeropuerto Los Cipresales, de Guatemala, y el de San Isidro, para traer armas. En los primeros viajes venían 700 rifles, ametralladoras livianas y parque, y después continuaron los vuelos, a traer lo que el General Miguel Angel Ramírez, Jefe del Estado Mayor, pidiera. El Gobierno por su parte no podía traer armas del exterior, porque los Estados Unidos, en su política de neutralidad, prohibieron a los países vecinos la venta de armas.

LIMÓN

La toma de Limón fue vital pues de ello dependía que se recibieran armamentos por la vía marítima. En este proceso se destacó una fuerza especial que fue conocida como Legión Caribe .

Carlos María Jiménez narra: «Se abrió la portezuela y saltamos a tierra con ligereza y con los fusiles dispuestos a disparar contra el primer mariachi negro que se pusiera delante de nosotros.»

Una vez en la playa, el 11 de abril, los pelotones avanzaron hacia la ciudad, sitiaron el cuartel y pidieron la rendición incondicional, con la mediación del Vicario de Limón.

LA TOMA DE CARTAGO

Las fuerzas disponibles, con algunos reclutas voluntarios, formaron desde Santa María un grupo de unos 600 combatientes que emprendieron la marcha hacia Cartago, ciudad en la que entraron el 12 de abril, instalando el Estado Mayor en el Colegio San Luis Gonzaga.

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Un campesino vigila el cuartel de Cartago durante el movimiento armado de 1948. No se determina el bando político

Este fue el principio de la derrota del Gobierno, pues a partir de este hecho el Presidente Picado empezó a hablar de pactos.

El 13 de abril se realiza la Batalla de El Tejar, una verdadera carnicería donde fueron totalmente derrotados los gobiernistas. De parte de los revolucionarios fueron reportados 40 muertos, y del Gobierno, incluidos los fusilados en Quebradillas, fueron 195.

Según Miguel Acuña «mientras en San José se hablaba de pactos, en Cartago el cuartel se había rendido, la ciudad se vestía de gala para recibir a los héroes, corría el licor, y grupos armados allanaban las casas de los amigos del gobierno, para sacar a sus moradores a tiros y a patadas, bajo la amenaza de la metralleta… Se ordenó destruir el licor, por ser la causa de tantos desórdenes«.

Para efectos de control hubo que instalar una oficina especial para extender salvoconductos.

3. EL PACTO DE LA EMBAJADA DE MÉXICO

La toma de Limón y de Cartago sitúa al Gobierno en una situación sumamente difícil, y se empieza a hablar de pactos. El delegado del Ejército Revolucionario fue el Pbro. Benjamín Núñez, quien realiza reuniones con delegados oficialistas, y con los comunistas, tanto en Ochomogo, como en la sede de la Embajada de México.

El 18 de abril el Presidente Picado dirigió una carta al Dr. Calderón Guardia y a Manuel Mora donde afirmaba: «circunstancias sumamente graves, de carácter internacional, me obligaron a poner de lado mi orgullo para contemplar exclusivamente los intereses de la patria. Puedo asegurarles a ustedes que fuerzas incontrastables están absolutamente decididas a hacerme perder esta partida…» Acuña p. 265

Posiblemente Picado se refería a la presencia de soldados de la Guardia Nacional de Nicaragua en la región norte de nuestro país, presencia cuya responsabilidad se le atribuía a él mismo, y que complicaba aún más la situación del país.

El conflicto armado finaliza el 19 de abril con la firma del Pacto de la Embajada de México.

Por medio de este pacto, se llamó a ejercer la Presidencia de la República al Ing. Santos León Herrera, para terminar el período constitucional, se dispuso que se facilitaría la salida de los jefes civiles y militares del Gobierno, se garantizaba la vida y hacienda de los comprometidos en el conflicto, y se adquiría el compromiso de no tomar represalias y de respetar y mejorar las Garantías Sociales.

Sin embargo, parte de este Pacto se convirtió luego en letra muerta.

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José Figueres Ferrer, Otilio Ulate Blanco, Emma Gamboa y miembros del Tribunal Electoral

EL DESFILE DE LA VICTORIA

El Ejército de Liberación Nacional entró a San José en la madrugada del 28 de abril, y recibió de inmediato los cuarteles. Ese mismo día se realiza el Desfile de la Victoria. Desfilan unos 1.200 hombres.

«Aquella mañana de vistosos uniformes, de gorros de campaña, de cañones, de ametralladoras nuevas, de hombres vestidos de gangoche, de jeeps cargados de héroes, de mujeres uniformadas… la multitud veía a Figueres como el salvador de la patria.» Acuña M. p. 312.

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Desfile de la Victoria en la Sabana, 1948

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Vehículo blindado usado en la revolución, 1948

4. LA POSGUERRA

EL GOBIERNO DE LOS 18 MESES Y LA MODERNIZACIÓN DEL ESTADO:

Después del triunfo revolucionario, Figueres y Ulate firmaron un pacto el 10 de mayo que estableció que la Junta Revolucionaria gobernaría el país sin Congreso durante 18 meses, emitiendo solamente decretos ley y que convocaría a una Asamblea Constituyente.

Esta Junta se conocería como «Junta Fundadora de la Segunda República». La constitución de esta mostró que en realidad el objetivo principal de Figueres no fue una cuestión de pureza electoral, sino algo mucho más profundo: sus intenciones apuntaban hacia un nuevo proyecto de desarrollo. Se estaba operando un reacomodo de las relaciones entre las clases sociales, y al interior del grupo poderoso económicamente, para sustituir el poder de la oligarquía cafetalera por un sector más dinámico, capaz de diversificar y modernizar la economía. Se transformó el Instituto de Defensa del Café, se fortaleció el Consejo Nacional de Producción, se fundó el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE), se nacionalizó la banca, se abolió el ejército y se dotó al país de una nueva constitución, entre otras reformas. En total durante el período de la Junta se emitieron 834 decretos con carácter de ley.

LA VISION DE LOS VENCIDOS:

«Ganada la guerra hay que ganar la paz, y eso sólo se puede conseguir a base de justicia, conciliación y sobre todo de cumplimiento de la palabra empeñada» Teodoro Picado, citado por Oscar Aguilar p. 435.

Una vez instalada, la Junta comenzó un proceso de represión y ataque a calderonistas y comunistas. Fueron intervenidos los bienes de las personas relacionadas con el régimen anterior. Figueres se propuso afianzar el triunfo militar devolviendo seguridad a los habitantes… y sancionando a todos los «delincuentes». Se estableció el Tribunal de Sanciones Inmediatas contra activistas caldero-comunistas de menor rango, por delitos como saqueo, abuso de autoridad, robo, e incluso homicidio. También se formó el Tribunal de Probidad contra la alta dirigencia calderonista que contaba con bienes económicos, y a la cual se le achacaba el delito de enriquecimiento ilícito. Dentro de esta política se incautan los bienes de Calderón Guardia y Teodoro Picado.

Los empleados públicos fueron despedidos sin responsabilidad patronal, Rafael Angel Calderón y Teodoro Picado fueron acusados de traición a la patria, acuerdo que fue impugnado posteriormente.

Calderón, Picado y muchos miembros de la alta dirigencia, así como muchos excombatientes tuvieron que salir del país, pero la mayor dureza fue sufrida por los comunistas. El partido fue proscrito en julio de 1948, disposición que luego fue introducida en la Constitución de 1949.

VIDA COTIDIANA DE LA GUERRA CIVIL:

¿Cómo enrolarse como soldado?

«Dejé a Dimas y me fui a ver dónde era que podía enrolarme como soldado y la verdad es que no pude encontrar ese lugar. Llegué a la conclusión de que si uno poseía un arma, podía considerarse soldado«. Ramiro Barrantes. Excombatiente de San Isidro.

Nos formaron de nuevo y nos echaron otro discurso. Esta vez nos pintaron la cosa con un poco más de realismo.

El oficial, mas o menos nos dijo: «Es necesario que estén bien sabidos que para donde van, es un frente de batalla. Es caer prisioneros y muchos regresar heridos. Todo esto es posible. Les ruego una cosa, agregó el hombre. Si alguno de ustedes siente miedo, que sea valiente y lo demuestre dando un paso adelante». A mi izquierda estaba mi buen amigo de infancia, al que le decíamos Taucho. Ese fue el valiente que se animó a dar el paso al frente y entregar el rifle.

Por abajo se oían los comentarios: «Mirá que cochinada de hombre, vos que estás más cerca, patiale el culo». Ramiro Barrantes. Excombatiente de San Isidro.

«A muchos nos dio por rezar. Había un grupo que terminaba un rosario y principiaba otro. No faltó alguno que le dio por acordarse de la familia y rompía a llorar«. Ramiro Barrantes. Excombatiente de San Isidro.

VÍCTIMAS Y MEMORIAS

«Una de las cosas deprimentes que tuvimos a la llegada (Pérez Zeledón), fue la presencia de una gran fogata, donde se estaban quemando los cuerpos de los muertos«. Ramiro Barrantes. Excombatiente de San Isidro.

El costo de la guerra

Con esto se cierra el capítulo de la guerra, no sin antes reflexionar acerca de si valía la pena que corriera tanta sangre para poder cambiar el rumbo del Estado. Quizá si la cordura y el diálogo se hubieran impuesto sobre el deseo de poder y la vanidad, la familia costarricense se hubiera ahorrado muchos muertos, muchos destrozos en sus haciendas, dinero, y sobre todo el sufrimiento de hermanos y vecinos maltratados por la experiencia de la guerra y enemistados por varias décadas. No fue sino más de 60 años después, que empieza a diluirse el protagonismo de la guerra del 48 en las campañas electorales, ante la necesidad de que el pasado alimente proyectos de vida, y no sea un simple combustible para resucitar las bajas pasiones.

EL CARDONAZO

El Cardonazo consistió en un cuartelazo llevado a cabo por el propio Ministro de Seguridad Pública de la Junta de Gobierno, Edgar Cardona Quirós el 2 de abril de 1949.

Cardona se apoderó del cuartel de Artillería mientras Fernando Figuls tomó el Bellavista con un grupo de efectivos de la Inspección de Hacienda. Cardona pedía a la Junta de Gobierno la nulidad de dos de sus decretos leyes: la nacionalización bancaria y el impuesto del 10 por ciento al capital. Además, exigía algunos cambios en la composición de la Junta pues pedía la destitución de los ministros de Economía y Comercio y de Trabajo, señores Alberto Martén y el Padre Benjamín Núñez.

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Don José Figueres en el Cuartel Bellavista rodeado por algunos de sus hombres leales. 4 de Abril de 1949

La aventura no duró mucho tiempo, y el cuartelazo fue reprimido pocas horas después de haber estallado. Dentro del Cuartel de Artillería muy pronto las fuerzas se dividieron en dos grupos, triunfando los leales a la Junta de Gobierno, que facilitaron la entrada de Figueres en este cuartel en las primeras horas del día tres de abril. Inmediatamente Figueres pidió la rendición del Bellavista, negándose los hombres que ahí se encontraban a la petición. Fue necesario entonces que fuerzas del Gobierno y hasta de algunos voluntarios, rodearan el cuartel y ante aquella situación, los hombres en él refugiados se rindieron al mediodía del 3 de abril. Hubo 9 muertos y 30 heridos. Con esto terminó el intento de Edgar Cardona, que nuestro pueblo, siempre picaresco, llamó El Cardonazo.

RESUMEN

El doctor Calderón Guardia asumió la presidencia en 1940 con el apoyo de muchos sectores del pueblo costarricense. Sin embargo, rápidamente perdió el apoyo del sector conservador (cafetaleros, banqueros y comerciantes), que formaron el Partido Demócrata, con don León Cortes como líder.

Además, hubo una gran crisis económica en el país durante esos años, que se agravó por la segunda guerra mundial.

José Figueres Ferrer había salido del país en 1942, expulsado por un discurso que dio por radio América Latina en contra del gobierno de Calderón Guardia que era el presidente en ese momento.

Así, cuando Figueres regresó a Costa Rica, siendo presidente Teodoro Picado, entró en contacto con personas que estaban en contra del partido del gobierno, cuyo candidato era Calderón Guardia.

El motivo final que desató la guerra civil de 1948 fue la anulación de las elecciones de ese año. Para esas votaciones se habían presentado dos grupos políticos definidos.

El llamado “Bloque de la Victoria” formado por los partidos Republicano Nacional y Vanguardia Popular. El candidato era Calderón Guardia.

El otro llamado “Bloque de la Oposición” formado por los partidos Demócrata, Unión Nacional y Cortesistas Independientes. Su candidato era el periodista Otilio Ulate Blanco.

Otro problema fue que el 10 de febrero, la mayoría del material electoral fue destruido por un “misterioso incendio“ y el candidato Calderón Guardia pidió al congreso la anulación de las elecciones. Esto provocó acusaciones de fraude contra el partido del gobierno y dio inicio a la guerra civil de 1948.

La Guerra Civil

La guerra civil se inició el 12 de marzo de 1948, cuando Figueres se levantó en armas contra el gobierno.

Su estrategia fue tomar las principales ciudades y luego la capital, San José.

La defensa del gobierno no estuvo bien preparada y quedó prácticamente en manos de los obreros del partido Vanguardia Popular (comunista).

A este partido le interesaba el mantenimiento del Seguro Social, las leyes laborales y las garantías sociales. Ellos decidieran detener la lucha cuando les garantizaron que sus peticiones se cumplieran.

El 19 de abril finalizó la guerra civil, con la firma del pacto de la Embajada de México. Con arreglo a ese pacto se entregó el gobierno a un presidente interino.

Entonces se formó una Junta de Gobierno presidida por Figueres que 18 meses después entregó el poder a Otilio Ulate, el presidente electo.

Una de las tareas de esa junta fue convocar a elecciones para designar una asamblea constituyente, que redactó la constitución de 1949, en vigencia hasta nuestros días.

Don Otilio Ulate asumió la presidencia después del plazo fijado y tuvo un periodo de gobierno bastante tranquilo durante los 4 años.

El texto anterior está basado en un artículo de la REVISTA del Archivo Nacional. Año LXII, San José, Imprenta Nacional, 1998.

BIBLIOGRAFÍA CONSULTADA PARA EL SITIO WEB

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